Sentí que palidecía al instante.
Respira Melanie, respira.
Me levanté rápidamente del sofá y fui hasta la cocina, abrí el armario y cogí un vaso de agua rellenándolo con el zumo de arándanos que más me gustaba. Seguidamente escuché unos pasos detrás de mí, sabía de quién se trataba, así que no me giré.
Pero sabía que iban a volver a hablar para convencerme, así que decidí intervenir para ahorrar que dijeran lo que tuvieran que decir.
Mel: He dicho que no. - me giré rápidamente quedando de cara a mis dos mejores amigas. - No creo que sea tan difícil de entender.
Noa: Sí que lo es, tú eres difícil de por sí, Mel. - Noa se acercó a mí para abrazarme - No sé, llevamos mucho tiempo esperando a algo así... y ahora que lo tenemos...
Mel: No estoy diciendo que no vayáis, solo digo que yo personalmente no pienso ir. Podréis hacerlo sin mí.
Zoe: Teniendo en cuenta que tienes la misma importancia que nosotras dos en el grupo, permíteme dudarlo, Mel. - Me miró atentamente durante una milésima de segundo - si fueras la trompetista del grupo ten por seguro que te sustituiríamos rápidamente - mis dos amigas se echaron a reír -
Mel: No soy fácilmente sustituible, y lo sabéis, aunque fuera la trompetista o la flautista o cómo queráis llamarlo - dije siguiéndolas el rollo -
Al de dos horas mis amigas se estaban marchando de mi casa dejándome sola. Bueno, a mí y a mis pensamientos, que fueron rápidamente interrumpidos por el ruido de la puerta que marcaba la llegada de mi hermano a casa.
Nick: Buenas Mel, ¿qué tal el día? - mi hermano era dos años mayor, nos lo contábamos absolutamente todo desde que éramos unos enanos, y ahora a la edad de 17 y 19, seguimos igual o mejor. - Esa cara me dice que no muy bien, me ducho y me cuentas, ¿sí?
Salió disparado escaleras arriba hasta llegar al baño.
Mi hermano y yo seguíamos viviendo con nuestros padres, podría decirse que en ese sentido éramos unos 'niños de papá y mamá'. Mi familia siempre ha estado muy unida, así que no iba a darme la satisfacción de perderlos tan rápidamente.
Mi hermano se llamaba Nicolás. La verdad es que ni a él ni a mí nos gustaba, así que todos sus amigos le llaman Nick, suena más... ¿inglés? Todo lo inglés suena mejor, está comprobado.
Poco después mi hermano estaba bajando y sentándose a mí lado preparado para escuchar lo que tuviera que contarle, siempre era así conmigo. Era la persona más atenta que conocía.
Nick: ¿Y bien? Sorpréndame bella Melanie.
Decidí ir al grano y sin rodeos, para acabar con esto cuanto antes.
Mel: A las chicas y a mí nos ha salido un contrato musical, un año de gira con un grupo como teloneras. - Los ojos de mi hermano se abrieron de par en par dejando ver sus preciosos ojos azules que a tantas volvían loca-
Nick: No me jodas, ¿¡y cuando empezáis!? Dios mío Melanie, ¡felicidades! - me abrazó fuertemente, pero yo no le correspondí. Claro, le había dicho la parte bonita de la historia, donde todo era de color rosa y rodeado de unicornios -
Mel: Nick, no... no pienso ir. - Mi hermano abrió la boca para decir algo - es... es un contrato genial, nos pagan de madre y el lugar en el que se hace la gira es aún mejor, depende por dónde lo mire.
Nick: ¿Y bien? ¿Dónde y cuándo es?
Mel: Pues... en Australia, Nick. Tendríamos que salir mañana a la mañana, el avión sale a las 6 y media, las chicas ya están avisadas de que no voy. El que no está avisado es el representante de los chicos.
Nick: ¿Chicos? ¿Qué chicos? - miré a mi hermano esperando que cayera en la cuenta de qué chicos eran. - Oh, mierda Mel, mierda - se acercó a mí y me abrazó fuertemente - escucha, es una oportunidad genial... yo intentaría ir, y si ves que allí las cosas no van bien pues...
Mel: Pues me voy, ¿no? - ambos reímos - joder, sé que es una oportunidad que nos puede ayudar muchísimo a las tres, pero...
Nick: No dejes que nadie te joda la vida de esa manera, Mel. Nadie tiene derecho a hacerlo. Yo que tú prepararía las maletas hoy, métete en la cama y piénsalo bien, y según lo que decidas mañana haz lo que creas conveniente. Pero ya sabes mi opinión.
Asentí y abracé a mi hermano. Subí escaleras arriba hacia mi cuarto y comencé a hacer todo lo recomendado por Nick.
"Te recuerdo que tengo tu billete de avión. Si mañana decides venir, te esperamos en la cafetería de la primera planta del aeropuerto a las 5. Piénsalo bien, no va a ser lo mismo sin ti. Zoe xx"
Cerré los ojos y mandé la respuesta a mi amiga. Ya lo tenía todo decidido.
Mañana empezaba nuestro viaje a Australia.