ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 17.

Louis empezó a parpadear varias veces, trayéndolo nuevamente a la realidad.

Jamás había ido hasta donde estaba Harry ni mucho menos se habían besado.
Todo había sido obra de la mente de Louis.
Se había quedado dormido despierto imaginando cosas que no eran.

«Mierda, eso fue tan real»

Miró de nuevo a Harry y este le regresó la mirada.

«Mierda, mierda, mierda ¡Me vio! Estoy jodido»

Harry se acercó hacía Louis y sonrió.

— No sabía que te gustaba venir aquí. — Harry tomó asiento al lado de él. — Hola, Boo.

— Iba pasando por aquí porque iba a visitar a un amigo que vive cerca de aquí y me dio sed así que entré a tomar algo. Hola, Hazz.

Harry sonrió ante el apodo.

— ¿Ya pediste?

— Aún no, no sé que pedir. — tomó el menú.

— Cualquier bebida es buena, Boo. — Harry tomó las manos de Louis despitadamente para agarrar bien el menu.

Louis agradecía la poca iluminación del lugar, estaba sonrojado y no quería que Harry lo viera.

— Quería agradecerte por cuidar de mi ese día que... ya sabes... del bar gay.  — sonrió de lado Louis.

Harry asintió.

— Está bien, Louis. Eres mi amigo y tenía que cuidar de ti.

Louis no pudo evitar decepcionarse.

"Amigo"

«Al menos soy su amigo»

— Porque los amigos se deben cuidar mutuamente y como somos amigos pues nos cuidaremos mutuamente.

«Ya me quedó claro que sólo somos amigos, ya cállate»

— Si, Harry. ¿Viniste solo? — preguntó fingiendo desinterés.

— Um no, Félix vino conmigo. Este karaoke es nuestro lugar especial. Ambos lo amamos.

— Que bien.

Hubo un silencio muy incómodo que se podía romper si hablaban de nuevo o se besaban.

— Tenía años sin verte... — empezó a hablar Harry. — ... ¿Cómo has estado?

— Supongo que bien, terminé con Sam.

Harry quería sonreír, su Boo no tenía pareja y eso lo hacía feliz.

— ¿Está mal si preguntó el por qué?

— No. — sonrió Louis. — me engañó con otro chico, ese día llegué temprano del trabajo y bueno, fue el pasivo.

— Lo lamento, Lou.

Claro que no lo lamentaba. Estaba feliz de que por fin lo había dejado y todo gracias a qué Sam lo arruinó.

— ¿Tú como has estado? — preguntó Louis mirándolo.

— Pues he estado bien, ya sea sentimentalmente o económicamente. Me siento pleno.

— Oh, ¿Entonces has tenido novios?

— No eran tan formales como para llamarlos novios pero si.

— Que bien...

Ninguno de los dos dijo nada por dos minutos hasta que Louis se aclaró la garganta.

— ¿Cómo conociste a Félix?