65- Rutina de placer

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Era increíble la capacidad que tenía Cameron para agradar, su carisma era tal que Kenzo, incluso contra todo pronóstico después de algunas horas hablaba animadamente con ambos hombres

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Era increíble la capacidad que tenía Cameron para agradar, su carisma era tal que Kenzo, incluso contra todo pronóstico después de algunas horas hablaba animadamente con ambos hombres.

― Entonces, querido, ¿tienes novio, amante, sextoy?

El asiático hizo una mueca y negó mientras continuaba atento a la computadora.

― No, estoy solo.

― ¿Qué carajo les pasa?, son guapos, podrían tener a quien quisieran.

Sharik se mantuvo en silencio del mismo modo que el informático, cualquier dato que le diera a ese boquiflojo sería su ruina.

― Sin embargo, nuestro Shak seguro tiene una linda verguita de vez en cuando.

― Dios, dime que no dijiste eso — esbozó Kenzo bebiendo café — ¿Qué te hace pensar que te contaríamos nuestra vida sexual cuando apenas te conocemos?

― El sexo es sexo, puedes hablar abiertamente de él.

― Cam, dudo que haya alguien que hable como tú.

― ¡Cierra la boca!, tú eres amigo de Bastian Driesen de seguro has escuchado cosas peores.

― Me declaro culpable.

Sharik levantó la mano a modo de disculpa.

― Bueno, entonces les contaré mi rutina del placer.

― ¿Qué?, no, Dios, por favor...

Kenzo se echaba aire e intentaba concentrarse en el trabajo, ¿qué había hecho para merecer eso?

― Escuchen y aprendan pequeños saltamontes —. Sharik rio y negó de nuevo.

― Como si tuviéramos alternativa.

― Tengo una rutina con mi esposo. Lo llevamos adelante al menos una vez por semana.

Los hombres se mantuvieron en silencio cada uno en su trabajo y Cameron se aclaró la garganta.

― ¿Y bien?

― ¿Qué?

― ¿No van a preguntar?

― Bien, Sr. Callum ¿De qué trata?

― A él le gusta la lencería.

Los ojos grises fueron hacia Cameron. Bien, ahora tenía toda su atención. Kaz ya le había contado que a él también le encantaba.

― Cada semana voy a alguna tienda y elijo algo sensual. La última, fue un sostén de encaje y una tanga transparente con raso rojo.

― ¡Vaya!

― Sí muy caliente, Kenzo. Verás, decidimos eso porque nuestros trabajos nos absorben, sobre todo a él y decidí que no sólo quería sexo cada noche. Una vez por semana quiero que sienta ganas de jugar con mi cuerpo.

AMAZONIA S.B.O Libro 9 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora