ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 33.

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Harry y Louis despertaron en la habitación de hotel.
Tapados únicamente con una sábana blanca que cubría su desnudez por la noche anterior.

El rizado fue el primero en despertar.

Su cadera dolía, Louis tiene una fuerza superior a la de él.
Para ser una persona de mediana estatura es muy fuerte.

Harry observó dormir a Louis como si fuera un psicópata mirando a sus víctimas.

Pero no lo pueden culpar, él sabe apreciar el arte cuando lo ve, y Louis es arte.

Su flequillo caía sobre su frente, tapándole la mitad del ojo izquierdo - ya que estaba acostado del lado izquierdo - sus finos labios estaban ligeramente entreabiertos haciendo que su respiración fuese más calmada y lenta.

Harry no pudo evitarlo, y le acarició la mejilla y después el cabello.

- Eres perfecto. - susurró.

Louis entre abrió los ojos pero los cerró nuevamente por la luz que se filtraba en la mañana.

- Cierra la maldita ventana.

- No puedo ni levantarme, cierrala tú.

- A mi también me duele el trasero. - murmuró molesto.

Harry rodó los ojos, se levantó a cerrarlas y regresó a la cama.

- Me agradaba la vista. - sonrió Louis coqueto y Harry rió.

- ¿Alguna vez has pensado en regresar a Inglaterra? - el rizado cambió de tema.

- No lo sé, llevo como 10 años viviendo en Estados Unidos, ya me acostumbre al clima de allá.

- A mi si me gustaría regresar, me encanta California pero prefiero estar mil veces en Manchester. Puedo tomar chocolate todo el año.

Louis sonrió y se acurrucó en el pecho de Harry.

- Tal vez, en un futuro regrese a Inglaterra. - empezó a delinear el tatuaje de la mariposa. - Me gusta este tatuaje.

- ¿En serio? Gemma se burla porque mis dos pezones extras hacen que tenga ojos la mariposa.

Louis rió.

- Es verdad. Pero se ve tierno, una mariposa feliz.

- El tatuaje que tienes en las clavículas, te hace ver sexi. - sonrió Harry abrazándolo.

- Por algo lo tatué ahí.

- Deberíamos levantarnos, Zayn nos invitó a ir a la piscina.

- No quiero, se nos verá las marcas que tenemos alrededor del cuerpo porque AlGUIEN creyó que era buena idea hacerlas.

- Anoche no te quejabas cuando las estaba haciendo, incluso te enojaste cuando lo dejé de hacer.

Louis se sonrojó y apartó la mirada.

- Estaba caliente, no pienso bien cuando estoy así. - murmuró.

Harry rió y le dió un beso en el cabello.

- Vamos a darnos una ducha para ahorrarles agua al hotel.

- No quiero levantarme.

- Tienes el trasero sucio.

- Tú también.

- Dios, somos unos asquerosos, que asco. - rió el rizado frunciendo el entrecejo.

- Iugh.

Ambos se levantaron adoloridos de la cama y entraron a darse una ducha que duró más de lo esperado.

- No quiero ir con Zayn, es mi mejor amigo pero probablemente necesite privacidad con su marido. Mejor vamos a dar una vuelta o algo así.

- ¿Una cita?

- Una vuelta.

El rizado rió, ambos decidieron ponerse ropa ligera, era verano por lo cual no hacía tanto frío y tampoco estaba lloviendo.
Pero por si las dudas llevaron un paraguas.

Salieron del hotel sin rumbo, no sabían a donde ir. Se sentían como unos turistas conociendo por primera vez Londres.

- Deberíamos ir a visitar a mi amigas más personal, la reina Isabel. - sugirió Harry y Louis rió.

- Claro y la reina no mandó a asesinar a Lady Di. - habló con sarcasmo.

- Vamos a The Abbey Road Avenue. Y caminemos como The Beatles.

- De acuerdo. - sonrió.

Tomaron un taxi para llegar más rápido.

Iban mirando las bellas calles de Londres, se sentía como estar en casa.

Llegaron a su destino, para la suerte de ambos no pasaba ningún automóvil por ahí por lo cual pudieron hacer una sesión fotográfica. Y como buenos británicos, se quitaron los zapatos para imitar la pose de John Lennon cuando posó junto con los demás Beatles para su álbum del mismo nombre que la calle.

Corrieron al otro lado de la calle para evitar ser atropellados por el carro que iba por la calle.
Ambos se pusieron nuevamente los zapatos y se sonrieron mutuamente.

Estuvieron paseando casi todo el día, apenas eran las cinco y empezaba a anochecer.

- Empieza a hacer frío.

- ¿Quieres regresar al hotel?

- Quiero ir a cenar. - habló Louis y Harry asintió.

Entraron a un pequeño restaurante.
Pidieron algo ligero y se sentaron en una mesa.

- Me agrada este lugar.

- A mi también, Lou.

- ¿No haz pensando en el futuro? ¿Cómo te ves dentro de 10 años? - preguntó mientras le daba un mordisco a su emparedado.

- Supongo que estaré casado y espero estar en Inglaterra. - sonrió Harry remojando su galleta en su té caliente.

- ¿Crees... crees que aún estemos juntos? - preguntó tímidamente.

- Si lo que quieres es deshacerte de mi, ten por seguro que no será fácil, desde lo más profundo de mi corazón pienso que seguiremos juntos. Estuvimos separados mucho tiempo y no esperaré más tiempo.

Louis sonrió y le dió un beso en la mejilla.

- Tienes un poco de salsa.

- ¿En dónde? - pregunto el rizado tratando de limpiarse.

- En la mejilla.

- ¿Aquí?

Louis rió y negó.
Tomó una servilleta y le limpió la comisura de los labios.
Ambos se miraron a los ojos y Louis no pudo evitar sonreír y darle un beso casto.

Louis se había enamorado profundamente de Harry. Y nada ni nadie los podría separar.

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¿Preparados para un salto en el tiempo?
Esto es la Rosa de Guadalupe así que eso justifica el lapso del tiempo.

Cuando termine ésta haré algunos extras de la vida de Harry y Louis en el tiempo que se separaron porque estuve escuchando From The Dining Tablet y Miss You y tremendo bajón que me dio que me puse triste.

Vayan a leer Eroda, gracias los amo.

Lots of love.
Bay.

ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora