Mr. Doctor M.

《29》Propuesta directa o indirecta

—Más, quiero más rapido—suplico entre semigritos, tomándose por los marcos del ventanal, soltando su aliento contra el cristal, su rostro iluminado por los fuegos artificiales de la noche.

—Dime que te casaras conmigo y te daré lo que pides—gruño el azabache en su odio, los dedos de su mano izquierda dejando marcas en las, ya maltratadas, caderas de su amante, mientras usaba la otra mano para jalar su cabello castaño—Vamos, cheri, dime que si y lo haré.

Liam estaba tan idio en su excitación, gimiendo y soltando lagrimas cuando el dolor y el placer se mezclaron. Uso la fuerza que tenía para jalar a Zayn por el brazo, perforando la piel del bícep y lanzo al hombre sobre la cama, rápido trepo por su cuerpo y volvió a tomar el miembro erecto en su interior.

—¡Zayn!—grito eufórico, montando sobre el médico, este estaba aturdido después de casi tres horas de tener sexo.

En sus años de vida, jamás había tenido tanto sexo en su vida, de hecho nunca lo vio necesario. Hasta que Liam decidió drogarse y usar a Zayn como su muñeco.

—¿Te vas a casar conmigo?—pregunto, pero Liam estaba muy ocupado, Malik gruño deteniendo los saltos de su pupilo, impidiendole penetrarse—¡Liam!

—¡Si, si, me voy a casar contigo, pero ya déjame tener mi maldito orgasmo!

Una fuerte bofetada hizo a Zayn girar el rostro, Liam lloraba sobre él. El doctor M volvió a verlo y sonrio sombriamente.

—Oh, mi dulce cheri—hablo, su voz ronca y siniestra. Dio la vuelta en la cama y bruscamente tomó a Liam—Serias mío para siempre.

...

Imágenes borrosas aparecieron en sus párpados, a medio despertar, el castaño se removió en la incómoda cama. Cuando un dolor fuerte lo hizo despertar de golpe y recibir no solo más dolor en el cuerpo, sino la resaca que vino de golpe.

Gimio tomando su cabeza adolorida, la luz daba de golpe por el balcon junto con la brisa de la mañana. Liam miro hacia ese lugar, pensando en levantarse para cerrar las cortinas, cuando un extraño detalle lo hizo fruncir el ceño.

Las cortinas estaban arañadas, como si alguien les hubiera metido tijera, y los vidrios de la puerta que si estaba cerrada estaban manchados.

Ahora si, se levanto de la cama con un dolor profundo en el cuerpo, como si hubiera hecho ejercicio por una semana entera y sin calentar. Se acercó con piernas temblorosas a la puerta de cristal y vio de cerca.

Pero, su reflejo en el cristal lo hizo paralizarse en seco, abriendo desmesuradamente los ojos al verse en ese estado.

Su cuello lleno de mordidas y chupetones, subió su mano para tocar el airea y gimio adolorido, pero el horror vino aún más, cuando bajo la mirada a su pecho y encontró más de estas marcas en esa área.

Sin detenerse a lamentar por todo el dolor muscular, corrió al baño y se miró al espejo. Pero la sorpresa de verlo a color era mucho más horroroso.

¿Que diablos había pasado anoche?

Y el baño no estaba más sano que él, girando para ver el cancel de la ducha roto, las toallas regadas por todos lados y el agua desbordando de la bañera cerca de la venta.

Salio de ahí, más que horrorizado, y cayó en cuenta del otro desorden que era la habitación donde él y el doctor M se estaban quedando.

¿A qué horas había pasado el huracán?

Vio el cuerpo medio tapa de su mentor sobre la cama, removiendose para despertar. Liam tambien vio en la amplia espalda del doctor M miles de aruñones, heridas abiertas y que habían sangrado demaciado, mordidas y chupetones de un color preocupante, y Liam se pensó si realmente el doxyor seguía vivo.