Akuma Pirates: Reencarné en One Piece

Capítulo 64: Plan, derrotar a un Yonkou

Los barcos de los nuevos comandantes de la Armada Akuma ya estaba atracados en Paraíso Akuma y todos los 6000 miembros de la tripulación estaban instalados, pero yo me encontraba en el puerto, mirando atentamente a Sugar, Senor Pink y Dellinger, con Kaku, Franky y Baël detrás suyo. Monet estaba a mi lado, mirando emocionada a su hermana, que al igual que lo otros, estaba esposada.

-Bonney, ven-dije.

La Comandante de la Novena División asintió y se acercó a mí.

-¿Qué edad tiene tu hermana?-preguntó Bonney.

-22 años.

Bonney asintió y se acercó a la prisionera, posando sus manos en su cabeza. Su cuerpo se cubrió de luz rosa y, poco a poco, Sugar comenzó a crecer, adoptando un cuerpo acorde a su edad, teniendo un cuerpo tan bien formado como el de su hermana.

-Sugar... Te hemos salvado por tu hermana-dije mientras me acercaba a quitarle las esposas-Ahora es decisión vuestra si quedaros con nosotros o marcharos.

Monet, algo sonrojada, se acercó a mí.

-Esto... a mí me gustaría seguir siendo pirata bajo tu bandera.

-¡Yo quiero estar con mi hermana!-dijo infantilmente Sugar. Imaginé que, por mucho que ahora su cuerpo y su edad coincidiesen, aún tenia la mente de una niña pequeña. Tal vez ella y Momo podían hacerse buenos amigos.

-Decidido... Monet, puedes llevar a tu hermana a tu cuarto.

La peliverde asintió y se marchó con su hermana. Kaku, al ver que su función había terminado, agachó levemente la cabeza y usando soru se marchó.

El siguiente fue Senor Pink, con Franky para interceder por él.

-SUPER Aniki-dijo haciendo su pose característica-Pido que reclutemos a SUPER Senor Pink. Es un hombre honorable, que perdió su camino cuando su hijo y su mujer fallecieron.

-Lo acepto... Está a tu cuidado... Dellinger, tú también-dije sonriendo-Me ha dicho Baël que solo quieres una familia y nosotros podemos serlo para ti... Ahora toca lo más importante... ¡¡¡FESTEJEMOS UNA VICTORIA MÁS!!!

De todos los edificios de Paraíso Akuma comenzaron a salir todos los hombres de la Armada y, para sorpresa de todos, no habían tardado nada en montar una increíble fiesta, llena de música, comida y bebida.

Yo, viendo a Snake, serio, me acerqué, cosa que también hicieron Kinemon, Momonosuke y Kanjuro, el traidor al que esperaba mostrar una vez estuviésemos en Zou, ante Inuarashi, Nekomamushi y Raizo. Iba a tener que aguantar lo que no estaba en los escritos para no matarlo. Por su culpa murió Oden, uno de los hombres a los que más admiraba en el mundo de One Piece. Aún así, iba a hacer que todo se convirtiese en una tortura para él en el camino a Zou.

-Hermano...-dije dándole una palmada en la espalda-...cada vez está más cerca la derrota de Kaido.

-Sí-asintió-pero... hay algo que me sigue carcomiendo y es como fueron derrotados mi padre y los Vainas Rojas.

-¡Oh!-dije sonriendo-Yo lo sé-Kanjuro se tensó de golpe, mientras que Kinemon y Momonosuke me miraron extrañados.

-¿Eso también?-dijo sorprendido Snake.

-Prometo que en algún día os lo contaré todo sobre mí pero... lo importante es esto... Unos de los Vainas Rojas os traicionó y creo que sé quien lo hizo-Kinemon y Kanjuro se miraron-Sé que Raizo está en Zou, siendo protegido por Inuarashi y Nekomamushi... Creo que estando con ellos podremos resolverlo... Pero hasta entonces, Kinemon, Kanjuro, los dos sois sospechosos, así que no hagáis nada extraño hasta que lleguemos a Zou. Cualquier movimiento en falso me puede hacer pensar que sois el traidor.