70- Hartazgo

3.3K 415 341
                                    

―     Podrías haber conseguido otra terapeuta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

― Podrías haber conseguido otra terapeuta.

Damián apretó el tenedor cuando comía el omelette y escuchaba por enésima vez los reclamos de Martin.

― ¿Cómo quién por ejemplo? ¿Conoces a alguien más aquí?

Señaló con el tenedor al tiempo que Martin se cruzaba de brazos, e iniciaba una nueva discusión.

― Esa no es excusa.

― ¡Es que no excusa maldita sea! — replicó molesto —. Giovanna es la mejor que conozco. No vamos a traer a Emiliano aquí porque tiene demasiado trabajo en Sudáfrica. Y no voy a arriesgarme con cualquier persona para tratar a tu hermano porque me importa tanto como a ti.

― ¿En serio? — indagó con ironía.

― Martin, ¿no es demasiado temprano para que empieces con tus ataques de celos?

― He visto como le miras el culo...

Damián comenzó a reír y se rascó la barbilla, Martin sacaba las conjeturas más desopilantes.

― Eso sería bastante gracioso, considerando que tú también se lo has mirado por lo que haces ese comentario.

― No estás negando que lo has hecho.

― Listo, es hora de salir a tomar aire antes de que te aviente un plato.

Damián se puso de pie y caminó hacia la puerta. Martin lo siguió sujetándolo del brazo y girándolo hacia él.

― Dime la verdad.

― ¿Qué quieres que te diga?

― Anoche cuando me lo hacías pensabas en ella.

― ¿Estás loco?

Damián frunció el ceño, sin entender que pasaba por la cabeza de su esposo.

― Gemías raro, detenías el ritmo y me besabas dulcemente, como si se lo estuvieras haciendo a una mujer.

El médico se refregó la cabeza, desarmando la maraña de rulos, en algún momento esto tenía que parar.

― Por Dios, hombre, lo hice lento porque en la tarde me dijiste que tenías molestias al sentarte. De hecho, te iba a dejar descansar o pensé que quizás tú me lo harías, pero, no, te abalanzaste sobre mí apenas puse mi espalda en el colchón.

Martin asintió sin dar crédito a lo que escuchaba. Quería llegar más allá. Encontrar algo que le demostrara que tenía razón.

Entonces, se le ocurrió una idea para sacar a la luz los sentimientos de Damián por "la medicucha de cuarta", como le llamaba él cuando Giovanna aparecía con su sonrisa impecable y su apariencia sublime.

― ¿Es buena?

― ¿Disculpa?

― No te hagas el sordo.

AMAZONIA S.B.O Libro 9 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora