Capítulo 26

2.3K 164 9
                                    

El lugar está oscuro y no puedo ver nada, sigo caminando sin encontrar un fin en el largo ¿bosque?, me parecen eternos cada segundo qué pasa y comienzo a asustarme, hace mucho frío y no tengo con qué cubrirme de él, mis pies duelen por todo lo que eh transcurrido. Pasos comienzan a escucharse detrás de mi haciéndome voltear de inmediato, pero para mi sorpresa no hay nadie.

- Que extraño - digo por lo bajo.

Sigo mi camino interminable y nuevamente se escuchan los pasos que me hacen voltear y ver frente mi una figura negra, de 1.90 aproximadamente, no hace nada más que mirarme y quedarse estática. No se como reaccionar, antes me hubiera importado poco esta situación, pero últimamente eh estado muy sensible para estas cosas. Siento una opresión en mi pecho, mi respiración agitarse, mi corazón palpita como si fuera a salirse, como si hubiera corrido un maratón, trato de mover mis pies y estos no responden.

Mi cuerpo se siente pesado, es como si la Tierra tratase de llevarme hacia dentro y yo no puedo hacer nada, poco a poco lo que está frente a mi comienza a avanzar, pasos firmes y lentos de esos que te intimidan.

- ¡Anda, corre! - pienso.

Cuando está a 2 metros de mí, mi cuerpo reacciona y me hecho a correr como si no hubiera un mañana, "no quiero morir, no quiero morir" eso se repite una y otra vez en mi cabeza. A lo lejos veo una fogata y corro más rápido en busca de ayuda, alcanzo a distinguir unas figuras que quiero suponer son más personas, me acerco poco a poco hasta quedar detrás de un árbol; es un grupo de ocho personas, todas vestidas con una túnica negra y capucha del mismo color, recitan algunas palabras que no termino de comprender hasta que el que parece ser el jefe señala en mi dirección, voy a comenzar a corre cuando volteo hacia atrás y choco con algo, volteo y es la figura extraña que se lanza hacia mí.

- ¡AAAAH! ¡Suéltame! - gritó y me despierto.

Estoy en mi habitación sana y salva, en un mar de sudor y temblando, las malditas pesadillas de siempre. Son 3:30 a.m. aún falta soportar el resto de la noche, mi mamá entra por la puerta y tras de ella mi papá.

- Calma cielo, todo está bien - mi mamá acaricia mi rostro y me echo a llorar.

- ¿Por qué tengo que soñar esto? ¿Por qué yo? - me abrazo de ella y papá acaricia mi espalda.

- Tranquila hija, iremos con el sacerdote de la familia y hablaremos con él - dicen y asiento.

Se quedaron toda la noche conmigo, se que ya soy mayor, pero estas pesadillas van al extremo, nunca me da miedo nada y eso todos lo saben, pero hay algo que nadie más que mi familia y mis mejores amigos saben que le temo y son a cada maldito sueño como estos. Por la mañana bajo a desayunar con mis hermanos riendo y jugando en su periquera, papá sentado leyendo algo en su computador y mamá revisando unos papeles; Matilde nos sirve los platillos y mi estómago ruge por el hambre que tiene, todo se ve muy apetecible, veo qué hay dos platos más y me extraño.

- ¿Por qué están esos platos ahí? - preguntó.

- El joven Holland y su novia vendrán a desayunar - dice Matilde.

Y como por arte de magia aparece Tom y su novia tomados de la mano, tuve una mala noche y ahora soportar a estos dos frente a mí, todos los saludan y yo les sonrío a la fuerza. Entre una plática amena con la parejita, siento un pequeño golpe en mi pierna  haciéndome voltear a ver, mamá me hace una seña y yo la miro sin entender.

- Hemos preguntado si tienes planeado algo hoy - dice con una sonrisa.

- Creo que no, ¿por qué la pregunta? - vuelvo a mi comida.

- Bueno, estábamos pensando en llevar a conocer a la chica la ciudad - habla papá.

Lo miro con el ceño fruncido y este hace una seña para que no diga nada malo, volteo a ver a Tom que me da una sonrisa retadora y no voy a caer ante su provocación.

𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora