Afganistán, junio 2004
Necesitaba agua, el calor había invadido mi cuerpo y el traje militar apenas me permitía respirar. No es lo que tenía pensado cuando comencé en la Marina, supongo que era lo bastante estúpido como para negar la realidad y las decenas de películas que había visto sobre contiendas bélicas. Hay algunas aves rapaces que vuelan en círculos cerca de donde estamos. Pueden oler la muerte, la que hemos dejado, la que nos sobrevendrá.
― ¡Descanso de una hora!
El capitán grita y todos damos un suspiro de alivio, esto es todo, cuando regrese terminaré lo que empecé. Sobreviviré Afganistán, el entrenamiento y me graduaré como un S.E.A.L.
― ¿Tienes sed?
Mi primo se ha tomado toda el agua que llevaba, error, nos han enseñado a racionar, aunque me parece que él faltó a esa clase.
― Ni pienses que voy a convidarte una gota.
Le digo mientras buscamos en ese páramo un refugio del ardiente astro celestial.
― Cuando regrese beberé litros de agua, litros de cerveza, toneladas de vino.
― Kay, ya, nos estás alterando la imaginación a todos.
― Y también le haré el amor a mi novia hasta que no pueda mover las piernas.
Mis compañeros que están cerca ríen, sí, esa es una visión que se les ha grabado a cada uno de los que aquí están. Yo en cambio, tengo otras metas, además que perderme en unas lindas y suaves piernas nunca ha sido mi ideal.
Me gustan los hombres, y constituye un gran problema cuando formas parte de los "rudos". Nadie puede enterarse de que todo lo que reluce no es oro. Nadie puede saber mi secreto, no es tiempo de titubear. Estoy aquí para ganar la guerra, ayudar a mis compañeros y servir a mi país.
La hora pasa de prisa, y continuamos la marcha de 25 kilómetros que nuestro querido capitán nos ha impuesto para conocer el terreno y forjarnos al calor del fuego. Y debo decir que en esta última parte tiene razón, los espejismos comienzan a llegar fruto del cansancio y mi visión se hace borrosa cuando la temperatura llega a los 50 grados.
La primera explosión se produce a los 500 metros de donde estoy, una enorme bola de fuego que levanta a varios de mis compañeros que vuelan por los aires como fuegos artificiales. El humo negro se expande y el capitán nos ordena tomar posición. Es una emboscada, una milicia rebelde ha dado con nosotros.
― ¿Te das cuenta de que cuando tu estabas pateando traseros en Afganistán, yo todavía me cagaba encima?
Brandon rio con Bastian afirmado en su pecho, el paralelismo era demasiado crudo.
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AMAZONIA S.B.O Libro 9 (Romance gay +18)
Romance"El amor todo lo puede... Ya no estoy tan seguro de eso, es difícil creerlo cuando miro tus ojos y sé que te estoy perdiendo". Bastian Driesen es un joven de 18 años que jamás se ha enamorado. Es bello, inteligente y tiene a todas las mujeres babean...