«Capitulo 50»

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Último final - Maratón final 3/4

Karol Sevilla; Los Ángeles

Miro al juez lentamente, analizo cada uno de sus gestos, pienso en todos los momentos más difíciles que he pasado con mi hija, todo se remueve a este momento — La custodia absoluta de Selene Pasquarelli Sevilla es otorgada al matrimonio Pasquarelli Sevilla, en su totalidad, dándole un orden de alejamiento de 50 metros a la Sra. y Srta. Soto por completo perdiendo todo tipo de derecho sobre la niña, se levanta la sesión.

Y en ese momento, justo ahí donde se dio el último golpe, reaccione a la realidad, no me van a quitar a mi hija — Lo logramos — dice ruggero agarrándome desprevenida de la cintura dándome vueltas y besos.

— Gracias — le dije — Gracias por confiar en mí, por confiar en mí, te amo.

— Te amo más, y nuestra hija se va a quedar con nosotros — Sin dejar de sonreír nos besamos, ahí delante de todos, ya no me importaba nada que todos vieran el amor que le tengo a este magnífico hombre.

— Felicidades — dice Karina a nuestro costado.

— Claro que no, tú te mereces todo el crédito, hiciste de este juicio una belleza por completo, nos devolviste a nuestra hija — habla ruggero y yo asiento.

— Celebremos entonces, dentro de un rato traerán a la niña.

— ¿Dónde está? — pregunto.

— ¡Mamá! — grita Selene, volteo al escuchar su hermosa voz, esta como la deje sin ningún rasguño, camino hacia ella y nos juntamos en un abrazo, juro que nunca la había abrazado tan fuerte como ahora.

— Mamá está aquí y no te va soltar nunca mi amor.

[...]

10 Septiembre 2026

Ya ha pasado más de 7 meses desde el juicio, esa mujer no sé ha vuelto a aparecer por aquí, con Selene todo va bien, ruggero y yo acabamos de cerrar mis negocios de los terrenos en California, estamos expandiéndonos, esto va cada vez mejor.

Justo hoy es el cumpleaños de mi esposo guapo que sé que desean conocer.

Pero lo siento chicas, no lo comparto es mío, les tocara imaginárselo.

En fin, en que íbamos, si el cumpleaños de mi esposo, 30 años ya wouh el tiempo sí que pasa rápido, Selene está caminando adelante de nosotras con Irina, olvide decirles que estoy con Karina en el centro comercial, vinimos juntas.

—Bueno yo creo que eso es todo — me dice contando y viendo cada una de las bolsas que traíamos en nuestras manos.

— Si esta perfecto, me gustan los colores de los globos — Irina y Selene se pararon al lado de la heladería, ya sabía lo que venía.

— Mamá — gritan ambos viniendo hacia nosotras.

— Quiero un helado de chocolate — dice Irina primero.

— Y yo uno de fresa — dice Selene.

— Tranquilas, vamos hacer la cola, mientras vallan viendo los helados en la vitrina — Selene asiente tomando del brazo a Irina y se la lleva rápido al mostrador.

Con Karina nos paramos para hacer la cola — Oye antes de comprar los helados, tenía que contarte algo.

— Verdad los chismes de tus casos, uno de las cosas por las que más amo que seas abogada.

— Algo así — dice sonriente — Hace unos días defendí en el estrado a una mujer llamada Úrsula es una doctora muy reconocida, estaba peleando por unos derechos, una amiga le robo su proyecto, el caso es que me comento sobre que las mujeres estériles si pueden tener hijos, con un nuevo tratamiento.

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