Capítulo 25

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Todo el bendito día en la escuela se trató de Tom y su nueva acompañante, no había clase en la que compañeros se le acercaran a Tom y lo alardean por conseguir a una chica tan bonita. En un momento de receso, mientras tomaba mis libros aquel castaño de pequeños rulos en su cabello se acerca a mi.

- ¿Cómo estás Isabela? - volteo a verlo y está con su maldita y perfecta sonrisa.

- No estoy de humor Thomas - cierro mi casillero y comienzo a caminar.

- Oye mínimo un "Bien ¿y tu Tom?" No estaría nada mal - se empareja a mi paso y ruedo mis ojos.

- Pues lo haría si hubieras avisado ¿donde estabas?

- ¿Te preocupaste por mí primor? - sabia que su ego no tardaba en salir.

- Por mi parte no, mi familia era la que estaba preocupada por ti, no había un día que Sofi no preguntara por ti, pensamos... pensaron que te había pasado algo malo - detuve mi paso y nos miramos.

- Vaya no creí que fuera tan importante - dijo mirando el piso.

- Nos vemos Tom - no sería capaz de decir nada, no podría negar lo que es evidente, realmente es importante en la familia.

[...]

Al llegar del instituto, la comida transcurrió entre anécdotas de Tom y el lugar en el que estuvo, como conoció a la chica en Hawái y a un tal Jacob que se volvió su fiel acompañante y amigo, mientras las anécdotas eran contadas yo no paraba de jugar con la comida en mi plato y en pensar sobre esa chica que bajo del coche. Tiene cabello negro, unos ojos verdes grisáceo, unos labios ligeramente gruesos, pómulos no tan marcados y de complexión delgada, no como si se matara en el gimnasio en si, pero tiene un bonito cuerpo y claramente quien de las chicas no quisieras estar así de bonita.

- ¿Hija estas bien? - pregunta papá y rompe mi burbuja, metafóricamente claro.

- Uhm si - sonrio ligeramente.

- ¿Lo estás? Ni siquiera has probado tu comida - dice mamá, observo mi plato y aún sigue intacto.

- No tengo mucha hambre, ire con Sam - me levanto de la mesa.

- Esta entrenando - dice Tom mientras se lleva un bocado.

- Lo esperaré - tomo mi chaqueta del perchero y salgo hacia el coche, Guillermo abre la puerta para que yo suba y al hacerlo la cierra nuevamente.

Poniéndo en marcha el auto, después de unos minutos me deja fuera del instituto y me adentró para ir a la cancha y esperar a Sam. Terminado el entrenamiento viene a saludarme con un pequeño beso en la boca.

- Hola linda - me sonríe y puede que se escuche cursi, pero todo lo que me agobia desapareció.

- Hola cariño, ¿tienes algo que hacer? - tomo su botella de agua y se la paso.

- ¿Alguna idea? - bebe de la botella.

- ¿Peli en tu casa? - digo tras pensar varios segundos.

- Una película ¿segura? - levanta la ceja y por la picardía en su voz comienzo a reír y doy un pequeño golpe en su hombro.

- Sí, solo la película - reímos y comenzamos a caminar hacia su auto.

[...]

POV's Tom

Después de dejar a Andras en el departamento que rente y explicarle que por nada del mundo puede mostrarse como realmente es y no puede mostrar sus poderes a los humanos, volví a la residencia de los Márquez e hicieron casi una fiesta por mi regreso, Isa tenía razón y ellos verdaderamente se preocuparon por mí. Comimos un delicioso filete al mojo de ajo que le salió riquísimo a las señora Claudia, Sofi estaba todo el tiempo tras de mi y aún que no este acostumbrado a que pequeñas criaturas humanas vayan tras de mi, esta niña me agrada.

𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora