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¿Que se puede hacer en una situación cómo está? ¿Que estrategia podría ser correcta para esto?
"No nací para ser una esposa" su propia voz llegó a su cabeza con eco, recordó la charla que tuvo con Lady Tsunade y con HaoHao un día antes de regresar, aquel día había recibido una carta de parte de los líderes del clan quienes solicitaban la presencia de la menor para presentarle a su futuro esposo pero ella se negó haciendo arder aquel mensaje pero ahora...

– ¿¡Dónde esta la comida!? –

– ¿¡Y el alcohol!? –

– Papá... –

Ambos jóvenes se cubrieron el rostro soltando un suspiro por la emoción de sus padres al enterarse de como iban de serio sus hijos pero avergonzando a sus los menores en el festejo, la castaña miro al pelinegro quien intentaba que su padre volviera a sus casillas mientras que ella se mantenía apartada con las mujeres pero eso no quería decir tranquilidad si no todo lo opuesto.

– ¿Cómo deberíamos decorar? –

– ¿Será aquí en Konoha? –

– ¿Vas a usar vestido? –

Aunque ambos querían huir de allí no podían evitar admitir que era un buen ambiente para olvidar todo lo que estaba pasando, era agradable poder hablar de algo que no sean estrategias o peticiones de la Hokage, además de que el tema principal era algo que emocionaba a ambos jóvenes, su boda.

– Shikamaru, ___ – hablaron los mayores bajando a su intensidad.

– ¿Si? – hablaron al mismo tiempo provocando unas sonrisas tiernas en el rostro de los adultos.

– La noche está preciosa ¿Por qué no van al jardín? – hablo Yoshino dulcemente.

Ambos asintieron levantándose bajo las miradas de sus padres, Shikamaru extendió su mano en dirección a la castaña quien la tomo de una manera tímida para que luego el pelinegro tirará de ella bruscamente haciendo gruñir a su madre pero arrebatándole una fuerte carcajada a su futura esposa.

»Quiero que las estrellas sean testigos del amor que siento por ti.«
Mirando el cielo ambos se quedaron en silencio, sin la presión de tener a ambas familias ahí, solo ellos y el sonido del viento, miraban las estrellas él con su cabeza sobre las piernas de la castaña mientras ella pasaba su mano suavemente por el cabello de Nara, se sentían en paz pero sin dejar de tener la mirada taladrante de aquellos adultos emocionados que se encontraban detrás de las puertas.

– Es raro – ___ asintió – pero me gusta. – sonrió

– Lo sé, espero que no sea la última vez que ellos se reúnan – enredo un mechón de cabello en su dedo.

– Eso espero. – se levantó sin avisar quedando a centímetros del rostro de la castaña – creo que no lo hice bien antes.

– ¿De que hablas? – se levantó con ayuda del pelinegro.

– ___ – suspiro – esto es muy problematico – gruño y la castaña comenzó a reír. – Cállate.

– Lo siento – sonrió pero se puso seria al ver cómo su pareja se arrodillaba frente a ella – Shika... Tu no... –

– Cásate conmigo – gruño sonrojándose.

– Si – sonrió antes de ser cargada por el pelinegro.

En el brillante cielo se reflejaba el festejo que se llevaba a cabo en el hogar Nara, allí se unieron dos familias con un lazo más fuerte que el dinero, algo que duraría para siempre »Amor« los Qih y Nara se volvieron uno bajo los ojos de la luna, ahora solo debian superar la mayor prueba de sus vidas...La guerra.
Después de que el festejo acabará casi en el amanecer ambos jóvenes salieron disparados para cumplir con su rutina como Shinobis de la hoja, él salió disparado hasta la oficina de la Hokage mientras ella corría hacia el hospital para sanar a los ninjas que habían vuelto de sus misiones, aunque un mal se acercara no podían dejar en pausa sus actividades.

Los días pasaban y con ellos las hojas de los calendarios, volaban una tras otra dejando a la vista que pronto llegaría el día en el cual deberían enfrentar a sus peores enemigos, »Defenderemos nuestras aldeas« con sudor y sangre mantendremos la tan ansiada paz para el mundo Shinobi pero nada era tan colorido como se veía, bajo las sombras muchos ninjas no se confiaban de los demás ya que por estos había muerto el tercer Hokage pero nada cambiaría ese echo y ahora debían luchar mano a mano con aquellas personas.

– Necesito que se preparen ya que esto podría durar días –

– ¡Mañana todo cambiará para nosotros y muchas vidas dependen de que ganemos está guerra! –

– ¡Si, mi Lady! –

»Quisiera rebobinar para evitar todo el desastre pero ese no es mi don«
Pensó mirando a la rubia quien se mantenía en lo alto admirando las duras expresiones de los ninjas que lo arriesgarían todo por el mundo Shinobi, sintió algo cálido en su pecho sabiendo que había hecho bien en tomar el cargo de Hokage y también se sentía orgullosa de los pequeños que vio crecer para transformarse en los grandes ninjas que hoy eran, su mirada se poso en sus discípulas quienes estaban firmes mirando a sus compañeros.

– Sakura e Ino serán de mucha ayuda – hablo Shizune.

– No olvides a ___. – sonrió con orgullo – ella será necesaria y la quiero a mi lado con los kages. –

– ¿Puedo preguntar por qué mi Lady? –

– ¿Nunca te dije sobre el verdadero poder de su clan? – la pelinegra negó. – lo verás en el campo de batalla – sonrió con superioridad la rubia.

Entre los ninjas la castaña se mantenía firme escuchando las palabras de sus superiores paseando sus ojos por sus ahora compañeros de escuadrón, miro a un lado encontrando al equipo de Gai Sensei, miro al otro lado viendo a su equipo favorito hablando entre ellos, antes de caminar hacia ellos dos ninjas se pararon frente a ella para luego llevarla con los kages a petición de la quinta y el Kazekage.

Alone • Shikamaru Nara x tu • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora