«Capitulo 20»

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Maratón 1/3

Ruggero Pasquarelli; Los Ángeles

Voy detrás de ella, golpeó personas de causalidad, pido disculpas y continuó buscándola — ¡Valentina!

Ella voltea sobre su eje y camina hacia mi — Qué pasó Ruggero — sonríe amigable

—¿Porque me dijiste matteo? — pocas personas saben cuál es mi verdadero nombre, mi pasado, mi historia.

—¿Yo? — pregunto confundida, se ríe burlonamente — los tragos te han afectado, tú te llamas Ruggero Pasquarelli, y yo debo tomar un avión — dejo que se vaya.

Mientras pienso en lo que me dijo escucho como una euforia se asoma a la mesa de juega, es Karol aparentemente borracha, cuestionó.

Llego a ella y si afectivamente ha ganado — Te dije que era buena en el póker — trata de terminar su copa de champán, pero se la quito a tiempo.

— Si yo creo que nos vamos — ella niega burlándose de mí.

— No — definitivamente no está en sus incómodos sentidos — debo cobrar mi dinero, quiero jugar más.

— Llevaremos tu dinero mañana, la fiesta ya termino para nosotros — susurro en su oído tomándola de la cintura para salir del local.

— Me encantas — confiesa — estás muy guapo con el traje, tus rulos — dice tocándolos — son subes — se ríe.

—Tu eres hermosa también — dejo un beso corto en sus labios antes de meterla a auto.

— Estos labios — señala — son míos, nadie puede besarte más que yo, entendiste.

— Soy completamente tuyo linda.

[...]

Karol Sevilla; Los Ángeles

Fue una mala decisión abrir los ojos en este momento, la luz de las ventanas me mata, y lo único bueno de mi vista es ver a ruggero dormido a mi costado, trato de cubrirme con las sabanas, pero lo único que logro es despertarlo.

—Buen días — besa mi frente como todas las mañanas, camina hacia las cortinas y las cierra, le agradezco con la mirada y vuelve a echarse junto a mí.

—Buen día — susurro.

—¿Como estas linda? — pregunta sentándose a mi costado.

— Me duele la cabeza, quiero dormir más — el asiente y me acomoda en su pecho, nos tapamos y así todo acurrucaditos nos volvimos a dormir.

[...]

El día viene tranquilo, el evento salió increíble, muchas inversiones se generaron por las apuestas del casino, y hablando de eso tengo que confesar que volver a jugar me encanto, sé que no está bien, pero que puedo hacer.

— Sigo sin creer que hoy vas a volver a ir a jugar — ángel.

— Déjala, es su vida, además es muy buena y con la miseria que le pagan en este trabajo — demonio

— Ella está defendiendo a la persona de la cual está enamorada que dice tú — ángel.

— Talvez, pero por más amor que ella, el casino siempre será su prioridad, acéptalo angelito, este es su gusto culposo, ni tu ni yo podemos hacer nada — demonio

Ustedes dos deberían dejar de atormentarme, no tiene nada de malo volver a ir a jugar en la noche, ruggero no se va a enterar y tengo un dinero ahí guardado, no seré millonaria, pero se jugar póker, y eso me puede convertir en una.

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