Capítulo 20

3.6K 226 108
                                    

Mi abuela no le quitó la mirada de encima a Tom durante el resto de la tarde, se que sospecha de él y no quiero que descubra quien realmente es por que sería un caos. Por la noche nos fuimos todos a dormir a las habitaciones, hay alrededor de quince habitaciones así que son las suficientes para todos, por la mañana nos sentamos a desayunar un rico omelette junto con fruta y café, jugo de naranja para los niños.

- Cuéntanos Tom, ¿de dónde eres? – pregunta mi tía Rebeca.

- De Escocia señora – deja su taza de café en la mesa.

- ¿Y cómo sabes hablar español? – mi primito Javi le pregunta curioso.

- Se hablar cinco idiomas. Chino, español, francés, italiano y escocés – enumera con los dedos.

- Hai una ragazza? (¿Tienes novia?) – le pregunta mi prima Karina mientras le sonríe.

- ¡Karina! – le regaña su madre, Cecilia.

- Va tutto bene signora (Descuide señora) – ríe Tom – E non ho una ragazza (y no tengo novia).

- Hablen en español, no todos entendemos italiano – dice mi tío Juan y nos echamos a reír.

- Ya, desayunen – ordena mi abuela y hacemos caso.

Después de todo nos retiramos de la mesa y me fui a mi habitación para hablar un poco con mis amigos, Mia y Harrison ya vienen para acá, Mia se quedará conmigo y Hazza se quedará con Tom. Hablo un poco con Sam para saber cómo está, que es lo que hace, si se la está pasando bien y sobre que lo extraño mucho. Me colocó un traje de baño y sobre el una pareo para que me cubra un poco, me coloco bloqueador solar y unas gafas negras para no dañar mis ojos.

Bajo y algunos están en la piscina, otros en las mesas jugando cartas y los niños jugando sobre el pasto, por eso nos encanta venir a esta hacienda en vacaciones (aunque sea de invierno) ya que no hace frío en esta zona. Me recuesto sobre una toalla casi a la orilla de la gran piscina y comienzo a leer un libro que traje conmigo, una figura obstruye la luz haciéndome verlo.

-¿Tom puedes moverte? – vuelvo mi vista al libro.

- Estas de vacaciones, disfrútalas – me quita el libro.

- Devuélvemelo – estiro mi mano para que lo ponga en ella.

- Si vas conmigo a la piscina – sonríe.

- Esta bien – me lo entrega y hace que me ponga de pie.

Justo que estamos por avanzar suena el claxon de un coche y al mirarlo es el de Sebastián, salvada por la campana, voy hacia el y baja mi mejor amiga con sus maletas y su hermano le ayuda, al regresar la vista veo a una linda chica a su lado, no me parece familiar.

- Sebas que gusto verte – nos abrazamos.

- Si hace tiempo que no nos vemos – ríe levemente.

- Cierto – le sigo la risa – por cierto soy Isabela – me presento ante la chica.

- Un gusto, soy Carolina – nos sonreímos.

- Ella es la novia de este – Mia se apoya en mi hombro.

Vaya hace unos meses nos íbamos a besar y ahora ya tiene novia, las locas vueltas de la vida.

- He de decir que es estresante – susurro con burla haciéndola reír.

- Jaja te escuché – Sebas rueda los ojos y le saco la lengua.

- ¡Sebastián, Mia! – exclama mi abuela detrás de nosotros.

𖤐. ❛𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄𝐑, 𝑡𝑜𝑚 ℎ𝑜𝑙𝑙𝑎𝑛𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora