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«Capitulo 44»

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Karol Sevilla; Los Ángeles

Agustin va conduciendo, mientras yo veo por la ventana la hermosa ciudad, llegó el día, me voy a casar con el amor de mi vida, estaremos unidos para la eternidad, el auto se detiene en la puerta de la iglesia, un par de invitados están afuera, me abren la puerta, al salir veo un alboroto por la entrada diciendo que ya llegue.

— Mira ahi esta mami — dice Giovana que se acerca con mi bebita en brazos

— Hola mi amor — le digo tocando sus cachetitos, mientras emite una risita

— Que linda esta mami, te vez preciosa — dice Gio imitando su voz, agarrando su manita.

— Ya es hora de entrar — me avisa Agustin, visualizo al señor Bruno acercarse a mí amablemente.

— Karol — dice sonriente.

— Sr Pasquarelli — le digo.

— Dime Bruno, soy tu suegro — asiento comprendiendo — Estas hermosa, felicidades.

Le agradecí con un beso en la mejilla, fuera de todo se comportó de la mejor manera conmigo, cuando volví con ruggero él estaba de viaje en Italia, quería volver a su país, él necesitaba recuperarse de la muerte de las mujeres más importantes de su vida, porque haya pasado lo que haya pasado él las amaba y fue muy shockeante para él, hace un mes volvimos con el contacto, veía a su nieta por videollamada, ruggero le pregunto si me podria entregar y eso es lo que vamos hacer hoy.

— Lista para ser la nueva Sra Pasquarelli — dice tomándome del brazo antes de ingresar.

— Claro que sí — ambos sonreímos, al paso de la música decidimos entrar.

Mientras caminaba, sentia como todo me miraban, pero la unica que me importaba era la de él, estaba vestido con un traje negro muy elegante, nuestros ojos conectaron desde el primer momento que ingrese por esa puerta "Te amo" me dice mientras estoy llegando a su lado "Te amo más" le respondo en un susurro que el solo puede ver.

— Cuidala y amala el resto de tu vida — dice Bruno antes de entregarme.

— No lo dudes — habla él, suelto el brazo de mi suegro y ruggero me toma del mismo lugar — Estas hermosa — dijo dándome un beso en la mejilla.

— Tu te vez guapísimo — le respondo sonriente, la felicidad que me cargo es impresionante.

— Hermanos, estamos aquí reunidos para unir en santo matrimonio a Karol y a Ruggero — empieza hablar el padre, nos miramos complicemente y seguimos escuchando lo que dice.

Después de toda de la charla nos dio el cura, Karina nos trae los anillos, ambos tenemos uno en la mano — Ruggero Pasquarelli aceptas a Karol Sevilla como tu futura esposa y prometes serle fiel en lo próspero y adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarla y respetarla hasta que la muerte los separe.

Volteamos a vernos fijamente — Si — toma mi mano y empieza poner la sortija lentamente — prometo amarte cada día de mi vida, estas adentro de mi corazón nena, te amo — termina de colocar el anillo y besa mis manos.

— Karol Sevilla, aceptas a Ruggero Pasquarelli como tu futuro esposo y prometes serle fiel en lo próspero y adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe — asiento.

— Acepto — deslizó el anillo sobre el dedo — voy a estar a tu lado hasta el último día de mi vida, amándote y respetandote, porque te amo más que a nada en este mundo.

— Por el poder que me concede, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia — dice el padre.

Ruggero me tomó de la cintura pegándome más, miró mis labios, recogió un mechón de mi cabello, y con una mano en mi mejilla, juntan nuestros labios, para darnos el primer beso como esposos.