ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3.

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Ocho horas de vuelo después por fin habían llegado a Londres, lugar donde ocurriría la tan espera boda de su hermana menor.

- No nos conocemos de nada, por lo cual deberíamos invertanos una historia por si, ya sabes, nos empiezan a cuestionar. - habló Louis.

Ambos chicos estaban fuera del aeropuerto con sus respectivas maletas esperando por un taxi.

- De acuerdo, pero primero dime algunas cosas relevantes sobre ti y de tu familia. Por ejemplo tu edad. - Harry le hizo la parada a un taxi, el cual se detuvo enfrente de ellos.
El ojiverde subió las maletas y ambos entraron al vehículo.
Louis le tendió una tarjeta al taxista donde estaba indicada la dirección de la boda.

- Tengo 27 años, en diciembre cumpliré 28, tengo seis medios hermanos, bueno 5 hermanas y mi hermano menor, soy el mayor, soy de Doncaster, mi mamá se llama Johanna pero le gusta que le digan Jay. Me gustan los perros, odio a los malditos aguacates. - hizo una mueca de asco y Harry rió.

- ¿Por qué los odias? Son deliciosos.

- Es comida de moda, no los soporto. ¿Has visto a la gente en Los Angeles? Siempre con sus malditas tostadas con aguacate. Tú tienes cara de que comes esas porquerías, las comes ¿verdad?

- Lo hago, son saludables - rió y Louis rodó los ojos.

Desde siempre ha odiado los aguacates. - Ahora pláticame de ti.

- Soy de Holmes Chapel, tengo una hermana mayor, en febrero cumpliré 26, me gustan los aguacates. Mi mamá se llama Anne. Me gustan los gatos. - sonrió, haciendo que sus hoyuelos resaltaran.

- Dios, somos tan opuestos. - suspiró viéndolo a los ojos. - Tus ojos son muy bonitos, tan hipnotizantes.

Harry se ruborizó y asintió dándole la razón.

- Los tuyos también son bonitos, el azul más atrapante que existe.

Louis rió y balbuceó algo que ninguno de los dos entendió.

- ¿Tienes tatuajes? - preguntó el ojiazul después de darse cuenta de la pequeña cruz que el rizado tiene en tatuada en la mano.

- Si, tengo muchos tatuajes ¿te incomodan?

- No, yo también tengo tatuajes, algunos muy estúpidos que me hice en la adolescencia.

Harry sonrió y Louis siguió mirando sus tatuajes de la manos

- Entonces somos novios. - el ojiazul levantó la vista para prestarle atención. - ¿Cuánto tiempo se supone que llevamos saliendo? ¿Cómo nos conocimos?

- Mmh, podríamos decir que llevamos un año siendo novios, no podemos decir que llevamos más porque Jay preguntaría por qué no le había contado de ti. Pero tampoco podemos decir que llevamos meses saliendo porque sería muy pronto para presentarte con mi familia. - El ruloso asintió dándole la razón.

Tenía un buen punto.

- Tienes razón, un año de novios. Ahora ¿cómo conociste al probablemente el amor de tu vida?

- Ambos estábamos en los baños, tú me orinaste los pies por accidente y dijiste "Oops" a lo que yo te contesté "Hi" y así empezamos a salir.

Harry rió a carcajadas, ganándose unas miradas extrañas por parte del chófer.

- La mejor historia de la vida, pero no podemos decirles eso. Podemos decir que yo, un ciclista, iba a cruzar la calle pero tu no viste que el semáforo estaba en rojo y casi me atropellas. Se ve más creíble que la del baño.

- Está bien, sería algo que probablemente si haría, así que lo creerán.

El taxista los dejó en su destino.
Una bella casa azul.
Grande, demasiado grande y algo antigua de dos pisos. Con un bonito césped y muchas plantas a su alrededor. Unos escalones para subir a la puerta. La casa está a las fueras de Doncaster.

- Bienvenido a mi casa.

- Es bonita, me recuerda a la casa de mi abuela.

Harry cargó ambos equipaje, subieron los escalones y Louis tocó el timbre de la casa.
Una ojiazul castaña abrió la puerta.

- ¡Fizzy! - exclamó Louis abrazando a su hermana con mucha alegría.
Tenía años que no iba a casa por lo tanto no había visto a sus hermanos en mucho tiempo.

- Pensé que no vendrías. - besó su mejilla sonriendo hasta que su vista cayó en el rizado quien sonreí enternecido. - ¿No vas presentarnos?

- Oh, si. Fizzy el es Harry, Harry ella es una de mis hermanas, la tercera.

Ambos estrecharon su mano en un amistoso saludo.

- Mucho gusto, Harry. Soy Félicité, hermana de ese idiota. - Harry rió. - ¿Eres su amigo? Pensé que no tenía amigos.

- En realidad, soy su novio. - volteó para ver a Louis, quien se sonrojó al instante.

La castaña abrió la boca impresionada.
Hace tan solo algunos meses, para ser exactos 13 meses atrás, Louis la llamó por teléfono, quien se encontraba demasiado borracho y llorando, extrañando a su ex.

- ¿No-novios? ¿Desde cuándo?

- Desde casi un año. - sonrió Harry aún cargando las maletas.

Fizzy se dio cuenta, y dejó que ambos pasaran.

- Phoebe. - llamó la mayor a su hermana.

Una cabellera castaña apareció de inmediato.
Harry hizo contacto visual con ella y le sonrió.
La chica se sonrojó y le devolvió la sonrisa.

«Sus hermanas se parecen demasiado a Louis, es como verlo con cabello largo.» pensó y río internamente.

- Ve a mostrarle la habitación a Harry.

- Oh cierto, mis padres tienen esa creencia de que los novios deben dormir en habitaciones separadas. - habló el castaño y Harry asintió.

- Tonterías. - apareció Jay secándose las manos con una toalla de cocina.
Louis sonrió y la abrazó por unos largos segundos antes de que Jay se separara. - ¿Quién es este apuesto jovencito?

- Él es Harry, mi novio. - murmuró bajo.

- Mucho gusto señora, Louis siempre habla maravillas de usted. Tenía muchas ganas de conocerla. - estiró su mano para saludarla pero Jay frunció el seño, tiró de su brazo y le dio un cálido abrazo. - No me digas señora, me haces sentir muy vieja. Dime Jay.

- Está bien, Jay. - sonrió amistoso.

- ¿Por qué no nos habías dicho que tenías novio? ¿Eh, Louis? - la mayor entrecerró los ojos fingiendo molestia, Louis bajó el rostro avergonzado.

- No había encontrado el momento perfecto para decirles... - susurró.

- Espero que tú tampoco rechazes a mi hijo si te propone matrimonio.

- ¡Mamá!

Louis solo deseaba desaparecer de ahí.
El ambiente se volvió tenso, Louis miraba sus zapatos.
Nadie decía nada.
Hasta que Harry carraspeó.

- ¿En dónde puedo dejar las maletas?

- Ay cierto, perdón querido. De seguro las maletas están muy pesadas. Phoebe muéstrales la habitación de ambos.

- ¿Ambos? - preguntó Louis frunciendo ligeramente el ceño. - ¿y la costumbre de que los novios duermen en habitaciones separadas?

- LouLou, es tu novio, ambos pueden dormir juntos. Además las habitaciones ya están ocupadas por nuestra familia. No me importa que duerman juntos. Y no es como que ustedes no hayan dormido juntos antes.

Louis tenía problemas.
Muchos problemas que serían fácilmente de enumerar.
Si se oponía podrían sospechar de él.

- De acuerdo. - asintió no muy seguro.

ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora