Maratón De Estreno 2/3
Karol Sevilla, Los Ángeles.
Buscaba miles de escusas, pero en este momento ninguna cuadraría mejor que la que ya le había dicho antes — Mi padre era policía en el FBI, no me dan miedo estas cosas y por cierto se dice gracias, cuando alguien te salva la vida — Ruggero me aborrece con la mirada.
Lo ignoro y guardo mi arma, no tardan ni dos segundos para que los vigilantes del edificio se hagan cargo del atentado — Esta muerta — me pregunta por Cynthia y por primera vez la volteo a ver de cerca.
Toco su muñeca y encuentro un pulso mínimo — ¡Llamen a una ambulancia esta mujer tiene pulso! — grito y de inmediato marcan a una.— Ayúdame haciendo presión en su herida — Tiene una bala en el estómago, trato de no moverla, ruggero se quita la camisa, y con esta misma hacemos presión, espero esto le compre tiempo.
—¿Porque tienes un arma? — pregunta de repente, mientras esperamos a que lleguen los paramédicos, ignoro su pregunta bajando mi mirada hacia la herida de esta mujer, esta perdiendo mucha sangre — Contéstame. — ordena y bufo por su incompetencia.
—Que te interesa, lo importante ahora es tu secretaria, espero y no le pase nada — no es que me preocupe esta mujer, pero no pretendo responderle algo, que puede poner en riesgo mi trabajo y más aún mi contrato.
—Gracias — dice sinceramente después de un largo y agobiante silencio incomodo, chocamos miradas y creí entender por qué decía eso, le salve la vida, lo que él no sabe, es que fue por trabajo, yo no tengo ninguna relación fuera de lo profesional con él.
— Cualquiera lo hubiera hecho, ahora aprete más fuerte para detener la hemorragia — quiere responderme losé, el elevador se abre con los paramédicos, la dejamos a su cargo, el completamente desnudo del torso y yo llena de sangre de secretaria.
—Ya no está ella — tomo mi mano deteniéndome, yo me alejo y él me acerca, que irónico ¿no? — Ahora dime la verdad, porque me salvaste, porque tenías un arma, y como es que sabes usarla.
—Te salvé porque como ya te dije antes, cualquier persona con valores lo haría, tengo un arma porque me robaron y quiero estar lista por si lo vuelven hacer — busco en sus ojos el reflejo que me diga, te creo, pero no, lo único que veo es como sigue pensando que le miento, cuando es verdad, no está idiota como pensé.
—Aun no me dices como es que sabes usarla, porque por más "valores" que tengas, dudo mucho que disparas en el mismo instante cuando yo estaba ahí, tienes que tener una muy buena puntería para poder darle a ese tipo, o mucha suerte, ya que, si no, el muerto seria yo, y eso si me incumbe.
—No tengo que darle una biografía mía, mucho menos responderle cosas que no le importan, se usar el arma, porque mío padre me enseño, deje de creer que soy yo la que busca matarlo y falle, porque no es así, aunque le duele aceptarlo yo lo salve.
—Claro que no me molesta que me hayas salvado, es más te lo agradezco, pero no es malo querer saber el porque mi chófer lleva un arma cargada al trabajo y lo peor, que el jefe no lo sepa.— Es que este tipo es estresante cuando se lo propone, me cruzo de brazos de manera indignada es obvio que no le voy a responder.
—Karol Sevilla — uno de los oficiales se acerca cautelosamente, sorprendiéndonos a ambos — Acompáñeme por favor.
—No se preocupe ella es la hija de un policía del FBI — Ruggero cierra tu puta boca, que chismoso es este señor.
—Eso es cierto — vuelve a decirme dicho hombre, me veo obligada a asentir, las mentiras se dicen de igual manera para todos, porque si no luego te descubren, y yo no soy tan idiota como para que lo noten.
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Contrato ©
Random"El silencio y los secretos son el inicio de mi aventura, no todo es lo que parece y no soy tan buena como todos creían" - Karol Sevilla. "No voy a cambiar por una mujer jamás, créeme no serás la excepción" - Ruggero Pasquarelli. "El dinero es lo má...