Capítulo 57: Coliseo Corrida

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Como habíamos planeado, Hancock, Monet, Baby 5, Zoro, Coby, Helmeppo Tashigi y Smoker me acompañaron a adentrarnos en Dressrosa.

Había música y taconeo por todos lados, haciendo que recordase las sevillanas de mi otra vida, concediéndome algo de nostalgia.

Dressrosa era uno de los lugares que más quería visitar desde que inicie mi aventura pirata, sobretodo debido a la cercanía con Whole Cake y Wano, por lo que debía brillar.

Me habían nombrado yonkou demasiado pronto, concediéndome una recompensa de 2.300 millones, 800 millones de la del Luffy de cuando morí. Todo me parecía excesivo, pero en parte era comprensible, ya que tenía una flota descomunal y los Piratas de Shirohige se había unido a mi Armada.

-¡Hey, Mario!-escuchamos de pronto que gritaba una voz masculina-¡Regrésame mi brazo!

Esas palabras me despertaron de mis pensamientos.
Nos giramos a ver de que se trataba y vimos que era un perro, que estaba huyendo, con un brazo de un peluche en la boca, seguido de un peluche manco que hablaba y corría, habiendo sido él el que había gritado.

-¡Chico! ¡Eres un perro malo! ¡El algodón se va a caer!

Todos menos Money y Baby 5 mirábamos lo que sucedía ante nosotros boquiabiertos.
Yo ya sabía que eran, pero me asombraba verlos en primera persona.
Eran juguetes de peluche con vida propia.

Estábamos tan ensimismados en los juguetes alejándose que no nos percatamos de que una marioneta de soldado con tambor se había acercado a nosotros.

-¡Hola!-nos saludó, adoptando una postura muy extraña-¡Soy un soldado! ¿Oh? ¿Nos conocemos de antes? Tu cara me parece familiar.

Y se comenzó a acercar peligrosamente a mi rostro, pero simplemente le golpeé el rostro para que se apartase de mí.

Algo asustadas, Baby 5 y Monet se agarraron a mis brazos, recordando que estaban en el territorio del hombre al que había abandonado para unirse a mí.

-Esos juguetes los ha creado mi hermana-me susurró Monet-Comió la Hobi Hobi no mi, lo que hace que pueda transformar a otras personas en juguetes, pudiendo hacer que nadie los recuerde.

-Eso va a ser problemático-admitió Smoker-Si nos pillan a alguno de nosotros, podríamos perderlo.

-Es esencial entonces encontrar a la chica-respondió Hancock-Confiemos en el grupo de Vivi.

Era sorprendente ver a juguetes y humanos viviendo juntos como si fuesen iguales.

De pronto, aun juguete robot apareció corriendo, muy alarmado.

-¡Un hombre ha sido apuñalado!-exclamó.

Eso no fue lo peor. Lo peor fue la respuesta.

-Oh, ¿de nuevo?-preguntó el soldado de antes, como si eso fuese lo más normal del mundo.

-¿De nuevo dices?-preguntó sorprendido Zoro-¿Acaso hay algún espadachín fantasma.

El soldado, aún dolorido por el golpe, negó.

-No... Las mujeres en este país son apasionadas acerca del amor y, la mayoría, son celosas... Así que, cuando un hombre engaña a una mujer, las cosas suelen ponerse muy violentas... Mientras más hermosas sea, ¡es más probable que apuñalen a un hombre!

-Jajajajajajaja-comencé a reir-Sanji estará más muerto que muerto.

Al segundo mis nakamas rieron conmigo, pero un puñetazo de haki armadura de manos de Hancock me hizo callarme.

-Juguete, me caes bien-dije sonriendo-¿Quieres pasear con nosotros? Nos dirigimos a comer.

-¿Quieren que los acompañe?-preguntó sorprendido el juguete-La gente me considera un bicho raro, incluso entre los juguetes.

Akuma Pirates: Reencarné en One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora