《40》Crear muchos bebés

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Zayn se lanzó sobre su hermano tomándolo por la camisa, ambos amenazantes y furiosos.

—Alejate de él, Evan.

—No.

—Estoy aquí por si les importa todavía, señores—los separo de golpe, metiéndose entre ambos—Amablemente pediré que no se peleen por mi como si fuera un juguete. Vuelvan al comedor.

Evan le miró un segundo, y se alejó pasando por el lado de su hermano.

—Mi amor—llamo Zayn, acercándose con suavidad.

—Dijiste que no habías tenido nada con Harry, ¿Por qué tu padre lo mencionó de ese modo?

—Piensa que Harry me gustaba, pasé mucho de mi tiempo a su lado, incluso cuando no era necesario—se pego a Liam, su nariz enterrada en los cabellos sedosos del castaño, dejando un beso en ellos y abrazándose al cuelo de este—Pero sabes que no hubo nada.

—¿Y que hay sobre esa chica ahí afuera?

—Fue hace años ese compromiso y yo siempre me negue—dejo caricias donde podía, intentando contentar a Liam, pero este estaba muy molesto. Demaciado—Solo quiero casarme con una persona, y es la misma persona que tengo entre mis brazos justo ahora.

Mentiría si dijera que aquello no logro hacer a su corazón gritar en agonía. Porque estaba tan enamorado de Zayn que una sola palabra dulce le hacía temblar.

Igual, de algún modo desquitaria su enojo y dejaría muy en claro a los demás a quien pertenecía Zayn.

Tomo al médico y los arrojo ambos nuevamente dentro del baño, cerro la puerta, bruscamente lo empujó a la pared y acerco su rostro al contrario.

—No era una persona celosa, doctor M—confesó, muy cerca de sus labios, los ojos del mayor se dilataron rápidamente y una sonrisa coqueta se formó en sus labios—Pero parece ser que lo soy ahora.

Su rostro fue al cuello del médico y mordió en la zona sensible, sus manos tomándole para hacerle inclinarse. Zayn gimio suavemente, Liam no estaba siendo lindo.

Pronto las manos del médico menor bajaron a sus pantalones y abrieron estas con rapidez, no había temblores ni indecision como normalmente lo abría.

Zayn gimio más alto, sus propias manos abrazaron a Liam, buscando soporte cuando una mano traviesa tomó su miembro sobre la ropa interior.

—Liam...-susurro sin aliento, batió sus pestañas tratando de aclarar su vista, dejo un sensual y flojo beso en los labios de su pareja y sonrio—Atrevido.

Mordió los labios de Malik a la par de su mano que torturaba el cuerpo de este, sintiendo en su boca los gemidos que poco a poco subían de volumen, y en su palma la excitación que él mismo había provocado.

—Creo que lo descarado se contagia, porque personalmente me importa poco todo en este momento, menos usted, ¿No le importa saber que afuera está su familia, posiblemente escuchándole gemir?—pregunto, no por pena, sino para ver que respondía.

—Mmm...Que escuchen...ah, mi vida...—jadeo, su cabeza golpeó la pared y frunció el ceño—Pueden todos en esta casa escúcharme, para que sepan a quien pertenezco.

—¿Si?—giro la muñeca, casi arrancando el alma del cuerpo caliente entr él y la pared.

—Oh, dulce señor, si.

—Bien. Tendrá que esperar a tenerme, porqué ahora mismo estoy furioso.

Liam se alejó, limpiando con su lengua los pocos fluidos que había robado del miembro erecto de su amante, bajo la atónita mirada del hombre.

Mr. Doctor M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora