Isabela Márquez, 20 años de edad, aficionada a lo paranormal. Estudia la carrera de enfermería en la universidad. Sus mejores amigos, Hazza y Mia, un trío inseparable; todo en su vida es normal hasta que un objeto llega a cambiarlo. A veces creemos...
Capítulo para celebrar el cumpleaños de nuestro esposo Tom UwU, una disculpa si no lo publiqué hace unas horas, pero estaba terminando tarea y cosas así jajaja
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Nuestro bebe ya tiene 25 🥺❤️)
Espero lo disfruten y si este capítulo comienza con algo bueno, esperen el siguiente 😈 ______________________________________________
Sentados en la parte trasera de la casa, una manta en el pasto, unos bocadillos y la película proyectándose en la pared blanca, es el mejor jueves que he podido tener.
Tom tiene sentada en su regazo a Sofi quien come plácidamente las palomitas, Paddy cuida de Mateo, Harry, Hazza y Mia están sentados en la hamaca mientras comen unas frituras y yo con Sam recostada en su pecho. Planeamos esta junta para ver una nueva película de terror, pero dos pequeños intrusos no quisieron ir con la abuela al ver entrar a los chicos Holland a casa, así que ahora estamos viendo Hotel Transilvania.
- Cómo es posible que Mavis se enamoré de un humano - dice Harry.
- Porque el corazón no manda hermano - le responde Paddy.
- Habló el enamorado - se burla Harry y comienza a reírse.
Paddy hace un gesto de desagrado y da un golpe en el brazo del rizado, reímos un poco y seguimos viendo la película. Todos excepto yo estaban encantados con la película puesto que ya la había visto un millón de veces, me levanté del lugar y fui hacia la cocina por un poco más de bebida y luego regresar al lugar. Abro el refrigerador y tomo el Sprite, volteo para tomar un vaso y cerrar la puerta del electrodoméstico.
- ¡Ay Tom, me asustas! - doy un pequeño brinco y sigo en mi acción anterior.
- Creí que te había pasado algo - desvío su vista al suelo y pasa su mano en su nuca.
- Tranquilo Tom, ya viste qué solo vine por bebida - sonreí y guarde lo que había tomado.
Tomo mi vaso y comienzo a caminar para volver a salir a donde estaban todos, el castaño me toma de la cintura y me recarga en la pared, tirando el vaso que tenía en mi mano. Me quedo expectante a cada uno de sus movimientos, aparta un mechón de cabello de mi rostro y acaricia mis labios con su pulgar y se acerca más a mi, hacemos contacto visual y este recorre su vista a mis labios.
- Tom no deberíamos de hacer eso - me ignora y sigue acariciándome.
Me toma suavemente del cuello y me acerca a él para juntar nuestros labios, un golpe de adrenalina por lo que estamos haciendo y que Sam estuviera afuera, recorrió todo mi ser. Paso mis brazos alrededor de su cuello y profundizamos el beso, él acariciando mi cintura y pasando a mi espada baja para luego dar un pequeño apretón en mis glúteos; extrañaba cada toque que daba a mi cuerpo, llevábamos meses sin tener algún contacto de este tipo. El poder tocar su abdomen y su espalda ancha, el que me tome fuerte y me cargué en su brazos para ponerme sobre la mesa me está volviendo loca.
- Tom, no debemos hacer esto - digo en medio del beso.
- Relájate Isa, todo está bien - acaricia mi mejilla y volvemos a juntar nuestros labios.
Con sus dedos acaricia mis muslos y siento pequeñas corrientes eléctricas, figuradamente, mi corazón se acelera a un mil por hora y necesito más de él . Detiene sus movimientos y nos separamos.
- ¿Qué sucede? ¿Resulta que ya no quieres? - reímos un poco.
- Sólo iba a preguntar si podía tocarte - lo miro con burla - ¿qué?, ya cambié Márquez.
- Si tú lo dices... Holland - lo tomo del cuello de la playera y lo atraigo hacia mí.
Comenzando las caricias más profundas, con los sentimientos al cien por ciento y la temperatura subiendo en nosotros, Tom comienza a introducir sus dedos a mi zona íntima por debajo de mi falda y con el pulgar comienza a masajear el clitoris. Pequeños jadeos salen de mi boca y llevo mi cabeza hacia atrás, aprovecha el espacio y comienza a besarme el cuello y pasa en ocasiones su lengua por el lugar, quiero sentirlo... necesito seguirlo.
- Tom... follame - gimo.
Lleva su mano hacia sus pantalones para bajar el zíper y desabotonar aquella prenda, al momento de querer bajar su bóxer y pantalón se escucha el abrir de la puerta que permite la entrada a la casa. Bajo rápido de la mesa y acomodo mi ropa y cabello, el castaño se voltea y pone nuevamente su prenda inferior.
- ¡Isaaa! - llegó corriendo Sofi y detrás de ella todos los demás.
- ¿Qué sucede peque? - sonrío nerviosa.
- ¡Hoy es cumpleaños de Tom! - exclamo emocionado Mateo.
- ¡Feliz cumpleaños Tom! - la niña corre hacia el chico y lo abraza.
Este se queda totalmente confundido y observando a los mayores que estamos ahí, veo a "sus primos" y Paddy se encoge los hombros mientras que Harry sonríe incómodo.
- ¡Sorpresa! - dice el de rizos mientras movía las manos de forma "graciosa".