ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13

— ¿Soy estúpido? — preguntó Louis mirando a su mejor amigo.

Zayn estaba manchado de pintura, se encontraba haciendo un retrato de un chico.
Louis, acostado en el viejo sofá del estudio del moreno, miraba los trazos que hacía Zayn con suma concentración.

— ¿Todavía lo preguntas? Lo eres y más por dejarlo ir. Ya pasaron tres años, Lou. Probablemente le rompiste el corazón.

— Me arrepiento día y noche. Siempre tengo presentes sus ojos cristalizados.

— Y pensar que al poco tiempo Sam te engañó, que ironías de la vida.

Ninguno de los dos habló.
Louis ya tenía 30 años, en pocos meses cumpliría 31.
Se sentía muy viejo.
Desperdició dos años de su vida en la segunda oportunidad que le dio a Sam.
Sólo para que un día llegara al departamento que compartían, abriera la puerta de su habitación y encontrara a Sam siendo embestido por un chico pelirojo de ojos azules y rizado.

Sam trató de contactarse con Louis y esta vez fue el turno de Louis de bloquearlo de todos lados.

— ¿Quién es el chico que dibujas? ¿Es Liam?

— No, no es mi Liam. Es un chico que trabaja en una tienda de dulces británicos. Deberías ir, ahí venden los bisquets de mantequilla que te encantan.

— Iré luego... ¿Has hablado con el chico?

— Podríamos decir que es un conocido.

— ¿Y de dónde es?

— No lo sé, pero por su acento estoy seguro que es latino.

Acabo el retrato sonriendo con orgullo.
Limpió la pintura de sus manos con su viejo trapo.

— Deberíamos salir.

— ¿A dónde?

— De fiesta, tenemos mucho tiempo sin ir a algún antro.

— Invitaré a los chicos.

La noche llegó y ambos chicos estaban listos.
Iban algo casuales.
Se veían sexis y no lo podían negar.
Fácilmente llamarían la atención.

Se encontraron con Niall y Liam en el antro más famoso de la ciudad “Le Amour”.
Un bar - antro gay.

Entraron y fueron directamente a la barra.
Un chico se acercó a Liam pero Zayn lo ahuyentó.
Llevaban 2 años de relación y estaban comprometidos.

Louis estaba feliz por ellos, sería el padrino de Zayn y Niall el de Liam.

La música se escuchaba demasiada alta, los cuerpos sudorosos estaban al máximo.
Se podía sentir la tensión sexual en el aire.

Louis ya estaba ebrio, tan solo había bebido cinco cervezas.
Los chicos se burlaban por su poco aguante al alcohol.

El ojiazul se dirigió a bailar, se sentía demasiado acalorado.
Se quitó su camiseta aventándola por algún lugar.

Jamás se había desnudado en público, ni siquiera cuando iba a las piscinas públicas se quitaba la parte de arriba.

— Deberíamos grabarlo. — sugirió Niall.

— Concuerdo con el irlandés. — habló Liam.

Zayn sacó su celular para grabar a Louis borracho, podría manipularlo con ese vídeo.

De un momento para otro dejaron de ver a Louis.
¿Dónde se había metido ese hombre?

Zayn, Niall y Liam empezaron a buscarlo por todos lados pero simplemente no aparecía.

— Mierda, ¡LOUIS ¿EN DÓNDE DEMONIOS ESTÁS?! — Gritó Zayn pero por la música no se escuchó.

Mientras tanto, Louis se encontraba besándose desesperadamente con alguien.

Louis estaba por bajarle la bragueta del pantalón pero la mano del chico lo detuvo.

— Es-espera. — murmuró con la respiración agitada. — Estás borracho.

— No lo suficiente. — metió sus manos debajo de la camiseta del chico.

El chico soltó un jadeo.
Deseaba a Louis pero no era correcto.

— No, estás borracho. Vamos a llevarte a tu casa.

— Mejor vamos a la tuya. — besó su cuello y sonrió.

El chico le entregó su saco a Louis quién gustoso se lo puso sin rechistar, tomó la mano del ojiazul y salieron de ahí.
Llegaron a un bonito departamento y Louis no perdió la oportunidad de besarlo nuevamente una vez que se encontraban dentro.

— No puedo hacer esto, no estás en tus cinco sentidos. — se separó del beso alejando a Louis.

— ¿Y?

— Soy un hombre con valores e ideales que piensa que está mal aprovecharse de alguien ebrio. Vamos a dormir.

— ¿Sólo dormir?

— Sip.

El chico guió a Louis a la habitación de invitados pero Louis no quería dormir solo.
Odiaba dormir solo.

— Duerme conmigo.

— De acuerdo. — aceptó el chico.

Louis se quitó la ropa quedando en bóxers.
El chico también quedó en bóxers.
Puso un límite con almohadas que Louis no respetó porque a mitad de madrugada se volteó para abrazar al chico.

Cuando despertó a la mañana siguiente había una aspirina y un vaso con agua.

Miró todo, ropa por doquier.

«Te acostaste con un extraño, ¿Y si te pegó una enfermedad?»

Un lindo hombre entró a la habitación con una bandeja.
El olor a huevo y tocino pronto inundó la habitación y el estómago de Louis rugió.

Louis no había notado el chico pero la voz profunda y calmada lo sacó de sus pensamientos.

— Buenos días, Boo.

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Última actualización por hoy c:

Lots of love.
Bay.