Capítulo 36: el adiós definitivo.

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"Si lees esta nota, significa que has vuelto. Espero, sin embargo, que no fuera para buscarme a mí... porque te has debido llevar un buen chasco. Calum, esto no funciona. Sé que no te digo nada nuevo y que parece que nuestra relación estaba muerta desde hace semanas, pero he aguantado lo suficiente... hasta hoy. No puedo más. Si no es por el mal humor, es por la desconfianza y si no... ¿qué podría haber sido lo siguiente?

Estaba dispuesta a aguantar lo que fuera, porque nos lo merecíamos. Nos merecíamos estar felices. No es todo tu culpa, porque supongo que a mí me ha faltado paciencia y también he cometido muchísimos errores. Pero hoy ha pasado algo que tenía que pasar, necesitábamos darnos cuenta de que no había confianza, y ha tenido que ser de la peor manera posible. Espero que Luke haya conseguido llegar a ti, porque ha salido escopetado en tu busca. También espero que seáis los amigos que erais antes de que yo apareciera.

No intentes contactar conmigo, voy a cambiar de número en cuanto llegue a España. Te quiero Calum, y espero encontrarme de nuevo algún día con vosotros, cuando las cosas estén más calmadas.

Céntrate en tu felicidad, y espero que la encuentres de una vez por todas."


Comencé a destrozar todo lo que pillaba por el medio: las sillas, la mesa de la sala, di golpes a la pared, pero seguía con tal rabia dentro que no podía parar. Grité lo más fuerte que pude.

Se había ido, y esta vez para siempre.

Salí corriendo, fui hasta casa y pedí a Mali Koa que me llevara al aeropuerto echando leches.

No podía permitirme perder más tiempo. Y tampoco perderla a ella.

Llegamos al aeropuerto; las nueve y media. ¿Seguiría aquí?

Le pedí a Mali Koa que se quedara esperando en el coche, y tras mucho buscar, vi una mochila imposible de no saber identificar.

Me acerqué poco a poco, estaba a punto de pasar por el control y vi que se estaba quitando la chaqueta.

Calum: ¡Melanie! – la chica se giró buscando la voz que sabía que era mía, hasta que me encontró y negó con la cabeza – Melanie, joder – dije a escasos dos metros de ella – Por favor. Para. Quédate.

El chico del control la pidió que pasara, ella me miró. Iba a decirme algo, estaba seguro que iba a hacerlo.

Mel: Lo siento - fue lo único que dijo. La chica se giró y pasó el control. –

Me quedé como un imbécil mirándola andar. No se giró ni una sola vez, y yo empecé a llorar en silencio. Me sentía hecho una completa basura.

Este era el último contacto que tendría con ella y en vez de saltarme el control y correr en su busca, como se hace en todas las putas películas, estaba plantado como un imbécil sin hacer nada.

Pero sentía que era lo que debía hacer en aquel momento.

"Tranquilo" miré a una señora que estaba dos sitios más atrás que Melanie a la hora de pasar el control. "Seguro que vuelve, pero no llores, chico"

No pude evitar sonreírle a aquella señora.

"Ojalá tenga usted razón"

.

Miré de nuevo a Melanie, que estaba recogiendo sus cosas. Decidí marcharme de allí; al fin y al cabo ¿qué más podía aportar? Me despedí de la señora y me dirigí al coche.

Mali Koa me esperaba allí, abrí la puerta y me senté. Ni siquiera la miré, simplemente la pedí que me dejara en mi casa: la que compartía con Mel.

Ella no me preguntó nada, y en el fondo se lo agradecí. Cuando me dejó en casa, me despedí de ella con un abrazo.

Calum: Gracias, eres la mejor Mali.

Mali Koa: Eres el pequeño de la familia, hay que cuidarte como se pueda. – Mali se dio la vuelta y abrió de nuevo la puerta del coche – Cal – me llamó – No te cierres, hay muchas chicas más en el mundo.

Calum: Pero no van a conseguir llenarme tanto como ella.

Mali me sonrió con algo de pena, y se encaminó hacia su casa.

Miré la puerta y mis llaves. En el fondo no sabía si quería volver a entrar allí. Sabía que me iba a torturar a mí mismo. Pero me daba todo igual. Me adentré en la casa y me tiré en el sofá.

Hace poco más de un mes la estaba acariciando en este mismo lugar.

Decidí que lo mejor que podía hacer era dormir, pero aún no estaba preparado para subir al cuarto.

Aún tenía las palabras de Luke en mi mente:

"independientemente de lo que pase ahí dentro, espero que busques un momento para subir a vuestro cuarto. No te digo que hoy o mañana... tú solo sube, ¿sí?"



POV Mel

Terminé de recoger mis cosas y sentía que las lágrimas no paraban de salir. La gente debía pensar que era idiota, porque ya había tomado una decisión y aun así lloraba por hacer caso a mi decisión.

Me giré con miedo hacia donde Calum estaba antes, y justo le vi andando hacia la salida del aeropuerto.

Me senté esperando a que llegara el vuelo, cuando una señora se me acercó.

"El chico te quiere" – miré a la señora frunciendo el ceño; me transmitía ternura – "Os vi antes, los amores a estas edades no funcionan, chica, sea por lo que sea... pero él te quiere"

"Lo sé, y yo a él, pero hay cosas más importantes..."

"¿Más que el amor? Por ejemplo, ¿el qué?"

"Confianza"

"Vaya, la confianza... un elemento que cuando está, no nos damos cuenta de su presencia... pero que cuando falta, lo pone todo patas arriba"

Fui a seguir hablando con ella, pero vi que la señora se alejaba.

Qué razón tenía...

Unos días después, me encontraba en mi casa de Madrid. De nuevo con mis padres y con Nick, que decidió volver hace unas semanas.

Quedaba cada día con Noa y Zoe, la acompañábamos a comprar cosas a los niños (¡Porque resultaba que la chica iba a dar a luz a gemelos! A falta de uno...), y así poco a poco intentaba sacar a Calum de mi cabeza.

Noa: ¿Sigues pensando en él?

Mel: He borrado todo lo relacionado con él. Su número, sus fotos...

Zoe: ¿Y ha intentado contactar contigo?

Negué.

Mel: Y se lo agradezco. Sigo manteniendo contacto con Luke, está saliendo ya con aquella chica, que por cierto... me quedé sin conocer – reí- me alegro de que al menos a él le vaya bien.

Noa: A ti te veo mejor...

Mel: Pero no estoy bien. Nada tiene sentido ya. Es como cuando borré su número. Lo mismo me pasa con haberme ido de allí.

Zoe: No te entiendo.

Mel: Borrar su número no me sirve de nada, me lo sé de memoria. Y haberme alejado de allí tampoco.

Noa: ¿Volverás algún día?

Dudé en la respuesta. No tenía en mente volver. Y si volvía allí, tenía claro que no iba a ser por algo relacionado con Calum.

Estaba decidida a pasar página.

Prohibido estar tanto tiempo sin vernos | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora