Capítulo dedicado a lizZamlra Melanieortega7w7 weasleyG68 ❤️
______________________________________________Ya va más de una semana que Isabela no sale de su habitación, la comida se la lleva Matilde hasta su recámara, los chicos vienen a visitarla y pasarle los apuntes del día. Conmigo no a querido cruzar ninguna palabra, Agalarieth el otro día vino a visitarla y ver cómo estaba, pero no fue bienvenido por ella.
- ¿Hermano crees que este bien Isa? - pregunta "Paddy" tirado boca arriba en mi cama.
- No lo sé, no se que esté sucediendo en su cabeza - digo mirando sin ningún lado en la habitación.
- ¿No se supone que tú puedes adivinarlo? - pregunta confundido.
- Con ella no Agalarieth, es diferente, cerca de ella soy vulnerable - lo veo y él a mi.
- ¿A qué te refieres? - se sienta correctamente en el lugar donde está.
- Desde que llegué aquí y estoy con ella soy sensible a todo, una vez jugando americano me taclearon y normalmente no me dolería como en los entrenamientos, pero estando Isa presente el golpe dolió como no te lo imaginas - conteste.
- No creo lo que me estas diciendo - niega con su cabeza.
- El día que realice el ritual para traer a Andras a la Tierra tuve que cortarme, salió muy poca sangre y enseguida cicatrizó, pero cuando estuve con Isabela, la herida sangró más de lo normal - mi hermano se quedó pensativo y me miró fijamente.
Me mire la mano y acaricie el lugar donde estaba la cicatriz, nunca había analizado el porqué siempre que estaba con ella podía sentir cualquier tipo de dolor, desde el momento que no pude saber su deseo tuve que reaccionar. Paddy camina en círculos por la habitación tocando su mentón.
- ¿Crees que Astaroth tiene algo entre manos? - pregunta.
- No sé, tú dímelo - voltee a verlo, es incoherente que me pregunte si él vino con Astaroth.
- No me mencionó nada, sólo dijo que lo acompañara y fue todo - se encoge de hombros.
- Quieren llevarme al infierno, no quiero ceder y mostrar que tienen el control sobre mi - agacho la cabeza.
- Nunca he entendido el por qué es importante que vuelvas - se tira nuevamente a la cama.
- Tengo un deber que cumplir - digo con desinterés.
- ¿Y si tú no quieres por qué no dejan a Leviatán? - toma un cojín y juega con el.
- Porque no es el primogénito y no es capaz de gobernar el infierno - volteo a verlo ya con un poco de enfado.
- Si fuera tu me quedaría aquí con Isa - sigue jugando con el cojín.
- ¿Y tú desde cuando te interesaste por estar aquí? - frunzo mi ceño.
- Desde que conocí a estos chicos - mencionó y no pude decir nada al respecto.
Hicimos un contacto visual y dejamos nuestra conversación, no tocamos más el tema y fuimos a cenar ya que la señora Claudia, mamá de Isabela, dijo que estaba lista la comida y como venía siendo costumbre, Isa no bajo. Lave mis dientes y fui a recostarme y tratar de conciliar el sueño, no he podido dormir bien últimamente, trato de proteger a la linda chica que se está apoderando de mi.
[...]
Entre mi sueño comienzo a escuchar unos gritos que me hacen despertar, creí que eran parte de mi cabeza hasta que agudice mi oído y supe que venían de la habitación de Isabela; observé mi teléfono y marcaban las tres con treinta y tres de la madrugada, salí lo más rápido que pude hasta abrir la recámara. Isabela se estaba moviendo con desesperación y exclamando alto.
- ¡Suéltame! - gritó ella.
- Isabela - la moví un poco.
- ¡No, déjame! - volvió a exclamar.
- Despierta linda - la volví a mover, pero no paraba, toque su frente y estaba ardiendo en fiebre.
Así que salí de la habitación y grité el nombre de sus padres, enseguida se escuchó el abrir de la puerta y las pisadas en las escaleras, regresé a la cama y tomé a Isa en mis brazos.
- ¿Qué sucede? - pregunta su padre.
- Tiene mucha fiebre - conteste - debemos llevarla al hospital.
- Claro, vamos - bajamos las escaleras y la señora Márquez se quedaría en casa para cuidar a los mellizos.
El señor Márquez abrió la puerta trasera y me subí junto con Isa para cuidarla en todo el traslado, conducía a una velocidad poco arriba del límite que marcan los señalamientos. Aún la escuchaba murmurar cosa como "no me hagan nada", "déjenme en paz", "yo no tengo nada que ver" y muchas cosas más; me aterra el porqué esta mencionando eso y no quiero llegar a una conclusión errónea, pero si mi sentido no me falla, mi padre tiene que ver con esto.
[...]
POV's Isabela
Siento el cuerpo adolorido, está haciendo algo de frío y no siento la comodidad de mi cama; abro mis ojos y me sega la blanca luz del día, el olor a hospital entra por mis fosas nasales y hacen que me maree un poco. Veo mis manos, en mi mano izquierda tengo la intravenosa, la pregunta es ¿qué carajos hago aquí?
Mis ojos divagan por toda la habitación hasta topar con la silueta de una persona, enfoco mi vista en ella y logró ver qué es un hombre acostado en el sofá dándome la espalda, tal vez sea mi padre, y quizá me aclare el porque estoy aquí.
- Papá - siento mi garganta seca, me lastimo al hablar.
Se remueve entre el sofá y se coloca boca arriba para frotar sus ojos, reconozco perfectamente ese perfil, reconozco aquel que fue el primero que me hizo sentir el cielo al momento de unirnos en uno sólo, aquel chico que ahora me causa terror y no puedo evitar el pensar en su rostro. Contengo el grito para no causar un alboroto, no puedo evitar que mis signos vitales empiecen a marcar como locos en el monitor, rápido se levanta Tom y trata de calmarme.
- Isa tranquila, todo está bien - toma mi mano.
- Aléjate por favor - le digo.
- No te haré nada - contesta de inmediato.
- Por favor, vete - digo y comienzo a hiperventilarme.
- Tranquila, me iré y cuando llegues a casa te explicaré todo - sólo lo miro y no respondo nada.
Los doctores llegan de inmediato y le piden a Tom que se retire, me administran benzodiacepina para que me pueda tranquilizar, quiero volver a hablar con él, quiero volver a ser como antes, pero hay algo dentro de mi que dice correr peligro estando con él.
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𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑
Подростковая литератураIsabela Márquez, 20 años de edad, aficionada a lo paranormal. Estudia la carrera de enfermería en la universidad. Sus mejores amigos, Hazza y Mia, un trío inseparable; todo en su vida es normal hasta que un objeto llega a cambiarlo. A veces creemos...