Capítulo 14

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Maratón 3/3
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Seis de la mañana en punto y la horrible alarma comienza a escucharse en lo profundo de mi sueño haciendo que despierte, tomo una ducha como todas mis rutinas de la mañana, después de vestirme para ir a la universidad bajo a la cocina y prepararme algo de desayunar. Sofía y Mateo están sentados en sus respectivos lugares, papá está sentado viendo el computador ya que se desvive en el trabajo, mamá está haciendo el desayuno el cual son unos deliciosos waffles y se estarán preguntando ¿Dónde está Tom? Pues... yo me pregunto lo mismo.

- Buenos días – saludé a todos y fui con mi mamá para poner la mesa.

- ¿Qué tal tu noche? – mamá le pone el plato a papá y yo a los mellizos.

- Normal, pude descansar – fui a la cocina para tomar mi plato.

- ¿No haz tenido las pesadillas? – mi papá me mira mientras le da un sorbo a su café.

- Por el momento estoy bien – no quiero traer esos recuerdos a mi mente.

- ¿Tienes pesadillas como yo? – me pregunta mi pequeña hermana.

- Algo así Sofí – sonreí levemente.

- ¿Y mojas la cama? – ahora Mateo se mete a la plática.

- Ummm... no – toda la familia soltamos una risa pequeña haciendo que Mateo se ponga sonrojado.

- ¿Y Tom? – pregunta Sofía, vaya me quito las palabras de la boca.

- Salió desde temprano – respondió mi mamá y proseguimos en desayunar.

¿Por qué tendría que salir tan temprano? No es como que tenga algo importante que hacer.

[...]

Llegue al estacionamiento de la Universidad en el coche que mi papá hizo que me lo trajera, bajo de este y me encamino a la entrada del instituto y comenzar mi recorrido hacia mi casillero para sacar mis libros. En el tiempo en que estoy tomando mis libros se escuchan ruidos en el baño que están a unos cuantos metros de separado de los casilleros, me quedé un poco para saber exactamente qué era lo que pasaba y ¡oh mi Dios! Eran gemidos, lo que está severamente prohibido en una institución.

Cuando cierro la puerta de mi casillero y debato en si ir o no, las personas salen, es Christine una chica de filosofía de séptimo grado y Tom, era lo que me imaginaba viniendo de una persona como él puede hacer estas estupideces en la escuela.

- Tom, ¿vienes? – le digo cuando esté termina de salir del baño.

Se voltea a la chica y se despiden, ella pasa a mi lado sonriéndome falsamente y no me voy a dejar decaer por chicas como ella.

- ¿Qué pasa Márquez? – dice el castaño cuando se acerca.

- ¿Qué se supone que estas haciendo? – le digo susurrando.

- Teniendo sex... - le tape la boca y algunos se quedaron viéndonos.

- No puedes hacerlo, te pueden dar una sanción – vuelvo a decirle en voz baja.

- ¿Te preocupo? – lo dice con burla.

- No es eso, sólo que no quiero que involucres a mi familia por tus tontadas – pico su pecho con mi dedo índice.

En cuestión de segundos se le borró la sonrisa de su rostro y me miró de arriba hacia abajo.

- No te preocupes, nada de eso pasará – ajusta la correa de su mochila y comienza a caminar.

Puede ser que me haya portado un poco mal con él, es que no es posible de que sea tan tonto para hacer esas cosas en el baño y si me preocupo por él por si el director llega a expulsarlo, parece un pequeño de 5 años al cual debo de estar cuidando.

[...]

Después de una buena clase de Administración y Supervisión en Enfermería merecemos un receso, Mia y yo estamos sentadas en la barda cerca de la cancha de fútbol con una botella de agua y una manzana en la mano, estamos viendo a los chicos jugar y por chicos me refiero a Sam y Harrison, Tom entra a jugar con ellos y logra meter un gol acto seguido el equipo comienza a celebrar y las chicas que están ahí comienzan a corear su nombre.

- Es un nefasto – ruedo los ojos y doy una mordida a mi fruta.

- Es hermoso – mi mejor amiga suspira y hace que la vea.

- ¿Enserio? – me mira sin entender y tampoco se por que estoy así.

- Sí ¿qué sucede? – desvió mi mirada – o sea míralo, es hermoso y tiene todo lo que una chica necesita.

- Ajá, te falto decir que folla bien – ruedo los ojos nuevamente y miro a los chicos correr por la cancha.

- No estaría mal comprobarlo – dice con un tono pícaro.

No es como que sea un dios para follar, digo solamente lo he hecho con él y no podría decir que es lo máximo, pero se mueve bastante bien en la cama.

- Dejemos de hablar de eso ¿quieres? – ella levanta sus manos como son de paz y seguimos sentadas.

- Mejor cuéntame que tal vas con Sam – Mia me empuja leve y suelto una risita.

- Pues es un chico muy agradable y me siento bien con él, nos divertimos con cualquier cosa y eso quiere e decir que esta bien ¿no? – miro a Mia con una sonrisa.

- Quiere decir que tienen buena química, nunca te había visto así es como si me hablaras de un príncipe azul – reímos y bebemos de nuestra botella de agua.

- Pienso que realmente lo es – suspiro.

- Pues ahí viene tu príncipe azul – señala hacia el frente y sigo su mirada.

Sam, Harrison y Tom vienen hacia nosotras, me concentro solamente en el guapo pecoso que viene hacia mi con una sonrisa que me contagia, se sienta a mi lado y me da un beso en los labios.

- Eso no pasa mientras yo esté aquí – Hazza pone su mano entre nuestras caras y nos hace reír.

- No seas celoso, también tengo uno para ti – me acerco a él y beso su mejilla.

- Bueno eso cambia la situación – reímos y Tom me ve con cara de pocos amigos.

- Siéntate aquí Tom – Mia se hace a un lado y este le mira con una sonrisa.

- Gracias linda – hace sonrojar a Mia y se sienta a su lado.

No quiero que mi mejor amiga salga con este tipo, es un mujeriego y le romperá el corazón, definitivamente no lo quiero cerca de mi amiga.

- ¿Harán algo hoy? – Sam pasa su brazo por mis hombros.

- No ¿por qué? – Hazza bebe de mi botella.

- Siendo que es fin de semana, haré una fiesta en mi casa y quería ver si iban – nos dice a los presentes en el lugar.

- Genial – contestamos Mia, Harrison y yo.

- ¿Vas Tom? – mira a Holland.

Tom y yo hacemos contacto visual y me sonríe para provocarme a partirle la cara, yo niego disimuladamente y él asiente, sabemos que esto se va a descontrolar.

- Claro que sí amigo – le sonríe a Sam.

- Bien, paso por ti a las ocho – me dice al oído y deja un beso en mis labios para luego irse a su salón.

Ojalá y no suceda nada malo esta noche.

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Quiero agradecerles que esta historia a llegado a las 3.46 k vistas, hace dos semanas subí que la historia había llegado a 1.47 k y en dos semanas subió lo doble 🤯

Vamos a hacer una actividad (espero no morir ignorada xd) hagan las preguntas que quieran y en el próximo capítulo las respondo 8)


𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora