Mr. Doctor M.

《20》¿Por que no nos podemos casar?

—Doctor Payne—llamó el doctor Malik.

—Dígame.

—Me ha quedado una gran duda existencial. Si fuera tan amable de repetir nuevamente...—se inclinó para que la enfermera limpiar el sudor de su frente, luego con una muñeca en la cintura miro venenosamente al castaño—¿Por qué no nos podemos casar?

—Doctor Malik, estamos en plena operación—recordo Liam, alejándose con un paso del doctor. Preocupado del paciente sobre la camilla y el pecho abierto.

—Detalles, detalles—murmura el doctor M restando importancia al asunto y volvieron a meter la mano en la operación.

Avergonzado, Liam miró a los demás vinculados en quirofano. Podía ver algunas miradas burlona y otras que ocultaban la risa tras el tapabocas.

Después de aquella noche de reconciliación que habían tenido, el doctor se hizo dueño de una franse "Nunca es suficiente". Así que, la mañana siguiente Liam entro a trabajar con el cuerpo molido, sueño y la irritación a todo su esplendor. Mientras que el doctor M sonreria más de lo habitual, asustando a quienes no le conocían de ese modo.

Cada nueva ronda traía consigo la misma pregunta.

¿Te casaras conmigo?

Una y otra vez Liam intento hacerle entender a su doctor que no era una decisión que se debia tomar a la ligera, que deberían ser por lo menos, unos años de preparación, y otros meses para realizar un boda.

—Te amo, tu me amas, tengo el dinero para hacer la boda y lo único que necesitamos es que tu digas cuando y donde quieres casarte—había dicho el doctor, en uno de los pocos minutos de descanso que le permitió a Liam esa noche.

Sonrojado, Liam recordó exactamente la madrugada.

Zayn a su lado, casi por completo encima de él y esa mirada de adoración resplandeciente, acariciando su cabello con la mano izquierda, mientras el brazo de esta rodeaba por debajo del cuello.

Ambos observándose en silencio, todavía intentado regularizar sus respiraciones cansadas.

—¿Hace cuánto aprendiste francés?

—Es mi lengua paterna—respondio adormilado—Pero mamá también me enseñó italiano, ruso, alemán, latín e ingles. Era maestra de idiomas antes de enfermar.

—Oh—eso explicaba cierta parte de sus dudas.

—Nuestra luna de miel sería en París. Quiero enseñarte tantos lugares—sedujo el azabache en susurros—Puedo apostar una fortuna a que te mirarías perfecto sobre finas sábanas de seda, en un hotel frente a la torre.

—Zayn...

—Telle est votre beauté, que les étoiles doivent envier votre éclat—acerco sus labios y rozó los contrarios.

—Por mucho que amo como hablas el francés, ya te dije que no lo entiendo.

—La operación estuvo bien—Zayn sonrio, mientras lavaba sus manos—Doctor, ¿Alfuna vez le han dicho que usted es increíble?—halago una de las nuevas enfermeras.