ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 8.

Al día siguiente el ojiazul despertó con una resaca insoportable y ni siquiera había bebido demasiado para tener una.
Su cuerpo no sabe cómo asimilarlo.

Se tocó la cabeza, sentía que en cualquier momento le explotaría.
Abrió sus ojos viendo cada parte de la habitación.
Como reflejo, Louis miró al piso encontrando su ropa y la de Harry tirada por doquier.

Inmediatamente Louis se miró dándose cuenta que sólo estaba en ropa interior, miró a su izquierda - donde Harry estaba profundamente dormido - y también estaba en bóxers.

«Mierda, mierda, mierda»

Un pensamiento llegó rápidamente a su cabeza.

«¡Me acosté con Harry!»

En su pequeña crisis existencial, Harry se despertó.

— Buenos días, Lou. — dijo, su voz mañanera se escuchaba aún  más grave, lenta y profunda.
Se sentó en la cama aún si destaparse.
Algo se removió dentro de Louis al escucharlo.

— Bu- buenos días. Yo am... ¿Nosotros...?

— No, Louis. Nada pasó. Estabas demasiado ebrio como para siquiera ponerte de pie.

Un suspiró de alivio salió de lo más profundo de su ser.

— Bien, ¿Por qué estamos semi- desnudos?

— Juro que te dejé con ropa, solo te quité los zapatos y el cinturón. En lo que respecta a mi, pues me gusta dormir así.

— ¿Entonces yo me quité la ropa?

— Sip.

— De acuerdo, tomaré un baño para quitar este horrible olor  alcohol.

— Dejé una aspirina en la mesita de noche y también un vaso con agua.

— Gracias, Harry.

Harry asintió, se levantó de la cama y recogió las ropas de ambos echándola en un cesto.

Louis tomó una ducha rápida.
Ambos se cambiaron y bajaron a desayunar.
Harry le contó todo lo que había hecho y Louis no sabía cómo iba a mirar a su hermana.

— Buenos días, chicos. — sonrió Jay mientras tomaba una taza con té.

— Buenos días. — respondieron al unísono.

— ¿Y Lottie? — preguntó el castaño.

— Ya se fue a su luna de miel, cariño. Anoche después de lo que sucedió.

— Quería disculparme con ella sobre eso...

— No volverá hasta dentro de un mes. Por cierto, Sam vendrá a desayunar y a pasar el resto del día aquí. Espero que no te incomode.

— Está bien. — sonrió falsamente.

«Puedo sobrevivir a pasar un día con él.»

— Tomen asiento. — sonrió su mamá.

Ambos tomaron asiento en la gran mesa del comedor.
Sus hermanos ya estaban ahí.
Phoebe y Daisy estaban hablando entre ellas, ajenas a los demás.

Fizzy sonreía a Louis y a Harry.

Harry le sonrió de vuelta y miró al castaño.

— ¿Estás bien? — preguntó.

— Sam vendrá a desayunar y a quedarse todo el día. ¿Parezco que estoy bien? — murmuró.

Harry tomó su mano dándole un apretón.