ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 22.

Louis había llegado al otro lado de la ciudad, a las afueras.
Estaba enfrente de la casa y tocó el timbre.

Harry abrió la puerta sin mirar quien era.

- ¿Cómo se portó Ed-? - dejó a media pregunta al aire pues vio a Louis parado con un ramo de tulipanes blancos.

Que en el idioma de las flores significa pureza e inocencia pero también se ocupan para pedir perdón.

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes que estaba aquí?

- Me encontré con Félix y me dijo que estabas aquí. Te busqué toda la mañana.

- Maldito... - murmuró.

Louis le entregó las flores a Harry, de mala manera las aceptó y las puso en un jarro con agua.

El ojiverde invitó a pasar.
La casa era acogedoramente pequeña.
Con una cocina vintage, dos habitaciones, una sala, un baño y el jardín.

- Me gusta la casa, está muy bien decorada. - dijo Louis tratando de romper el silencio incómodo que se había formado.

Harry asintió, se sentó en uno de los sofas.
Simplemente estaba en bóxers y bebiendo té.

Louis trató de apartar la mirada pero su curiosidad era más y admiró al bello chico que tenía enfrente.

Se sentó al lado y suspiró.

- Vine porque quería pedir perdón. Lo de ayer fue un malentendido, se me olvidó que te iba a ver ese día porque seguía pensando que el sábado nos veríamos. Y con el chico que estaba es solo un amigo que no veía desde hace años. Lo siento, Harry. Por dejarte plantado y gracias por los tulipanes... busqué el significado en internet. - ambos chicos se sonrojaron, Harry no pensó que Louis buscaría el significado de los tulipanes rojos.

Harry asintió ante la disculpa del ojiazul.

- Está bien, Louis. Actué de mala manera, ni siquiera somos algo y estaba muy enojado. Así que también te pido una disculpa. No fue correcto gritarte ni mucho menos llamarte pendejo.

Ambos rieron.

- Tampoco debí de mandarte al carajo cuando yo tuve la culpa de no recordar nuestra cita.

- ¿Estamos bien?

- Estamos bien.

Y otra vez, silencio.

Fácilmente podían escuchar las respiraciones del otro.
El silencio ni siquiera era incómodo.
Era demasiado cómodo.

Louis miró a Harry y Harry lo miró de vuelta.
Estaban demasiado cerca.

Harry se apegó más él.

Louis sonrió de lado, sus manos estaban en la mandíbula marcada del rizado.
Y las manos del ojiverde en la cintura del ojiazul.

Ambos estaban nerviosos por la cercanía del otro, parecían dos adolescentes.

Harry no dudó en besarlo, ambos lo ansiaban.
El beso era lento, sin prisas y algo que los dos deseaban desde hace mucho.

Las manos del ojiazul fueron hasta el cabello del rizado, jugando con algunos rulos y después jalarle la mata de rizos.

Harry soltó un jadeo, amaba que le jalaran el cabello. Así siguieron por algunos segundos antes de que Louis rompiera el beso para mirar de nuevo a Harry.

Estaba sonrojado, con el cabello alborotado y los labios rojos e hinchados.

Nuevamente Harry atacó los labios del ojiazul, introduciendo su lengua en la cavidad de Louis, quien gustoso aceptó.
En el proceso Louis jugaba con los rizos tirando un poco de ellos haciendo que Harry jadeara.