capítulo 25: test de embarazo, la risa de Luke y la cita con Calum.

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HOLA A TODO EL MUNDO!

QUERÍA DAROS LAS GRACIAS, QUE NUNCA OS LAS HE DADO (O ESO CREO) POR LEER MIS NOVELAS, TANTO ESTA COMO LA DE ASHTON. EN SERIO, SÉ QUE ME QUEJO DE QUE ME BAJEN LAS VISITAS Y DE QUE NADIE ME EXPLIQUE POR QUÉ SE ME DEJA DE LEER O DE QUE NINGUNA LECTORA DE SEÑALES DE VIDA, PERO BUENO, EN PARTE ME LO MEREZCO POR TARDAR TANTO EN SUBIR, SUPONGO, Y ES COMO MI CASTIGO JAJAJAJA

POR CIERTO, EN ESTE CAPÍTULO CALUM Y MELANIE TIENEN UNA CONVERSACIÓN EN LA QUE ME BASÉ PARA HACER EL PRÓLOGO, Y ME ENCANTA NO SÉ POR QUÉ FJDNSIENFJ ESPE

ESPERO QUE ME DIGÁIS QUÉ OPINAIS DEL CAPÍTULO, SI OS GUSTA O NO  Y QUE VOTEIS Y ESAS COSITAS :)

UN BESITO!!

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POV Zoe

Se me escapaba el dinero de las manos de todo lo que me sudaban. La recepcionista me miraba cansada de esperar, hasta que Mel me apartó y pagó ella el test.

Salimos de la farmacia y nos dirigimos a mi coche hacia el centro comercial. Le devolví el dinero a Mel, y fuimos directas a los baños.

Mel: Zoe, ¿prefieres que vayamos a mirar tiendas antes? Si el test da positivo no vas a querer hacer nada, y para qué mentir, yo tampoco.

Pensé en lo que Mel me decía, pero quería saberlo ya. No podía esperar más.

Negué con mi cabeza y entré al baño, haciendo que Mel esperase fuera.

Unos minutos después de esperar, miré el resultado y bufé, cerrando los ojos fuertemente.

Abrí la puerta y comprobé que el baño estuviera vacío. Me acerqué a Mel y la abracé.

Mel: ¿Y bien? – dijo en medio del abrazo – no me dejes así – cuando quise darme cuenta estaba llorando, me separé de Mel y la tendí el test.

Me miró con miedo, y después agarró el test.

Zoe: No estoy embarazada – dije en un susurro, haciendo que Mel dirigiera su vista desde el test, hasta mí – No estoy embarazada – dije esta vez un poco más alto - ¡Joder! – dije riéndome y secándome las lágrimas que se iban escapando.

POV Mel

Tras una tarde de compras compulsivas, llegamos a casa, y por muy agotaba que estuviera, tenía demasiadas ganas de pasar un tiempo con Calum. Me encerré con Zoe en mi cuarto y miré la hora. Nueve menos cuarto, tenía 45 minutos para prepararme y bajar a la sala, donde Calum me esperaba.

Zoe: Me da igual que no quieras, pero ponte el vestido que te has comprado hoy, por favor.

Mel: Es demasiado atrevido, ¿no?

Zoe: Ni que a Calum no le fuera a gustar, por el amor de dios… - mi amiga me metió en el baño y me di una ducha, al salir vi que me había dejado sus tacones negros.

Mel: ¿Quieres que te diga cuánto voy a aguantar con ellos?

Zoe empezó a reírse a la vez que negaba con la cabeza .

Mel: De aquí a la sala, y una vez llegue a la sala me pondré unas zapatillas.

Zoe: Ni se te ocurra. Mira, si se te cansan los pies pues que Calum se joda y que te lleve al estilo nupcial, que es muy romántico.

Reí y me puse el conjunto. Nueve y veintisiete.

Mel: Dios, que no llego, ¡que no llego! – me puse la americana corta y bajé a la sala, donde aparte de Calum, estaba el resto de los chicos, y para mi sorpresa… también Noa y Ashton.

Noa: Oh dios mío, ¡qué buena estás Mel! – escuché la risa de los chicos, y me sorprendió ver que la de Luke estaba entre ellas. No pude evitar sonreírle, y me daba igual que me viera mirándole, simplemente con reirse había convertido en ese día un día perfecto.

Calum: Os voy a regalar un maldito cubo de babas, idiotas – dijo a sus amigos - ¿nos vamos? – asentí y salimos de casa. – No deberías haberte puesto ese vestido, Mel – dijo cuando llegamos al restaurante –

Mel: Díselo a Zoe. ¿No te gusta?

Calum: Obvio que me gusta. Estás tremenda con él. Quiero decir  que… que estás preciosa Mel – dijo sonrojándose – el problema está en que medio restaurante también piensa lo mismo –

Mel: Bueno, piensa que solo vas a poder quitármelo tú – al instante quise matarme por haber soltado tal idiotez – lo siento – dije sonrojándome

Calum: No lo sientas – dijo sonriéndome – me ha gustado que digas eso, ojalá algún día pase.

Era incómodo hablar de estas cosas con Calum, porque jamás habíamos hecho nada que sobrepasara ningún límite, y aquello me hizo recordar…

Mel: Luke me contó la verdad. – Calum paró en seco y dejó su tenedor en el plato –

Calum: ¿La verdad de qué?

Mel: La verdad de que no hiciste nada con aquella chica cuando me fui.

Calum agachó su mirada.

Calum: Lo siento. ¿Cuándo te lo dijo?

Mel: El último día que hablé con él.

Calum: ¿El día del beso? – Asentí – Siento que lo hayas sabido así, quería decírtelo yo pero se me hacía imposible.

Mel: Tranquilo. –le acaricié la mano sobre la mesa – esas cosas mejor olvidarlas, ¿no? – me asintió – ahora es diferente todo, las cosas cambian.

Calum: Y las personas también. Solo intentaba que te olvidaras de mí más fácilmente llevándote esa imagen, Mel, lo prometo.

Mel: Deja de hablar de eso, por dios – dije riéndome. Salimos del restaurante y nos dirigimos de nuevo al parque. A nuestro parque. – Qué mítico este lugar.

Calum: Cuando tengamos hijos les traeremos aquí, prométemelo.

Mel: Demasiadas promesas nos estamos haciendo, Hood. Ten cuidado – dije mirándole – Cal, mañana te tengo una sorpresa, así que más te vale madrugar, porque cuanto más temprano te la dé, mejor.

Calum: Son las doce y media de la noche, ¿quieres que volvamos ya? – asentí - ¿qué es esa sorpresa?

Mel: Si te lo dijera, no sería una sorpresa, ¿no?

Calum: Ya, pero…

Mel: Cierra el pico y conduce, venga.

Calum: Mañana es 11 de julio.

Mel: Lo sé.

Calum: ¿Tiene algo que ver ese día? – el 11 de julio fue el día que hablé con Calum por primera vez, hace cuatro años. Pero negué –

Mel: A decir verdad, elegí dártelo mañana por ser 11 de julio, y porque ese día es especial, pero no tiene nada que ver con nada que pasara ese día.

Pensar en que mañana era 11 de julio solo me recordó una cosa.

Mañana quedaban cinco días para el 18 cumpleaños de Luke.

Prohibido estar tanto tiempo sin vernos | Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora