POV Mel
Ir por la calle de nuevo con Luke no era algo a lo que me resultaba fácil acostumbrarme.
Hoy iríamos a desayunar juntos, como solíamos hacerlo antes. Ya habían pasado un par de días desde que lo arreglamos todo, y todo iba volviendo poco a poco a la normalidad.
Luke: Zoe me ha dicho que estás escribiendo, ¿es verdad?
Removí mi café sin atreverme a mirarle a la cara, estas cosas me daban demasiada vergüenza.
Mel: Sí, bueno. Antes de venir aquí me dedicaba a escribir pequeñas historias, pero nada serio.
Luke: Algún día deberías dejar que la leyera.
Empecé a reírme para mis adentros mientras negaba con mi cabeza.
Mel: Esta historia de ahora es muy personal, Luke… no te imaginas cuánto. No quiero que nadie la lea, al menos por ahora.
Luke asintió, y comenzamos a hablar de cosas sin importancia.
Luke: En un mes las chicas se irán, ¿no?
Mel: Sí… no hay manera de convencer a sus padres… lo peor de todo es que me siento fatal por poder quedarme yo, que soy la más pequeña de las tres – sonreí – pero bueno, supongo que si me dejan mis padres es porque Nick sigue aquí.
Luke: Hace mucho que no hablas con él, ¿no?
Asentí.
Mel: Está muy liado con el trabajo, solemos hablar por teléfono pero muy pocas veces…
Al de poco rato Luke se levantó y se despidió, yéndose a casa de su madre, que hoy tenían comida familiar.
Me dirigí de nuevo a casa, debía limpiar todo, porque Calum era un auténtico desastre y se había marchado dejando todo patas arriba.
Al llegar a casa, me encontré a Calum en el pasillo, que me miró sorprendido.
“¿Qué haces aquí?” preguntamos al unísono, provocando la risa de ambos.
Calum: Yo pregunté antes.
Mel: ¿En serio? – levanté una ceja divertida – pues venir a casa, que por si no sabías… vivo aquí – dije dejando el bolso en el sofá - ¿y tú? ¿No se supone que estabas escribiendo con Michael?
Calum: Terminamos pronto, ya sabes… el que es bueno, es bueno – dijo rascándose la nuca –
Mel: A mí no me la cuelas Calum Hood – subí al cuarto dispuesta a cambiarme, pero Calum me detuvo - ¿Qué haces?