ʙᴀʙʏ.

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—M-mierda Harry. — gimió Louis mientras era embestido por Harry. — Más, r-rompéme el culo. — murmuró bajo tratando de no gemir muy alto.

El rizado rió y aumentó las estocadas.
Ambos estaban sudorosos y cansados.
Pronto llegaron al orgasmo y Harry salió de él.

Anteriormente Harry había sido bottom y eso era algo que les gustaba compartir.

A veces era Harry y a veces Louis.
Y cuando no estaban saciados cambiaban de roles. Siendo Harry top o viceversa.

El ojiazul abrazó por la cintura al rizado, amaba hacer eso y más cosas. Jugó con los rulos de su largo cabello. Había decidido dejar crecerlo sólo para complacer las fantasías de su marido; ponerlo en cuatro y jalarle el cabello y hacerle una coleta improvisada mientras le hacía una mamada.

Llevar casi dos años de matrimonio no había sido diferente a su noviazgo. Ahora se tenían más confianza que antes y seguían teniendo los mismos hábitos.

Como Harry siendo little spoon y eso no cambiaría nunca.
El ojiverde suspiró y se apegó más a su esposo.

— ¿Harry...?

— ¿Sí?

— Te amo.

— También te a-

Un llanto interrumpió a Harry, suspiró con pesadez, se levantó de la cama y se puso los primeros bóxers que encontró en el suelo.

El ojiverde fue a la última habitación del pasillo de su casa.
Abrió la puerta de la habitación, tanteo para encontrar el interruptor.

La pequeña figura de su hija en su cuna de madera hacía que su corazón se derritiera de ternura. Estaba parada recargándose en los barrotes de madera. Miró a Harry y empezó a mover sus piernitas emocionada. Tomó el conejito de felpa que su tío Félix le había regalado y se lo mostró a su padre.

Tan sólo bastaba con mirar a su pequeña de dos años para saber que era la niña más preciosa que el ojiverde había conocido.

Y a los ojos de sus padres era perfecta. Cabello azabache y lacio, ojos rasgados, grandes y expresivos. Su piel era suave y bronceada.

La infante fue adoptada por la pareja en algún país de Asia, un país donde la pobreza abunda y sólo viajaron miles de kilómetros para conocer a su futura hija.

La niña sólo tenía un año cuando fue adoptada por la pareja.

Los habitantes de la región hicieron un rito que llevan haciendo desde hace años cuando alguien adoptaba a un niño de su aldea.

Kannitha, ese era el nombre de la bebé en su idioma natal. Harry y Louis habían decidido dejarle su nombre por el bonito significado; Ángel.

— Mi pequeño Ángel. — sonrió Harry cargando a su bebé. — ¿Tienes hambre? Supongo que si, son las tres de la mañana y siempre comes a esta hora.
Llevó a la bebé hasta su sagrada cocina.

Con la mano libre preparó su biberón, provocando ruido.
Louis salió de la habitación - vestido con el boxer de Harry -, encontrando una tierna escena.

ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora