45 || De vuelta al martirio

7.9K 822 1.5K
                                    








De vuelta al martirio






— Draco muévete por Dios que el tren nos va a dejar — lo empujé para que terminara de pasar por la plataforma. Se tropezó un poco y volteó a mirarme mal.

— No me apresures, Leblanc — me gruñó siguiendo su camino hacia el vagón en el que nos habíamos ido hacia su mansión. Al conseguirlo, vimos habían unos niños de primer año ahí sentados, y cuando iba a devolverme para buscar uno vacío, él me tomó de la cadera y me retuvo ahí.

— Ustedes dos — dijo con firmeza —, fuera.

Los niños se miraron entre si para después vernos a nosotros. No se lo pensaron dos veces para salir casi corriendo de el cubículo. Suspiré.

— Pudimos buscar otro cubículo — dije. Negó con la cabeza.

— Me gusta este. Nadie nos escucha y estamos solos — se dejó caer en el asiento y me pidió que me sentara a su lado —. Ven.

Me senté a su lado subiendo mi pierna sobre la suya y abrazándolo. Envolvió sus brazos a mi alrededor, presionándome contra su pecho y besando mi cabeza.

— ¿Que se siente volver estando vestida? — me molestó. Rodé los ojos mientras se me escapaba una pequeña sonrisa.

— Caluroso — me limité a responder.

Se rió.

— ¿Por qué estabas en ropa interior ese día ? — me preguntó tomando mi mano y jugando con ella. Suspiré.

— Es un misterio — dije sonriendo un poco, solo para ocultar que yo tampoco lo sabía. Era una incógnita que realmente no tenía ganas de averiguar.

El tren se puso en marcha, y en un momento dado, mientras Draco jugaba con mi mano, sentí algo frío deslizarse por mi dedo anular. Bajé la mirada para ver que era, y me sorprendí la ver que se trataba de uno de sus anillos con una gran M grabada. Alcé la mirada de nuevo para verlo, y pude notar un muy ligero rubor en sus mejillas que me pareció adorable.

— Es una propuesta — dijo, queriendo parecer seguro de si mismo, pero notaba su nerviosismo. Abrí los ojos de golpe super alterada.

— Si me vas a pedir matrimonio al menos espera a que cumpla los 18 — pedí sintiendo que hiperventilaba.

Él se rió.

— No esa clase de propuesta, Leblanc. Ya quisieras — aclaró rodando los ojos con diversión —. Me refiero a que a partir de ahora eres mi novia.

Ah, lol

Bueno, te me cuidas.

— ¿Me estás preguntando, avisando o amenazando? — pregunté riendo nerviosamente

Rio de vuelta.

— De todo un poco.

Sonreí y me acerqué con intenciones de besarlo, más una irritante voz llegó a mis oídos, interrumpiendo mi intención.

— ¡Draco!

Pansy.

Me alejé de él suspirando, dando por terminada nuestra semana de película.

Era demasiado bonito para ser cierto. Cuando ella y sus amigos llegaron, fue como si Draco se hubiera pasado un suiche y toda su personalidad cambiara radicalmente. Casi no me miró en todo el viaje, y yo me sentía sumamente incómoda ante la presencia de Pansy, Grabble y Goyle. Quería salir de ahí, pero Draco me pidió que no lo dejara solo. Le hice caso solo porque me dio pereza buscar a mis amigos, pero todo el camino fue una tortura para mi: entre chistes incómodos, malas miradas y comentarios innecesarios por parte de los amigos de Draco.

Stupid Whore #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora