"El amor todo lo puede... Ya no estoy tan seguro de eso, es difícil creerlo cuando miro tus ojos y sé que te estoy perdiendo".
Bastian Driesen es un joven de 18 años que jamás se ha enamorado. Es bello, inteligente y tiene a todas las mujeres babean...
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Kellan estaba molesto cuando se dirigían al hotel de nuevo. Esto era ridículo ¿cómo carajo se había dejado mandar por su hermana y su marido? Iban en silencio, Andrés trataba de sacar algún tema de conversación, pero, Kellan se negaba a responderle Llegaron al hotel y Kellan dio un portazo ingresando por su cuenta sin esperar a su esposo. Andy negó varias veces. Chris y Nacho habían estado a punto de ir al país, sin embargo, él los había tranquilizado diciéndoles que era innecesario. Danisa estaba bien y Bastian necesitaba un grupo de asalto que pudiera rescatarlo de donde lo tuvieran. El único que estaba en condiciones de brindar eso era su novio. Martín llegaría en un par de horas. Estaba con una crisis de nervios por lo que el Dr. Blake había comentado y no era para menos. Andy tenía una hermana menor y se imaginó un segundo en esa situación. Su piel se erizó y su corazón se agitó. Entendía al pobre Martin. En cambio, lo de Kellan era una tontería. Una necesidad de sobreprotección sobre su hermana menor que ya era bastante grandecita para tomar sus propias decisiones. Todavía recordaba la noche en la que llegó envuelta en la tristeza y en la decepción después de la cruda separación con Ariel y Gerónimo. Andrés no había deseado ser aguafiestas aunque le había advertido ese final previsible. Sin embargo, ahora Danisa parecía una mujer en sus cabales y había que sincerarse y decir que su supervisión en la remodelación y expansión del hotel había sido fantástica. Era una Janssen y, en su experiencia, tenían defectos notorios, aunque, hacer malos negocios o generar pérdidas económicas no estaban entre ellos. Kellan trató de cerrar la puerta del dormitorio de la suite y Andrés la sujetó para ingresar.
― ¡Ya hombre!
El castaño quiso alejarse y Andy lo sostuvo del brazo, estaba comportándose como un tonto.
― ¿A dónde vas?
― ¿Eres consciente de lo que pudo haber sufrido?
― Danisa es una mujer adulta, ya no es la pequeña que corría a tus brazos para protegerse ¿por qué no lo aceptas?
Kellan caminó de un lado a otro en la habitación mientras Andrés negaba y comenzaba a desnudarse.
― ¿Qué haces?
― Hace un calor de mierda y estoy a punto de descomponerme. Voy a ducharme.
Caminó hacia la ducha y abrió el grifo sólo para meterse debajo de la lluvia y descansar su cabeza enfriándola. No iba a discutir con su esposo sobre una decisión que Danisa había tomado. Cubrió su rostro un instante y luego dejó que el agua golpeara sobre su cara directamente. Pasaron cinco minutos hasta que la mampara se abrió y un cuerpo enorme y caliente se posicionó detrás de él. Las manos rodeando su cintura. Y Andrés amando el contacto.
― ¿Tan pronto te has olvidado de todo lo que tuvimos que pasar para estar juntos?
Preguntó a modo de protesta, sintiendo el pene mojado acariciar sus nalgas y las manos tocando su vientre y su pecho. Kellan chupó el lóbulo de su oreja y Andrés gimió ante el cálido contacto.
