69 || Jaque Mate

5.8K 720 1K
                                    







Jaque Mate





—Estoy aburrida —le dije a Tom apoyando mi mejilla sobre su hombro mientras suspiraba. Ya habíamos cogido, escuchado música, hablado y apenas eran las 2 de las tarde. No sabía qué más hacer para distraerme, y lo necesitaba antes de ponerme a saltar sobre él otra vez: temía dejarlo seco o que pensara que era una enferma adicta al sexo.

—¿Qué quieres hacer? —me preguntó, todavía observando el libro que leía. Se lo quité para que me prestara atención, y rodó los ojos antes de posarlos sobre mí.

—Quiero ir a la biblioteca —me quejé, dejándome caer dramáticamente sobre su regazo.

—Pues ve —dijo con obviedad, viéndome desde su posición—. No es como si estuviese muy lejos.

—No quiero ir porque está la cara de rata de Alicia y la cara de rata de Ellie y no quiero verlas a ninguna de las dos —repliqué, provocando una pequeña risa de su parte—. Y tampoco quiero que te vean a ti...

—¿Porque te pones celosa si me miran? —Alzó una ceja, divertido. No pude evitar mirarlo mal.

—No me pongo celosa, solo no me gusta —dije— ¿No pueden arrancarse los ojos o algo? me caen mal —resoplé provocando que riera abiertamente, dejándome ver ese hoyuelo en su mejilla que me hacía sonreír como idiota.

—Podemos hacer muchas cosas aquí —me hizo saber—. Coger, por ejemplo.

—No quiero —me crucé de brazos.

—Mentirosa. Eres casi ninfómana.

—Claro que no —entreabrí mis labios, indignada—. Puedo vivir sin sexo.

— Ajá.

Resoplé, alzando mi vista al techo para pensar.

— ¿Qué tal si jugamos algo? —ofrecí, volviendo a verlo. Me ofreció una sonrisa ladeada.

—¿A la mamá y el papá?

—¡Tom! —me quejé, incorporándome en mi sitio. Se rio, y yo resoplé, enrojeciendo—. Vas a quedar seco a este paso.

—Tengo que aprovecharte mientras se me pare —se encogió de hombros, divertido. Rodé los ojos.

—Vamos a jugar algo tranquilo —puntualicé.

—Como quieras —aceptó con una pequeña sonrisa, mostrándome ese precioso hoyuelo que se le marcaba en la mejilla—. ¿Qué vamos a jugar?

—¿Damas? —sugerí.

—Aburrido —se negó.

—¿Póker?

—No es lo mío.

—¿Ajedrez?

Tiró sus labios hacia abajo en un gesto pensativo y se terminó encogiendo de hombros, aceptando.

—Trae el tablero —ordenó, lanzándome una nalgada para que me pusiera de pie. Reí y me apresuré en ir a mi closet a buscar de mi tablero favorito, el cual era de marfil. Lo llevé a mi cama y juntos empezamos a armarlo.

Stupid Whore #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora