Capítulo 44

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Apoyado sobre al gran puente de Westminster de Londres, el clima esta pésimo en esta ciudad ni aún usando guantes y una gran chamarra logro calentarme, desde aquel día que me fui del lugar vacacional, no he sabido nada acerca de la familia Márquez. A mi espalda se escucha el pasar de los coches y el mínimo calor que te brindan las personas al pasar por ahí; Paddy, Amanda y Harry conversan amistosamente y después discuten por quien irá a pedir los chocolates y cafés para pasar desapercibido el clima.

- Tom, hermano, ¿qué prefieres de beber? – se acercan a mí.

- Nada – les respondo sin siquiera verlos.

En voz baja Harry les ordena a las dos personas ir por los alimentos, imita la posición en la que estoy y suspira haciendo que vapor salga de su boca.

- Hermano sé que los extrañas, aunque no lo creas yo también lo hago – comienza a hablar.

- ¿Así?, ahora resulta que lees mentes – suelto una risa amarga.

-       Me encantaría, pero ese el don de Agalarieth – alza sus hombros – lo que quiero decir es que

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- Me encantaría, pero ese el don de Agalarieth – alza sus hombros – lo que quiero decir es que... no está bien lo que hizo Isabela, casi te mata.

- Preferiría estar muerto a sufrir por amor - agacho la mirada.

- ¡Vamos Tom! Aún no entiendo por qué es tan especial esa chica – juega con sus dedos entrelazándolos.

Cierro mis ojos y suspiro, si tan solo yo supiera como es que me empeñe demasiado con ella, no estaría sufriendo en la manera en lo que lo estoy haciendo ahora.

- Durante millones de años estuve esperando a la persona que sería el amor de mi vida, había entrado a un lugar oscuro donde padre podía ver el futuro de todo ser humano – comencé a relatar y el rizado me presta atención – ver lo feliz que estaban estos seres y que padre llegara para inducirles a cometer algún acto maligno que los llevara a su perdición.

- Espera, ¿padre tiene ese cuarto oscuro? – me interrumpe y hago caso omiso a su pregunta.

- Fue un espacio el que llamo mi atención, una feliz pareja estaba recibiendo a su primer pequeña, su madre la tomó en brazos y la acaricio como si esta fuera a romperse en cualquier momento... su padre la observo y dejo un cariñoso beso en su pequeña frente – alzo mi mirada al cielo – era el amor más sincero que pude notar y la bebé más hermosa que había visto en mi larga vida.

- No me digas que estás hablando de Isa – arruga su ceño y mira incrédulo.

-       Me enamore de ella desde ese instante, me juré protegerla siempre de cualquier mal que fuera a sucederle – baje mi vista hasta topar con la suya

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- Me enamore de ella desde ese instante, me juré protegerla siempre de cualquier mal que fuera a sucederle – baje mi vista hasta topar con la suya.

- ¿Y por qué no me lo habías dicho? – pregunta indignado.

- Es un lugar donde solo puede acceder el primogénito del señor de las tinieblas, además, no era de tu incumbencia.

- ¡Ja, ahora resulta! Tú planeaste bien tu futuro y a nosotros nos dejaste a un lado – se cruza de brazos.

- Astaroth no es momento de drama.

- Sólo dime una cosa, a pesar de que nos hemos empeñado a llevarte nuevamente al infierno... ¿ganaras y te quedaras con tu humana aquí en la Tierra?

- Eso no lo sé, no puedo saber el futuro como lo hace padre y eso me aterra – bajo nuevamente la mirada.

Mi hermano iba a replicar, pero llegaron los chicos con las bebidas y quejándose por alguna tontería, supongo.

- ¿Qué pasa contigo? – pregunto Harry a Paddy.

- Un estúpido chocó conmigo e hizo que me cayera café encima – dijo mientras limpiaba su chamarra.

- Al menos ya estas caliente – nos reímos y Paddy maldijo en voz baja.

- Tranquilo Agalarieth, vamos al hotel para que te cambies – digo y Astaroth lo toma por los hombros y comenzar a burlarse de él nuevamente.

Andras y yo comenzamos a caminar detrás de ellos y reírnos de aquellos idiotas, alcanzo a ver una pequeña nota pegada en su espalda, me acerco discretamente y la tomo.

"Te veo a las once en punto en el Hampstead Heath, no tardes o lamentaras las consecuencias".

Lo primero que se me vino a la mente fue Isa, aunque este enojado con ella y casi me matara no puedo permitir que algo le pase.

POV's Isabela

Abro los ojos torpemente y veo algo borroso a mi alrededor, trato de moverme y me es inútil, bajo mi vista al piso, que en realidad es pasto, mis piernas están atadas con sogas. Una tela en mi boca me impide hablar, alzo mi vista y lo único que puedo observar son árboles y más árboles. ¿Qué carajos estoy haciendo aquí?

Estoy atada a un gran árbol y hay una fogata frente a mí, lo más extraño es que no hay nadie, debo de ser cuidadosa con cualquier movimiento que haga para no llamar la atención de mi supuesto secuestrador. Muevo lo poco que se me permite de la soga en la gran madera para tratar de romperla, siento como la atadura en mis muñecas comienza a molestarme y dejo mi labor de escapar, "es inútil" pienso.

- Hasta que despiertas linda – dice una voz masculina.

- ¿Crees que venga por ella? – le pregunta otra voz, pero esta es femenina.

- Linda Isabela, un placer conocerte – veo como dos sombras en la oscuridad comienzan a notarse por la luz del fuego.

- ¡Hugh! Que desagradable olor – la femenina hace un gesto de asco.

- Anda y quítale la tela de la boca, quiero hablar con ella – le ordena y la chica accede.

La chica se acerca y aparta de mi boca aquel objeto que me impedía hablar y regresa con su ¿amigo? Jamás había visto a estos dos tipos en mi vida, me brindan una vibra super extraña, una que ya había experimentado en mi vida, pero no sé en donde.

- Entiendo porque Tom quiere quedarse en este lugar – dice con una risilla burlesca – yo también me quedaría por ti.

Se acerca a mí y acaricia una de mis mejillas, aparto mi rostro de su toque y vuelve a reír.

- No sé quién sea, pero déjame ir, yo no hice nada – claro que estoy asustada, estoy en medio de un bosque que nunca había visto en mi vida y con personas extrañas.

- Te equivoques Isabela, tienes mucho que ver – cambia su semblante a serio y lo observo expectante.

- No te conozco y estoy segura de que no te hice algo.

- Tenemos una persona muy importante para nosotros, lo arrebataste de nuestro lado y si no acepta volver, tendrá que sufrir las consecuencias – se pone de cuclillas para estar a mi altura.

- ¿Volver?, ¿volver a dónde?, ¿de quién hablas? – pregunto confundida y este sonríe ampliamente... Tom, es hermano de Tom.

- Parece que ya sabes de quien hablamos – se pone de pie y camina dándome la espalda.

- Tengo mucho tiempo que no lo veo, no sé nada de él – la voz se me corta.

Este hace caso omiso y comienza a recitar unas plagarías, la chica sigue los pasos de su amo y comienzo a raspar nuevamente la soga en el árbol. Quiero irme de aquí lo más pronto posible, me da miedo todo lo que está haciendo este tipo. Una pequeña parte de la cuerda logra romperse y siento más esperanza para escapar.

𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora