Stupid Whore #1

47 || Innecesario

Innecesario

— Yo digo que le cortes las bolas — dijo Ginny.

— Estoy de acuerdo con ella — le siguió Hermione, indignada —. Es un estúpido por hacerte eso, ¿Como se atreve?

— Si, bueno, yo me pregunté lo mismo cuando lo vi metiéndole la lengua hasta la garganta a Pansy Parkinson — lancé un suspiro —. ¿Qué hago? Él aún no sabe que yo sé que me está poniendo los cuernos, pero a juzgar por cómo me está viendo todo Slytherin, parece que todos lo saben.

— Hufflepuff también te están viendo de esa manera... — murmuró Hermione.

— Ravenclaw también — murmuró Ginny. Genial, todos saben que soy una cuernuda —. Usa la cabeza — me aconsejó —. Eres inteligente. Seguro encontrarás la manera de salir de eso. Mientras tanto, ¿Por qué no le das su merecido?

— ¿A qué te refieres?

Se encogió de hombros.

— Golpéalo — dijo.

Rodé los ojos. Era la milésima vez que me proponía hacer eso, y su insistencia solo significaba que ella quería pelear con alguien.

— Ginny, si quieres caerte a golpes con alguien yo estoy dispuesta a pelear contigo — dije —. De todas formas, también tengo que desahogar mi ira y él sexo ya no es suficiente para mí.

— Espera, ¿Sexo? — Hermione se volteó hacia mi — ¿Con quién te acostaste?

La miré con ironía.

— ¿Tú con quién crees? — me crucé de brazos.

Ginny se rió, pero Hermione no. Ella solo se sonrojó.

— Dios, en serio, eres mi ídola — sonrió la pelirroja —. ¿Cómo conseguiste tener a Tom Riddle comiendo de la palma de tu mano? Te juro que esperé eso de todo el mundo menos de él, que ha rechazado a Greengrass desde siempre...

Ni yo sé mija

— Solo... nos hicimos buenos amigos.

— Pero, ¿Como? — siguió —. No te molestes, pero yo tuve un flechazo en él durante un tiempo. Y al principio me sentí algo celosa de ustedes. Pero se me pasó cuando los vi coger en el salón de pociones, ya que no supe de quién sentir celos.

— ¿Qué? — solté.

— Oh, Dios — Hermione se empezó a reír.

— Ah, interesante — dije.

— Si te soy sincera, desde que estoy en primer año buscaba formas de llegar a él — mordió su labio inferior —. Pero nunca lo logré. Y en su momento me sentí celosa de que en un mes tu lograste lo que yo no pude en un año. Me pareció... curioso.

— Ginny...

— Ya no es así — se apresuró a aclarar —. Mis ojos ahora están mirando a otra presa — dijo viendo a Harry a lo lejos. Reí asintiendo.

— Entiendo.

Nos quedamos un rato en silencio, hasta que la pelirroja volvió a hablar.

— Acepto tu propuesta — soltó de repente.

Fruncí el ceño volteando a verla. Me había quedado observando distraídamente a Tom a lo lejos.

— ¿Eh?

— Peleemos — propuso —. Estoy aburrida, y quiero un poco de escándalo.

— Ginny no voy a pelear contigo — bufé.