Mel: Calum...
Calum: No me toques – dijo apartándose bruscamente de mí - ¿Por qué hostias no me dijiste que vendrías?
Mel: Cal...
Calum: ¿Y qué haces con él? – me giré para ver a Luke que seguía con la camiseta en las manos – Te ha faltado tiempo para follártelo, ¿no?
Luke: No la hables así...
Calum: ¡Cierra tu puta boca! – vi que estaba a punto de llorar, ¡pero no podía enfadarse ahora! ¡En menos de 5 segundos y sin saber nada de lo que estaba pasando! – Eres un puto traidor, me dijiste que la habías olvidado...
Luke: Y lo he hecho.
Calum: Por eso estás medio desnudo, ¿no?
Nos quedamos en silencio. No sabía qué decir, siempre pasaba algo que lo fastidiaba todo. Siempre.
Calum mostró una risa irónica.
Calum: Genial. – Me miró – Creo que queda claro que tú y yo no podemos estar juntos por más que lo intentemos.
Fui a contestarle pero salió escopetado de casa, dando un portazo.
Luke y yo ni siquiera nos miramos. Empecé a llorar casi sin darme cuenta. Lo peor era que Calum tenía razón.
Por más que esto hubiera sido un mal entendido, y que la situación que vio al entrar en casa no fue la idónea... la desconfianza por su parte seguía presente... y eso suponía que no podíamos estar juntos. Al menos por mi parte.
Igualmente, sentí la necesidad de correr en su busca y explicarle todo, pero Luke se me adelantó.
Luke: Quédate aquí, mejor hablo yo con él primero. Estate tranquila, ¿sí?
Asentí con la respiración costosa por las lágrimas que no dejaban de salir, y cuando Luke salió a buscar a Calum, subí al cuarto a volver a hacer las maletas que había desecho no hacía ni un día.
Sin duda, Australia no estaba hecha para mí.
POV Luke
Gritaba el nombre de Calum y él me enseñaba el dedo corazón sin siquiera girarse.
Luke: ¡No seas un puto cobarde Calum Thomas Hood! ¡Deja de huir de todo!
Conseguí que se parara en seco, lo que me hizo frenar a mí también. Dos metros nos separaban de distancia, y él se giró para mirarme a los ojos.
Calum: No me llames cobarde cuando has sido tú el que ha besado a Mel, ¡y menos mal que os he visto! ¡Seguramente no ibas a contármelo!