Era increíble la capacidad que tenía Cameron para agradar, su carisma era tal que Kenzo, incluso contra todo pronóstico después de algunas horas hablaba animadamente con ambos hombres.
― Entonces, querido, ¿tienes novio, amante, sextoy?
El asiático hizo una mueca y negó mientras continuaba atento a la computadora.
― No, estoy solo.
― ¿Qué carajo les pasa?, son guapos, podrían tener a quien quisieran.
Sharik se mantuvo en silencio del mismo modo que el informático, cualquier dato que le diera a ese boquiflojo sería su ruina.
― Sin embargo, nuestro Shak seguro tiene una linda verguita de vez en cuando.
― Dios, dime que no dijiste eso — esbozó Kenzo bebiendo café — ¿Qué te hace pensar que te contaríamos nuestra vida sexual cuando apenas te conocemos?
― El sexo es sexo, puedes hablar abiertamente de él.
― Cam, dudo que haya alguien que hable como tú.
― ¡Cierra la boca!, tú eres amigo de Bastian Driesen de seguro has escuchado cosas peores.
― Me declaro culpable.
Sharik levantó la mano a modo de disculpa.
― Bueno, entonces les contaré mi rutina del placer.
― ¿Qué?, no, Dios, por favor...
Kenzo se echaba aire e intentaba concentrarse en el trabajo, ¿qué había hecho para merecer eso?
― Escuchen y aprendan pequeños saltamontes —. Sharik rio y negó de nuevo.
― Como si tuviéramos alternativa.
― Tengo una rutina con mi esposo. Lo llevamos adelante al menos una vez por semana.
Los hombres se mantuvieron en silencio cada uno en su trabajo y Cameron se aclaró la garganta.
― ¿Y bien?
― ¿Qué?
― ¿No van a preguntar?
― Bien, Sr. Callum ¿De qué trata?
― A él le gusta la lencería.
Los ojos grises fueron hacia Cameron. Bien, ahora tenía toda su atención. Kaz ya le había contado que a él también le encantaba.
― Cada semana voy a alguna tienda y elijo algo sensual. La última, fue un sostén de encaje y una tanga transparente con raso rojo.
― ¡Vaya!
― Sí muy caliente, Kenzo. Verás, decidimos eso porque nuestros trabajos nos absorben, sobre todo a él y decidí que no sólo quería sexo cada noche. Una vez por semana quiero que sienta ganas de jugar con mi cuerpo.
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AMAZONIA S.B.O Libro 9 (Romance gay +18)
Romance"El amor todo lo puede... Ya no estoy tan seguro de eso, es difícil creerlo cuando miro tus ojos y sé que te estoy perdiendo". Bastian Driesen es un joven de 18 años que jamás se ha enamorado. Es bello, inteligente y tiene a todas las mujeres babean...