Hace ya dos semanas que dieron de alta a Isabela, ha seguido distanciada de mi pero no tanto, no intercámbianos grandes palabras y quisiera estar con ella todo el tiempo, pero entiendo que no se puede y respetare su decisión.
Sus padres decidieron llevarla con un psicólogo para que tomara terapia para todo eso de sus sueños, aún por las noches se escuchan gritos de súplica por parte de la castaña. Con "Paddy" ha hecho las pases y hablan como si nada hubiera sucedido. También ha regresado a clases, siempre está junto a Sam y los chicos.- Hola familia - digo al llegar a la cocina.
- Hola Tom - contesta la señora de la casa.
Matilde me sirve un plato de deliciosos hot cakes y optó por servirme un vaso de jugo de naranja, me siento en la pequeña isla qué hay en el lugar y observo a los mellizos jugar.
- Mira un avión - dice Mateo tomando su tenedor y una fresa en el.
- ¡Es una nave espacial! - exclamo Sofi con una pequeña risa.
- Niños no jueguen con la comida - menciona su madre y estos hacen caso a su orden.
Veo que Isa baja con su mochila y el traje blanco de enfermería que tenemos que llevar especialmente hoy, según el doctor Chávez iríamos a asistir una operación al hospital que está cerca de la universidad. La castaña llega y se sienta a mi lado, da los buenos días y comienza a degustar la comida que Matilde le dió.
- ¿Qué tal tu noche? - pregunta su madre.
- No puedo quejarme - corta un trozo del panqueque.
- ¿Está ayudando la terapia? - vuelve a cuestionar a su hija y ella asiente.
Veo atento sus movimientos, como lleva su desayuno a su boca y como los mastica con delicadeza.
- ¿Quieres que te lleve al hospital? - le preguntó y voltea a verme.
Aunque tarda unos segundos en responderme me sonríe y asiente, me alegra que se esté dando la oportunidad de volver a hablar conmigo.
- Muy, entonces mientras terminas iré a lavar mis dientes e irnos - limpio la comisura de mis labios con la servilleta y dejo mi plato en el fregador.
- Esta bien - contesta y subo a mi habitación.
No puedo borrar la sonrisa qué hay en mi rostro, es evidente que estoy perdidamente enamorado de ella y se que también debo ocultarlo, con mis hermanos rondando por ahí pueden utilizar esa información a su favor. Había pensado en irme de la Tierra y volver a mi triste destino, pero viendo el cambio repentino de Isabela no creo que sea necesario tomar esa alocada decisión.
- ¿Estás lista? - dije al bajar con mis cosas.
- Si - asintió y tomó su mochila - nos vemos mamá.
Fue hasta donde está su progenitora y se despidió con un beso en la mejilla, camino hasta sus pequeños hermanos y de igual forma se despidió de ellos.
- Pórtense bien - les advirtió con burla.
Ellos hicieron caras graciosas y todos reímos, les revolví un poco el cabello y me despedí de ellos, dejamos las mochilas en los asientos traseros y pude observar a Isa quedarse unos segundos pensativa, observando la puerta trasera y la puerta del copiloto, cerró y abrió los ojos para luego subirse al coche.
- ¿Todo bien Isa? - pregunta extrañado.
- Si, no pasa nada - se puso el cinturón de seguridad y me sonrió.
- Muy bien, pues andando - imité su acción anterior y me puse en marcha.
[...]
Llegando al hospital Isa me dio las gracias y bajo del coche mientras yo terminaba de recoger unos documentos, cuando cerré el maletero sentí la presencia de Astaroth detrás mío.

ESTÁS LEYENDO
𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑
Teen FictionIsabela Márquez, 20 años de edad, aficionada a lo paranormal. Estudia la carrera de enfermería en la universidad. Sus mejores amigos, Hazza y Mia, un trío inseparable; todo en su vida es normal hasta que un objeto llega a cambiarlo. A veces creemos...