«Capitulo 22»

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Maratón 3/6

Karol Sevilla; Los Ángeles

Sigo sin creer lo que acaba de pasar mi mente viaja rápidamente a todos los momentos felices, no me puede pasar otra vez, no de nuevo, sabía que enamorarme de él me traería esto, lo que siento en mi pecho, ese dolor de corazón roto de traicionada de dolida, de mujer débil

Ese prototipo de mujer que no soy, me miro al espejo dejo de llorar — Él se lo pierde, eres mucho mejor.

"A quien engañas él es el amor de tu vida deja de mentirte, te duele y estas destruida, karol sevilla denigrada por un hombre" — demonio

Agarro un florero con toda la ira contenida lo tiro sobre el vidrio, se rompe todo y quedan esas gritas — Te odio Ruggero Pasquarelli

Sin pensarlo agarre mi teléfono y marque el numero correcto, la persona que necesitaba — Dime que sigue en pie tus 50 millones por la cabeza del niño rico

— No me digas, vas a entregar a tu muñequito de torta — es Cristobal.

— Eso no te interesa, lo aceptas o no.

— Estas muy alterada, cálmate nena, la oferta sigue en pie y claro que la acepto, ahora lo que necesito es que tú me llames y me digas cuando y donde, ya sabes como trabajo.

— Puedo matarlo yo, que tus hombres vengan no me importa, quiero verlos sufrir, rogar y suplicar ante mí.

— Que fue lo que te hizo, eso suena a venganza sumada con dolor.

— es una historia larga

— Una que queda pendiente que me cuentes cuando bailemos sobre su tumba

— Es una promesa, te lo juro

— Sevilla

— Qué — respondí

— No te enamores de más ricachones

— Supongo que tu incluirás en esa lista — termino de hablar y cuelgo.

Ahora caigo en cuenta de lo que cabo de hacer, entregue al amor de mi vida a la persona que la quiere matar, pero se lo merece nadie me destruye y se sale con la suya, no esta no, no de nuevo.

"No puedo creer que hayas hecho esto karol" — ángel

Era obvio, él la engaño no solo eso, viste como el trato hace un momento, vale cada centavo la cabeza de ese riquillo — demonio

Deja de pensar en el cómo un objeto de valor, es una persona tiene sentimientos — ángel

Al igual que Karol, y perdóname, pero no vamos a permitir que se repita la historia, o por lo menos no yo — demonio.

Según tú que se está repitiendo — ángel

Es lo mismo, Karol se enamora de un tipo, este supuestamente de ella, la humilla y se va, dejándola destrozada — demonio

Ruggero no es así, algo paso estoy seguro — ángel.

Tu deja de defenderlo, es la persona que le hizo daño a la dueña de tu alma, a la que debes proteger, su corazón está en el suele aplastado y hasta triturado por ese imbécil — demonio.

Bruno no la va a dejar irse, tiene un contrato un deber — ángel.

Uno que va a terminar muy pronto, acaso no escuchaste que el vamos a matarlo — demonio

No la creo capaz de que deje que muera, se va arrepentir a último momento y todo saldrá mal — ángel

Es más fuerte ahora, yo confió en ella — demonio.

Seco todas mis lágrimas, mi maleta ya está lista, no me vaya quedar ni un minuto más en esta casa, ya veré como hago para embosarlo, necesito pensar, pero primero quiero ir al casino por un trago, necesito esa adrenalina de vuelta.

— A donde te vas — oh genial es Eva, espero no me dé su sermón de mierda

— Tu qué crees — suelto la ultima lagrima —tenías razón, no debía enamorarme, pero Karol la tonta no te hizo caso y mírala ahora llorando como una tonta.

— No entiendo, explícate.

— Ruggero me dejo, y duele — rio burlonamente — pero alégrate no era lo que querías que me aleje de él

— Las cosas no son así.

— Y como son Eva, no tengo mala memoria y escucho perfecto, muchas veces me lo advertiste.

— Sabes que tienes un contrato, esos tipos siguen sueltos pueden matarte a ti a ruggero, o hasta a Rafaela por dios.

— Sinceramente esta familia ya no me importa — trato de salir, pero me detiene.

— Igual no te puede ir, el oficial Vietto vino, te busca para algo.

Vietto que hace aquí, ya había respondido todas sus preguntas en la comisaria, espero esto sea rápido, no quiero quedarme en esta casa ni un solo minuto más, no lo soportaría.

— Oficial — lo saludo sorprendida.

— Señorita Sevilla, un gusto verla de nuevo, vera ...-

Iba a seguir hablando, pero es interrumpido por la voz del imbécil este, o mejor dicho ruggero — Usted me llamo — pregunto.

— Así es tengo que hablar con ambos.

— Es necesario que este ella — consulta y yo ruedo los ojos, el oficial no entienden nada, en la mañana parecía que nos amábamos y yo ahora lo entrego para que lo maten, la irónica no creen.

— Yo tampoco te quiero aquí — contra ataco.

— Cálmense los dos, no sé qué problemas tengan, pero lo van a tener que solucionar, porque se van a ir a vivir por dos semanas a una cabaña como testigos protegidos.

Yo vivir con ruggero, en una cabaña a mitad de la nada justo ahora, no creo que salga bien — Claro que no.

— Ese es el problema no es una pregunta es un orden de las oficinas del FBI, ustedes son testigos protegidos para declarar contra el posible pronto arestro de Cristobal, un narco muy conocido de Los Ángeles.

— Yo no pienso pasar dos semanas con esta

— Esta tiene nombre — lo enfrento

— Si, pero es que ya no significas nada para mí.

[...]

Se volvió intenso todo, estos dos encerrados por dos semanas solos, no sé, yo creo deseo carnal, pero bueno nos leemos al rato, y no me juzguen a karol que sabemos que tiene sus razones, bye

Dedicacion: Mari

By: Antho 

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