«Capitulo 4»

697 82 46
                                    

Maratón De Estreno 3/3


Karol Sevilla, Los Ángeles.


El día que comprendan que no soy ambiciosa por el dinero, si no por el simple hecho que teniendolo me siento más segura, ese día sería el fin del mundo, porque me prometí interernamente que nadie jamás se enteraria de ese suceso.

Mis momentos de debilidad son los peores, pero aborezco que me pasen con él, con un niño rico, uno de esos que odio con mi alma — Aun no entiendo el porque me quedaría contigo — quiere que vallamos a su casa de playa, que planeas hacer.

— De todas formas tienes que llevarme, solo te pregunte si quieres quedarte, ya es tarde y nose si quieras volver sola por la carretera a estas horas — Tendre que aceptar, no lo puedo dejar solo, si atentan contra su vida o le pasa algo, adios dinero.

— Que ganaria quedandome — no se cuanto funcione esa tecnica de hacer la dificil, pero se que a los mujeriegos como él, cuando le dices que no, explotan por dentro.

— Dejaras de verme como el nino rico — dudo que eso pase pero bueno — además, no quiero estar solo.

— Y tus amiguitas, ninguna puede — ahora que lo pienso nose porque dije eso, si llega a llevar alguna tebndre que aguantar todos sus gemidos.

— No me conocez — no planeo hacerlo — esta noche no necesito ese tipo de distracción — asi que es eso para ti las mujeres, que hombre más idiota.

— Bien, pero no pasara nada — el asiente.

— No quiero que pase nada, yo acepto tus gustos, nunca obligo a ninguna mujer a nada, me juzgas demasiado — me cruzo de brazos, tomo mi chaqueta y me dispongo a salir, es hora de irnos a su famosa casa de playa.


Ruggero Pasquarelli, Los Angeles.


La casa esta igual como la deja la ultima vez — Sientate donde quieres — le señale los muebles y procede a tirarce en uno de ellos.

—Aquí traes a tus "novias" — hace unas comillas al aire, diriguiendoce a mi con autoridad — perdon conquistas.— dice de lo más hipocrita y yo ruedo los ojos, sin duda ella no sabe nada de mi pasado.

— Nunca vienen a las propiedades de mi padre — es verdad, no me gusta, como es que dice él, así si, denigrar su imagen — Agustin me presta su casa de playa aveces.

— Comprendo — saca agua de la refrigeradora y mientras se sirbe el liquido en el vaso me mira con duda — Porque eres así — dice derepente.

—Así como — no entiendo a que quieres llegar Sevilla, esta mujer es más complicada que respirar en el espacio.

— Te gustan las mujeres — hace una pausa — pero, porque no solo le dedicas tu amor a una, porque necesitas usarlas, y luego votarlas como si nada — pero que dice.

— Se nota que lo unico que sabes de mi vida son supociones, te aclaro que yo uso a las mujeres, no soy de esos tipos que le dice que se van a quedar con ellas por el resto de la vida y luego se van.

— No sabia que había tipos de mujeriegos — niego burlandome de su estupido comentario.

— No las engaño, ella saben a lo que vienen, yo solo quiero sexo y si alguna no lo entiende, me voy, no me gusta romper corazones, porque se que tienen sentimientos.

Contrato ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora