ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 16

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Louis había descartado la idea de dejar ir a Harry.
Después de meditarlo dos segundos se arrepintió de la simple idea de dejarlo ir.

Una idea estúpida al parecer.

— ¿Ese chico será su novio? — preguntó Louis mirando a Zayn.

Zayn se abstuvo de rodar los ojos.

— ¿El beso que se dieron no te lo confirmó?

— Liam y tú se besaban antes de que fueran novios.

— ¿Y? Es diferente. — sonrió Zayn.

— Si quiero recuperar a Harry tendré que conquistarlo de nuevo y no me importa que tenga novio.

— Oh por dios, Louis. Serás el cuerno. No puedo permitirte que seas el cuerno. Ten tantita decencia.

— Pero...

— Pero nada Louis, ahora cómete la ensalada y el guacamole. — Zayn había obligado a Louis a que lo acompañara a comer a un restaurant que su especialidad eran las ensaladas de todo tipo.
Louis odiaba las ensaladas pero haría cualquier cosa por su mejor amigo.

— El guacamole casero es el mejor invento del mundo. Le beso el cerebro al que se le haya ocurrido.

— Si sabes que está hecho de aguacate ¿Verdad?

— ¿Qué? — Louis ya se había metido a la boca una cucharada de guacamole.

Zayn se empezó a reír hasta el punto que estaba llorando de la risa.

Toda la vida de Louis había sido un engaño. Amaba el guacamole pero odiaba con su vida los aguacates.

Que ironía.

— ¿Cómo no vas a saber que el guacamole es de aguacate? — Zayn se limpió el último rastro de lágrimas que habían en sus ojos. — Sólo un estúpido no lo sabe.

— Te odio. ¿Por qué nunca me dijiste? — escupió el guacamole en una servilleta.

— A veces pienso que Jay te tiró de bebé.

Continuaron comiendo cuando vieron pasar a Harry con Félix.

Ambos iban platicando y tomados de la mano.

— Ya regreso. — dijo Louis mientras de levantaba de su asiento.

— Ni se te ocurra, William.

— Sólo veré que no hagan nada.

Zayn no creía de lo que iba a hacer Louis.
No lo creía capaz.

Iba a seguirlos.

— Eres imposible. — murmuró una vez que se fue.

Probablemente Louis se arrepentiría más tarde de haberlos seguido pero no lo culpen, no es su culpa ser tan curioso y celoso.

A pasos sigilosos Louis iba detrás de ellos con una diferencia de varios metros como si fuera una distancia social.

Harry y Félix iban platicando como normalmente harían los amigos.

«Bien, no van haciendo nada. Fue una estupidez seguirlos.» pensó.

— Louis nos está siguiendo. — susurró Félix.

— Lo noté desde hace dos calles cuando chocó con un chico y le dijo "maldito perdedor".

— ¿Y por qué no has volteado a verlo?

— ¿Y qué se supone que le diré? “Oh, Louis. Hola. Ya había notado que nos estás siguiendo. ¿Quieres ir al karaoke con nosotros?”.

ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora