"El amor todo lo puede... Ya no estoy tan seguro de eso, es difícil creerlo cuando miro tus ojos y sé que te estoy perdiendo".
Bastian Driesen es un joven de 18 años que jamás se ha enamorado. Es bello, inteligente y tiene a todas las mujeres babean...
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La lluvia caía torrencialmente en Londres. Hubiera esperado otro escenario, sin embargo, ese elemento climático era el más común de Inglaterra.
― ¡Bienvenido de nuevo amor!
Hayden le dio un beso en la mejilla a Karim y este puso los ojos en blanco. Detestaba la lluvia, para un hombre que había pasado casi toda su vida bajo el sol asfixiante del desierto esto era molesto, la humedad, irónicamente, lo asfixiaba.
Llevaban poco equipaje, de todos modos, sería efímero el tiempo que pasarían allí. Habían llegado en busca de respuestas y es lo que se dedicarían a hacer. Rentaron una camioneta y se dirigieron al hotel en donde dejaron los bolsos y se acercaron al restaurant para desayunar algo. Se morían de hambre.
― El internado en el que nos conocimos está a media hora de aquí.
― ¿Se conocieron aquí?
Karim asintió, recibiendo la taza de té.
― ¿Cómo fue?
Ambos se miraron y fue Hayden quien habló, sus ojos verdes fueron hacia el cristal de la ventana cercana, las gotas impregnaban el mismo.
― El tiempo era similar al de ahora, estaba en mi cuarto, cuando me informaron que comenzaría a compartir mi habitación. Y entonces llegó...
Karim dejó la taza de té y acarició los dedos largos y finos de su esposo. Era extraño volver a estar en esa ciudad, esta vez como pareja.
― No importa lo que suceda, Brandon — afirmó Karim — sólo tú decides el significado que le quieres dar a todo esto, sólo tú eliges el camino a tomar.
― Lo sé, agradezco que me acompañen en esto, a pesar de que soy un desconocido.
― Oh, no creas que te saldrá gratis.
Se burló Karim y Hayden le golpeó el brazo, estaba descubriendo su plan demasiado temprano.
― ¿Qué pasa?
― Sabes... —. Hayden jugó con la taza de té — estoy escribiendo un libro acerca de las leyendas y algunas experiencias personales.
― Dime que no estás pensando en...
― Sí, quiero que formes parte de los testimonios.
― ¿Ves?, te lo dije, es un maldito manipulador.
― Te diré una cosa, si esto sale bien, te doy todos los derechos para que publiques mi vida si es necesario.
