Capítulo 38: Vuelta a casa

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Llevaba cuatro días inconsciente.
Nada más llegar a Caronte, había perdido el conocimiento cayendo en los brazos de Ivankov, que no sabía que demonios había pasado.
Hancock y las Kuja, que había aparecido en Caronte tras ser repelidas por Kuma, estaban al mando de Caronte.

Pizarro llevaba en una cueva de la isla desde que llegaron, golpeando todo a su alrededor, devastado por la brutal derrota que habían sufrido, destruyéndolo todo a su alrededor.

Marigold y Sandersonia entrenaban duramente con Sweet Pea, intentando desesperadamente sentirse útiles, al haberse visto incapaces de colaborar en mayor medida en la guerra.

Smoker, al igual que Hancock, había estado prácticamente en todo momento sentado junto a mi cama. Tashigi no había aparecido ahí, pero como Kuma había venido con Luffy y el resto, entendió que estaba de su lado y que Tashigi estaba bien, lo que le dejó más tranquilo. Pero aún estaba en la situación de que yo no me despertaba.

Habían tenido la suerte de recibir la visita de Trafalgar Law. Como Absalom ya no estaba en Caronte, no había manera de que siguiese manteniéndose invisible, por lo que fueron fácilmente detectados por el submarino de Law y este, al ver estado en el que me encontraba, no quiso dejarme morir y se encargó de mi tratamiento.

Llegado cerca el día que iban a alcanzar Amazon Lily, habían instalado una gran mesa en la playa, donde estaban reunidos Law, Pizarro, Kuma, Hancock, Smoker y Marco, como miembros de mayor rango presentes.

-¿Cómo avanza Luffy, Trafalgar Law?-preguntó Hancock.

-Está estable... No se que coño hizo en Marineford, pero casi le cuesta la vida-respondió el capitán pirata-Yo me marcharé ya. No hay más que pueda hacer. Que despierte o no depende de su voluntad y sus ganas de vivir... Os deseo suerte en vuestro viaje al nuevo mundo.

-Creo que hablo en nombre de Luffy si te digo que, si en algún momento necesitas ayuda, Luffy nos llevará a ayudarte-dijo Hancock con seriedad ofreciéndole la mano.

-Lo tendré en cuenta, gracias... ¡Bepo, nos vamos!

Pizarro, Kuma, Hancock, Smoker y Marco vieron como el supernova se marchaba seguido por el Mink.

-¿Qué hacemos si Luffy no despierta?-preguntó Hancock con lagrimas en los ojos.

-Solo hay dos opciones-dijo Smoker fumándose de una calada un puro y prendiendo otro al segundo-Ninguna de las dos me gusta pero, o disolvemos la Armada o vamos a buscar a Snake para que tome el mando... Pero debemos que confiar en que ese maldito demonio se despierte... No podemos llegar derrotados y sin nuestro capitán.

-Kuma, ¿nos puedes decir donde están el resto?

-El capitán me ordenó que no dijese nada... Un líder en cada grupo enviado tiene un Tone Dial con un mensaje del capitán que dice que en dos años nos reuniremos en Sabaody.

Marco estaba en silencio. Ni él ni ninguno de los piratas de Shirohige había hablado mucho desde que llegaron a Caronte.

Entonces se escucharon los gritos de Marguerite y todos se levantaron de golpe y corrieron hacia el lugar del que venía el grito... mi casa.

-¡LUFFY!-gritó Hancock llorando.

Todos juntos alcanzaron la puerta de mi hogar, para toparse con Marguerite, manteniéndome en pie apoyado en su hombro.

-Lamento el susto... He despertado-dije sonriendo.

Todos esbozaron enormes sonrisas y Hancock simplemente rompió a llorar y corrió a mis brazos.

-Estás bien-suspiró aliviada en mis brazos-Justo a tiempo, estamos llegando a casa.

-¿Enterrasteis a Shirohige y a mi hermano?-pregunté sonriendo-Luego iré a verlos, tengo que explicaros muchas cosas.

Akuma Pirates: Reencarné en One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora