Luke: La pregunta es para… para Mel. – le miré detenidamente - ¿alguna vez te has enamorado?
Miré al rubio, y me fijé que su vista estaba clavada en la de Calum, que a su vez miraba al techo.
Mel: Sí. – mis dos amigas gritaron un ¿¡qué!? al unísono que hizo que todos soltaran una risita – Que sí, joder. Y debo decir que fue la experiencia más espantosa de toda mi vida. ¿Verdad Calum?
Calum bajó su vista del techo, al que tanto tiempo miraba porque sabía que esa pregunta tenía como respuesta su nombre. Me miró sin parpadear.
Calum: Lo siento.
¿Lo siento? Rodé los ojos para después rellenar de nuevo mi vaso.
Mel: Fuiste un completo gilipollas, ¿sabías? – bebí de mi vaso tanto como pude, pero el brazo de Luke agarró éste haciendo que parara - ¡Un completo gilipollas, joder!
Calum cerró los ojos como reacción a mi grito. Se levantó y entró en la casa, y siguiéndole con mi vista, pude ver que se encerraba en el baño.
Mel: Bueno, siguiente pregunta. Me toca a mí.
Zoe: ¿Nos vas a explicar qué pasa? – tanto mis dos amigas, como los chicos me miraban confusos, esperando que les contara qué hizo que Calum y yo termináramos odiándonos como lo hacíamos en estos momentos. Al menos yo lo hacía -
Mel: Pues… mirad, odio contarle mi vida a la gente… pero no es solo mi vida, también es la de Calum, supongo. – todos asintieron – Pues, cuando vine de intercambio a Australia tenía unos 14 años...sí, 14. Aquel año me tocaba cumplir los 15. Me tocó la casa de Calum. Y bueno, ya sabéis, con 14 años las hormonas están revolucionadas, y las mías no eran menos. Me empezó a gustar Calum, y sentía que cada día que pasaba en esa casa me gustaba más. Él me trataba genial, hasta que un día me dijo que me quería y todas esas cosas. Se lo contamos a su madre, y empezamos a salir juntos. Su madre pensaría que eramos unos críos para esas cosas. Supongp. Pero fueron probablemente las mejores semanas de mi vida; por una vez sabía lo que era sentirse querida por una persona. Pero yo tenía que irme en pocos días. Tanto él como yo sabíamos que aquello tenía que terminar, pero… no lo terminamos de la mejor manera posible, la verdad.
Escuché un ruido que hizo que parara de hablar. Era Calum. Había salido del baño y estaba escuchando mi historia.
Calum: Yo… - siguió él hablando – aquel día estábamos Mel y yo solos en casa, al día siguiente ella se tenía que ir, y aún no habíamos terminado con lo nuestro. Así que pensé que… que traer a una chica a casa, y besarme con ella delante de Mel era la forma más rápida de acabar con aquello que teníamos.
Mel: Resumiendo, que entré en su cuarto y me encontré con Calum en la cama con la tía aquella.
Sonreí falsamente.
El silencio ocupó el lugar del relato que Calum y yo contamos a los chicos. Ninguno sabía cómo reaccionar.
Luke: Eres la persona más asquerosa del mundo, Calum. Encima con 15 años.. – dijo de repente Luke, mirando con desprecio a su amigo –
Calum: Tenía 15 años, tío, tú mismo lo has dicho...o sabía lo qué hacía… y yo, pues… ya sé que fui un imbécil. Pero no sigáis repitiéndomelo.
POV Calum
Luke: Salimos en diez minutos para casa, tío. – miré a Luke con el ceño fruncido –
Calum: Bien – dije pasando del tema –
Luke: Te estoy diciendo que tienes diez minutos para arreglar tres años de odio que te tiene Melanie.
Bufé.
Luke era un pesado con estas cosas. Siempre se metía donde no le llamaban, pero siempre… absolutamente siempre tenía razón. Me levanté de la silla escuchando a Luke dándome ánimos mientras me dirigía a donde Mel estaba.
Llamé un par de veces a su puerta.
Mel: No se puede entrar.
Calum: Mel, soy yo…
Mel: Más razón para que no puedas entrar.
Bufé y abrí la puerta escuchando un ‘imbécil’ de Mel mientras me miraba.
Calum: Mira, voy a ser rápido y directo. No quería terminar las cosas así, ahora lo pienso y no sé cómo no me partiste la cara al instante, Mel. Joder. Si es que doy puto asco… - Mel me miraba con pena, y eso era lo último que pretendía dar – No me mires con esa cara, joder. No te quiero dar pena. Solo quiero que me perdones, y al menos intentar arreglar tres años de odio que tengo encima por tu parte. Mel yo… yo te quería, de verdad. Y cuando te fuiste sentí un vacío enorme…
Mel: Imagínate cómo estaba yo, Calum.
Calum: No quiero pensarlo, Mel. No quiero imaginármelo porque sé que estabas de esa manera por mi culpa…
Melanie se acercó y me abrazó.
Mel: Solamente espero que no me vuelvas a joder de esa manera Calum. Tú me gustabas, y entiendo que eramos unos críos pero... me dolió de todas formas.
Calum: He cambiado, te lo puedo asegurar.
En aquel momento la cara de Melanie cambió completamente y me dedicó una sonrisa.
Mel: ¿Nos vemos mañana? – me preguntó justo cuando salía de su puerta –
Calum: Cuando vosotras queráis, siempre estamos a vuestra disposición. – Melanie me sonrió y sentí que se me caía el mundo encima. Tenía la misma sonrisa de siempre – Bueno, pues entonces... hasta mañana.
Melanie: Hasta mañana Calum.
Justo cuando iba a cerrar la puerta de su cuarto, pensé en algo.
Calum: Melanie – dije abriéndola de nuevo y mirando a la chica – solo una cosa más –
Melanie: Dime.
Calum: Queda prohibido volver a estar tanto tiempo sin vernos.