Stupid Whore #1

11 || Por un golpe

Por un golpe

Al día siguiente apenas podía caminar bien. Estaba toda adolorida y llena de marcas por culpa del estúpido de Tom; Traté de ocultar los moretones lo mejor posible con maquillaje, pero ni así lograban desaparecer completamente, entonces me di por vencida y me resigné a parecer una cualquiera por andar llena de marcas que gritaban por todos lados una noche de pasión. Creo que ahí fue cuando empezó mi reputación.

Lo vi sentado en la mesa de Slytherin cuando llegué al Gran Comedor, solo como siempre. Aparentemente sintió mi mirada apenas pisé el lugar, ya que volteó a ver justo en mi dirección, y al hacerlo, noté como intentó disimular la sonrisa maliciosa que se escapó de sus labios, sin éxito alguno, ya que su hoyuelo izquierdo lo delató.

Ignoré lo lindo que se veía y le saqué el dedo del medio yendo a la mesa de Gryffindor, más específicamente en dirección a Hermione, ya que no veía a nadie más que conociera y me agradara lo suficiente, a excepción de ella.

— Buenos días, Granger — saludé, agarrando una manzana de la cesta que estaba frente a mi —. ¿Has visto a los gemelos por algún lado? No los veo desde ayer.

— Hola, eh, no, no los he visto, pero justamente yo te estaba buscando a ti — dijo rápidamente tomándome de la mano y sentándome a su lado. Alcé una ceja, expectante.

— ¿Okey? ¿Para qué?

Cerró el libro que estaba leyendo y se volteó hacia mi, dedicándome toda su atención. Eso me hizo empezar a sospechar de qué se trataba eso.

— No es por ser metiche — aclaró —. Pero, ¿Puedo saber que pasa entre tú y... Tom Riddle?

Entorné los ojos. Ah.

— Ya... ¿eso a qué se debe? — cuestioné.

— Oh, tú sabes — rió nerviosa —. Curiosidad.

Alcé una ceja en su dirección, sin estar muy convencida de su excusa.

— Somos amigos — me limité a decir.

— ¿Amigos con derechos, tal vez? — alzó una ceja, insinuante. Yo reí un poco, meneando mi cabeza con diversión. Menos mal no eres metiche.

— ¿Algún chisme del que tenga que enterarme? — cuestioné, poniéndome cómoda en mi lugar.

— Pff, no, Adele, ¿como crees...?

— Porque sino puedo simplemente preguntarle a él — me encogí de hombros —. Y le digo que tu me generaste esa duda. Probablemente asumirá que chismeas sobre él, ¿pero qué importa?

Ella tragó saliva, mirando de izquierda a derecha en lo que sus mejillas se tornaban rojas a una velocidad inhumana. Le sonreí de labios cerrados, sabiendo que ya con eso la había convencido.

— Okey, te contaré, pero solo... no le digas a Riddle, ¿si? — me pidió. Asentí.

— Está bien — acepté, apoyando mi mentón sobre mi puño en lo que la observaba, a la espera de que me contara —. Soy una tumba.

Obviamente le iba a ir con el chisme a él después.

— Bueno, lo que pasa es que dicen que es... asexual — casi susurró la palabra —. O gay. Y eso es porque nunca se le había visto con una chica antes — hizo un mohín —. Al menos no a como se le ve... contigo...

Asentí.

— Ta bueno — dije —. ¿Pero por qué tiene que ser gay por eso? tal vez solo tiene gustos muy exigentes — ofrecí, encogiéndome de hombros. Ahora ella fue quién asintió.