Capítulo 22

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Un retoque en el maquillaje y por fin estoy lista, toda la familia se está arreglando para la cena y tenemos que lucir bien, Mia luce una falda gris que se pega a su cuerpo con pequeños copos de nieve, una botas largas hasta llegar a sus rodillas y un suéter tejido de color blanco un poco flojo pero aún así se ve hermosa. Yo escogí un vestido rojo que se adapta a mi silueta levemente ejercitada y unos tacones de color negro, ambas nos hacemos ondas y estamos preparadas para salir y sentarnos a la mesa.

Todos en la sala con sus trajes y vestidos elegantes, todos lucen espectaculares, Tom está cerca de las escaleras hablando con Sara quien le sonrie y da pequeños tragos a su champaña. Al bajar el castaño presta su atención en mi y me sonríe alzando un poco su copa hacia mí, le devuelvo la sonrisa y camino junto con mi mejor amiga hacia el rubio que habla con mi abuela.

- Pero miren nada más, que guapo te ves - lo abrazo por la espalda y este voltea con una sonrisa.

- Tú no te quedas atrás - toma mi mano y hace que de una vuelta.

- Si claro, olvidenme - Mia se cruza de brazos.

- Hermana pero que hermosa - Harrison hace lo mismo con Mia y nos echamos a reír.

- Quédense así, les tomaré una foto - mi abuela saca su móvil y nos toma la foto.

- Hasta parecen modelos - el abuelo llega y abraza a la abuela, se ven tan tiernos.

- ¡Vamos a cenar! - dice mamá y todos vamos hacia la mesa para degustar la deliciosa comida.

[...]

Todo estaba delicioso y claramente disfrutable con la compañía de mis seres queridos, faltan cuarenta y cinco minutos para que den las doce y marque un nuevo año. Los mayores brindaremos con vino tinto y los peques con un jugo de manzana.

- ¿Alguien puede ir por el vino al viñedo? - pregunta mi abuelo.

- Yo voy - me levante del asiento y comencé a caminar.

- Te acompaño Isa - Tom se levanta y acomoda su saco.

- No es necesario, gracias - sonrio lo mejor que puedo.

- Si hija, deja que te acompañe y te cuide - mi papá apoya a Tom y no me queda más que aceptar.

Salimos de la casa y nos dirigimos al viñedo, con Tom pisandome los talones me causa una jaqueca y no es capaz de callarse unos minutos. Abro la puerta y enciendo las luces para buscar la botella y llevarnos la.

- Estas botella son de gran calidad - dice Tom mientras toma una.

- Así es, el abuelo tienen gran gusto - le veo y hace que me pierda un momento mirándolo.

- ¿No quieres una foto mejor? - dice burlón.

- ¿Mande? - pregunto un poco ida de la realidad.

- Se que soy guapo, pero si me miras así no podré evitar el tomarte y hacerte mía aquí mismo - relame sus labios y un deseo invade mi interior me recorre.

- Mejor ayúdame a escoger uno y vámonos - volteo a ver otra vez las botellas y siento a Tom ponerse tras de mí.

- Este sabe exquisito - toma una botella pasando su brazo sobre mi hombro izquierdo y susurrando al oído.

Ante aquel susurro hace erizar mi piel, me había acostumbrado a ya no tener reacción ante aquello y esto me vuelve loca, ignoro su comentario y observo detenidamente la botella, un Merlot JP. CHENET es totalmente perfecto para el brindis. El castaño a mis espaldas roza sus dedos con la piel desnuda de mis hombros, se que no está bien sentirme bien ante esto pero mis hormonas lo demandan.

𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora