Capítulo 55: La verdad de Snake

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Mientras, no muy lejos de ahí, en el cielo en la proximidades de Punk Hazard, un extraño hombre de gran tamaño, mandíbula pronunciada y prominentes dientes, en los cuales, los incisivos tenía tatuada la insignia de la Familia Donquixote.

Su pelo largo, peinado en forma de hélice, giraba a gran velocidad, manteniéndolo volando con un pasajero en la espalda.

Esta era una mujer joven y alta, de pelo largo y ondulado. Tenía una figura bien dotada, delgada y curvilínea.

Llevaba un traje morado rosado de sirvienta muy escotado, con una cofia, un mandil y una minifalda, todo acompañado por unos tacones.

-Al terminar esta misión, se termina nuestra relación-dijo malhumorada la mujer-¡Voy a matarlo cuando regrese! ¡Joker, maldito bastardo! Mi amado prometido, ¡él lo ha matado junto con todo el pueblo en el que estaba!

-Es porque esa es la forma en que el joven amo demuestra su amor-respondió el hombre volador-Es porque te quiere como una hermana pequeña. Es el tipo de amor que te puede llevar a destruir un pueblo o dos, pero eso no pasaría si tan sólo supieras decir NO.

-¡¿Y qué hay de malo en ello?!... ¡Él me necesita!

-Debes dejar de decir a todo que sí... Compras cosas, haces regalos, prestas dinero-le dijo el hombre helicóptero-¿Cuánto dinero debes hasta ahora?

-¡Cállate! ¡Solamente son 98 millones de berry! ¡Es mi vida! Solo déjame en paz...

Ellos dos eran Buffalo y Baby 5, oficiales de los Piratas de Doflamingo, que habían sido mandados por su capitán a comprobar el estado de Caesar Clown. Había recibido la orden de sacarlo de ahí y comprobar que todo el asunto del gas del científico loco había salido correctamente, pero por lo que veía, al ver que la isla estaba limpia, supusieron que había algún problema.

En el interior del laboratorio
Snake corría a toda prisa.
No estaba preocupado por sus nakamas, pero seguía pensando en Kinemon y el hijo que estaba buscando por Punk Hazard.

Sabía que yo iba a regresar en cualquier momento, al igual que los demás. Entonces, sintió como el oxígeno a su alrededor se iba reduciendo y se transformó al segundo en híbrido de Carnotauro, sintiendo como su musculatura aumentaba y su cuerpo se cubría de escamas azules y amarillas, junto a los cuernos propio del Carnotauro.
A su vez aguantó la respiración para asegurarse que ese loco logia de los gases no lo dejaba sin aire y se lanzó al frente.

De repente, el suelo comenzó a temblar y agrietarse, junto cuando Snake estaba viendo a lo lejos a Caesar preparando un ataque masivo.
Poco a poco las grietas se fueron acumulando y del subsuelo, algo destrozó el suelo junto a él.
Del boquete surgió un hombre muy familiar para él, con un dragón oriental en miniatura de color rosa atado a la espalda.

-Luffy, ¿y ese dragón?-preguntó con una media sonrisa mientras el ataque de Caesar se dirigía hacia ellos.

-Larga historia-respondió Luffy sonriendo-¿Ataque combinado?

Snake esbozó una media sonrisa y cubrió sus puños de haki, a la par que Luffy hacia los mismo con los suyos, cubriendo también de fuego plateado.
Caesar Clown se estaba lanzando contra ellos, pero no se borraron las sonrisas en los rostros de capitán y vicecapitán.

-AKUMA PIRATES RAGE-gritamos los dos lanzando poderosos puñetazos.

Tanto mi fuego como el aura de Snake nos cubrieron y nuestros puñetazos golpearon de lleno al científico, sacándole del golpe fuera del laboratorio, con ambos fuera.

Como si todo hubiese estado preparado, uno de los barcos de nuestras flota, el Prisionero Legendario nos estaba esperando, con Avalo Pizarro en tierra.

Akuma Pirates: Reencarné en One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora