Stupid Whore #1

57 || 13 de Marzo

13 de Marzo

Mi cumpleaños aquí y allá es el 13 de Marzo. Esa mañana desperté y el primer regalo que recibí fue por parte de Gellert. En la base del espejo de mi baño había una pequeña cajita de regalo que tenía una pequeña nota que decía "De: Grindelwald. Para: Grindelwald"

Al abrirla me encontré con una gargantilla con el dije de las reliquias de la muerte. Me lo puse apenas lo vi. Ya el día había empezado bien.

Cuando me vestí, la primera persona a la que fui a buscar fue a Tom . Lo encontré en el puente. Estaba viendo el vacío lleno de niebla con un cigarrillo entre sus dedos. Tenía sus ojos cerrados y su cabello se movía suavemente con la brisa. Llegué a su lado con una sonrisa.

— Adivina qué día es hoy — canturee a Tom llegando a su lado. Él apenas me miró.

— 13 de Marzo de 1995 — respondió con naturalidad — ¿Que tiene?

— Algo que ver conmigo — sonreí.

— ¿Conseguiste la cura para tu estupidez?

Me reí.

— Eso no tiene cura, es hereditario — rodé los ojos —. Anda, intenta adivinar.

— ¿Me viste cara de la profesora Trelawney? — alzó una ceja en mi dirección.

Rodé los ojos otra vez, pero sin borrar mi sonrisa.

— ¿Por qué tienes que ser tan fastidioso? — resoplé — ¡Es mi cumpleaños!

Le dió una calada a su porro.

— ¿Y?

Suspiré.

— Esperaba que al menos me felicitaras — repliqué cruzandome de brazos.

Soltó el humo.

— No esperes de pie o te vas a cansar — fue todo lo que dijo y volvió a mirar al horizonte. Supe que me ignoraría entonces lancé su bufido y me devolví por dónde había venido.

Admito que le sentí algo triste. No habíamos hablado mucho últimamente. Lo veía algo distante de mi, como inmerso en sus pensamientos, y me dolía, pero me conformaba con tener aunque sea un poco de su atención. Igual,¿qué esperaba? ¿que me felicitara?

Ilusa yo.

Fui de regreso a Hogwarts con el paquete entre mis manos, preguntándome que era. Sabía que era un libro a simple vista, pero le moría por saber de que se trataba. Fui al gran comedor para encontrarme con mis amigas, y sonreí al verlos a todos reunidos ahí. Apenas llegué, Ginny saltó a abrazarme al igual que Hermione, y los chicos solo se limitaron a felicitarme de lejos. Nos la pasamos el desayuno hablando tonterías, hasta que Ginny le dió una vuelta al tema.

— ¿No tienes planeado hacer algo hoy? — me preguntó, curiosa.

— No realmente. Las celebraciones de cumpleaños no son lo mío — mordí la tostada con mermelada que sostenía.

— ¿Que tal si salimos? — ofreció Fred metiéndose a la conversación.

— ¿A dónde? — alcé una ceja — ¿Al bosque prohibido? — cuestioné con sarcasmo.

— ¿Que tal al mundo Muggle? — ofreció ahora George, metiéndose también.

Les sonreí dulcemente.

— No.

— Ya fuiste una vez, ¿Por qué no ir una segunda? — cuestionó Fred colocando su brazo al rededor de mis hombros. Lo quité con cuidado.