Contrato ©

«Capitulo 18»

Karol Sevilla; Los Ángeles

Es imposible que esté pasando esto, Ruggero no sería capaz de hacer ese tipo de cosas, esas niñas no tienen la culpa de nada, y sobre mi cadáver las venden el día de hoy, Cristóbal te metiste con la mujer equivocada.

—Ruggero jamás haría eso — lo defiendo delante de Cristóbal y el solo da una carcajada, trato de encararlo, pero escucho como de lejos alguien me llama.

—Ey — es Agustín — Ruggero te está buscando hace rato, quiere decirte algo importante.

Mi mente colapso por un instante será verdad que el accedió a esto.

— "Él es incapaz de hacerle eso a esas chicas Karol" — ángel.

Camino lentamente hacia la persona que amo, a la que hoy con su respuesta puede decepcionarme de por vida — Mi amor — me da un beso en los labios y yo sonrió algo incomoda.

— Me buscabas — trato de sonar normal, pero creo que nota mis facciones.

— Si — dice dudando al ver como actuó con él — Estas rara tienes algo.

— Nada importante.

— Lo que pasa es que ...-

— No sabes si es importante, ¿De dónde conoces a Cristobal? — pregunto algo desorientada.

— Cual Cristobal — dice sin entender y yo señalo al hijo de puta ese, comprende la situación y asiente — Mira todo tiene una explicación.

Mis ojos caen al suelo no puedo mirarlo después de eso, de verdad es lo que todos dicen.

—Es el hermano de una chica que estuvo conmigo — dice con algo de pena y suspiro de alivio, aunque no por completo.

— Nada más — pregunto tratando de sacarle información, pero el niega.

— Ey — pone un dedo en mi labio, mientras remojas los suyos proceden a darme un beso tierno.— Yo ya no me hablo con ella, no se nada de su vida desde hace mucho — y como si está muerta.

— Te creo — le aseguro — Quien está encargado de la subasta — no hay un Pasquarelli en esta familia y ese imbécil no fue específico.

— Mi madre — dice desorientado y quedo algo en shock, antonella está aquí.— Yo también estoy sorprendido, no sabía que ella venia.

— Así que fue ella la que está a cargo de la subasta — pregunto

— Porque lo dices.

— Me entere que van a vender a chicas, ruggero a mí no me gustan esas cosas — el queda sorprendido ante mi confesión.

— A mí no me avisaron de nada, pero no te preocupes voy hablar con mi padre para que saquen a esas chicas de lo que pensaban hacer, yo repondré ese dinero si hace falta — sonreí ante su confesión.

Sabía que él no era malo, como pude desconfiar de él, le di un beso en forma de agradecimiento y ambos sonreimos como locos enamorados, aunque eso es lo que somos.

— Lo tétrico es que hoy vas a conocer a tu futura suegra.

— Como no futuro novio.— hago una reverencia y el solo sonríe.

— Eres la mujer más bonita de esta fiesta — me abraza por afuera, apegándome más a él, quedamos a milímetros y me da varios besos cortos, creo tener una idea para divertirme en esta fiesta tan aburrida.

—Tú eres el hombre que más me pone — susurro en su oido.

Me dio un empujón hacia el baño de hombres y nos metimos a uno de los módulos dentro del baño. Inmediatamente me dio una besuqueada de los dioses, nos besamos juntando nuestras lenguas de manera salvaje y profunda.