Alone • Shikamaru Nara x tu •

06

Hoy era un día diferente, ellos no se habían cruzado y si lo hacían no se miraban, la noche anterior él la volvió a encontrar en un estado deplorable, con la ropa rasgada, el cuerpo tembloroso, lágrimas cayendo por sus mejillas y los labios lastimados, algo que la hacía sentir débil era la expresión que ponían las personas al verla así y odiaba ver su reflejo en esos ojos.

– __ ven a mi casa para que te calmes – hablo Shikamaru limpiando las lágrimas de su amiga.

– ¡No! – grito apartando su mano bruscamente.

– __ por favor, está noche es la mas fría y tú estás... Así – intento tomar tu mano.

– ¡Basta! No necesito que me cuides, Shikamaru. – cubrió su rostro – No soy débil ¡No lo soy!

– Claro que no lo eres, niña tonta, tú eres la más fuerte aquí. – sonrió para tranquilizarla.

– Tu... – lo miro – No, ¡tu mientes! Alejate de mi – la niña comenzó a correr dejando a un preocupado niño a la merced de la noche.

___ desde muy pequeña sufría la misma pesadilla, una figura oscura intentando cazarla, un bosque sin fin y sus gritos temblorosos, pasos acercándose, sentirse casi tomada del brazo.
La única enterada hasta hace poco era Kihara, ella la había encontrado así a mitad de una misión, tirada en el medio del bosque, sucia y temblorosa.

– Te haré fuerte para que le puedas patear el trasero – tomó con firmeza  el rostro de la niña.

Desde aquel día ella entrenaba hasta desmayarse, quería dejar de sentirse vulnerable a los ojos de aquella figura que la acechaba, quería demostrar que no era débil que sería una gran Kunoichi, cada día entrenaba a solas con Kihara Sensei, quien antes la derrotaba fácilmente pero con el tiempo la niña estaba casi a su nivel.

– ¡Vamos, pequeña! – grito lanzando agujas.

– Jutsu guardián de acero – un domo la cubrió evitando que las agujas llegarán a ella – Elemento fuego: espadas infierno – 10 espadas rodearon a la mayor.

– ¡Claro que no! – esquivo algunas ocasionando algunas heridas en su cuerpo –  Jutsu espada de aire – en los brazos de la niña aparecieron cortes.

– Que infantil - le lanzó unos Kunais

– Sigues cayendo en el mismo Jutsu – comenzó a reír mientras tomaba los Kunais.

– Nunca le des la espalda al enemigo – se lanzó a su sensei haciéndola tropezar y poniendo un Kunai en su cuello – acabas de morir – dijo agitada.

– Bien hecho – sonrió levantándose.

Desde un árbol alejado de ambas había un niño asombrado por las habilidades de la castaña, sin quererlo sintió un dolor desconocido que subía hacía su pecho, un dolor llamado "tristeza" habían discutido pero esa no era excusa para que se alejaran de esa manera, Shikamaru quería hablar pero al acercarse ella volteaba sin siquiera mirarlo, le dolía su actitud... Lo único que él quería era protegerla y lo que más lo frustraba era el no saber por qué quería mantener segura a una chica que conocía hace tan poco tiempo.
Cuando la castaña se fue, él salto de aquella rama cayendo frente a la sensei quien volteo riendo tal vez creyendo que la niña había olvidado algo pero su rostro cambio al ver al chico rascando su brazo un poco nervioso.

– Kihara Sensei – suspiro nervioso – Soy Shikamaru Nara –hablaba con la mirada en el suelo, confesando su preocupación y confusión por la actitud de la castaña, la mayor se sorprendió por las palabras del niño, él se sentía perdido y quería recuperar a la chica.

– Ella... ¿Te hablo de sus pesadillas? – se dejó caer al suelo.

– No, solo la he visto. – se sentó junta a la mayor.

– ¿Que sentiste al verla así? – le dió una botella de agua.

– Impotencia – confesó mirando la botella en sus manos – aquí – tocó su pecho – siento que debo protegerla y no puedo, ella simplemente me aleja.

– Shikamaru – él la miro con sus ojitos llorosos – ___ no quiere que la protejan, ella quiere que la traten como una igual – suspiro – ahí está tu error, hazle ver qué tú no la vez como un menos – sonrió.

– Pero yo creo que... – la mayor lo interrumpió.

– No es a mi a quien debes decirle las cosas, pequeño. – comenzó a reír y Shikamaru se levantó asintiendo. – El amor joven es tan agobiante ¿No? – levantó una ceja y el chico se sonrojo.

– A-adiós Sensei – se fue muy rápido dejando a la mayor riendo.

¿A-amor? ¿Él sentía amor? ¿Amor por esa chica fastidiosa? No, claro que no; de seguro la sensei solo bromeaba pero ¿por qué al escuchar eso él comenzó a temblar? ¿Por qué se puso tan nervioso? Las preguntas invadieron la mente de Shikamaru mientras el camino a la aldea se hacía más corto, la realidad es que hace tiempo que sentía que algo no andaba bien, él creía que había comido algo en mal estado, eso explicaría el dolor que subía y bajaba, que algún golpe en la preliminar había afectado uno de sus pulmones y por eso a veces le costaba respirar, tal vez estaba enloqueciendo por eso sus manos sudaban y temblaban de momento, él solo era un pequeño de 14 años sintiendo cosas sin sentido alguno, con dudas a flor de piel, sintiéndose inseguro como nunca antes.
Él... ¿Se había enamorado?