«Capitulo 47»

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Karol Sevilla; Los Ángeles

Esto tenía que ser una broma, la mujer que esta parada enfrente de mi casa debe estar mintiendo, es completamente imposible que siga viva, no después de lo que ruggero me dijo, el jamás me mentira con este tema.

— Creo que te has equivocado de casa, aquí no hay ninguna hija tuya — trato de sonar calmada, pero sale de manera amenazante.

Su cabeza se mueve para los costados negando todo lo que acabo de decir, sus ojos van detrás de la puerta — Selene, hija

Y fue la gota que derramo el vaso, ¿su hija?, como diablos sabe su nombre, quien mierda es esta mujer — Mamá aléjala — dice Selene asustada cubriéndose por detrás de mi esposo.

— No yo soy tu mamá — esta señora trata de confundirla y no permito que pase esto ni un segundo más.

— Ruggero métela a su habitación — le ordeno y antes de que él se la lleva, esta idiota trata de entrar a mi casa a la fuerza.

— Que mierda crees que haces — digo indignada deteniéndola agarrándola fuertemente del brazo. — Estas asustando a mi hija, así que te pido por favor que te retires de mi propiedad si no quiere que llame a la policía.

— Ella no es tu hija, no nació de ti, siempre serás mi reemplazo — cree que sus palabras me afectan, soy yo la que tiene en su mente cada hermoso recuerdo, sus primero pasos, cuando le empezaron a salir los dientes, cada almuerzo.

— Es hermoso ser tu reemplazo, y sabes porque — le digo soltándola bruscamente — porque no existe forma de que saques de donde me pusiste, así que lárgate.

— Bianca vete — en ese momento entra ruggero.

— Hasta que te dignas aparecer rulitos.

— Se llama ruggero hija de puta.

— Calma a tu perra, dile que me voy a llevar a mi hija — trata de avanzar, pero la tengo.

— Sobre mi cadáver — la empujo fuera de mi casa y ella empieza a reaccionar mal, saco mis aretes y me preparo para pegarle si es necesario

— Cálmense las dos, tú — dice señalándola — no te vas a llevar a Selene porque es nuestra hija, y no tienes ningún derecho.

— Soy su madre — ruggero y yo negamos.

— Su única madre es Karol, así que te pido que te vallas, si no quieres tener problemas.

— Y que va hacer — dice desafiante — crees que la ley va a permitir que te quedes con ella después de todo lo que se de ti, los negocios sucios de tu padre.

— Que hablas — me quejo — deja de invertir cosas, tú con mi hija no te vas a meter, porque en este momento soy capaz de sacarte todo lo que llaman dientes y córtate esa lengua de víbora mal nacida que tienes.

— Inténtalo y veras como termina, hija de puta — me amenaza y antes de que me lance sobre ella, ruggero se interpone.

— Es nuestra hija.

— Pues no por mucho tiempo, consíguete un abogado, nos vamos a ir a juicio.

Y en se momento mi mundo se derrumbó, existe una muy breve posibilidad de que me quiten a mi hija, a Selene, mi nena que va a cumplir 4 años, estoy no lo pienso permitir — Llamemos a Karina.

[...]

Después de que ruggero le explicara a Karina por tercera vez como llego Selene a nuestras vidas, nos encontramos pensando cómo vamos hacer para que mi hija se quede con nosotros — Karol tranquilízate — pone su mano sobre mi como apoyo.

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